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La Paz » Infopaer
Fecha: 20/07/2025 08:51
*Por Dario A Báez En Brasil, una vez más, la Justicia se ha transformado en un arma política. Esta vez, el blanco es claro: el expresidente Jair Bolsonaro, quien hoy enfrenta medidas restrictivas propias de un criminal, sin condena, sin debido proceso, sin respeto por las garantías fundamentales que una república democrática debe proteger. El uso de una tobillera electrónica, la prohibición de expresarse en redes sociales, el aislamiento diplomático y la imposición de restricciones arbitrarias marcan un hito preocupante en la historia institucional del gigante sudamericano. Se lo acusa de «golpismo», mientras los verdaderos abusos provienen de quienes manipulan los resortes judiciales para eliminar a sus adversarios. No se persigue a Bolsonaro por lo que hizo, sino por lo que representa. Representa a millones de brasileños que rechazan el populismo de izquierda, que defienden el orden, la familia, la propiedad y la libertad frente al avance de un Estado cada vez más autoritario y corporativo. Este proceso no es jurídico, es político. La Corte Suprema, encabezada por Alexandre de Moraes, ha decidido operar no como garante de la Constitución, sino como comisaría ideológica del lulismo. Se trata de una persecución de manual, que no tolera la existencia de una oposición firme, patriótica y popular. Bolsonaro ya fue proscripto políticamente. Ahora buscan encarcelarlo, silenciarlo, destruirlo. Pero la historia enseña que los pueblos libres no se arrodillan ante el poder judicial cuando este se convierte en instrumento de la venganza. Hoy, lo que está en juego no es la figura de un hombre, sino el futuro del republicanismo en América Latina. El caso Bolsonaro es un espejo que deben mirar todos aquellos que creen que la Justicia debe ser independiente y la política, competitiva y plural. Porque cuando encarcelan ideas, tarde o temprano encadenan pueblos. En nombre de la libertad, del Estado de Derecho y de la dignidad democrática, alzamos la voz: No a la persecución judicial. No al silenciamiento del disenso. No al avance del totalitarismo disfrazado de legalidad. Brasil merece justicia, no revancha. *Dario Adolfo Báez Bloque LLA Paraná
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