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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 20/07/2025 08:33
Mini Pizzas de calabacín (Public do Main Pictures) Nacida como una comida sencilla en las calles de Nápoles, la pizza fue durante siglos un alimento básico para las clases trabajadoras del sur de Italia. Elaborada con masa de pan, tomate y aceite, este plato fue ganando popularidad hasta convertirse en uno de los mayores símbolos gastronómicos del mundo. De esta manera, su expansión global está estrechamente ligada a las migraciones italianas, los cambios urbanos y el auge de la cultura popular. Esto ha llegado tan lejos que en 2017, la Unesco reconoció oficialmente el arte del pizzero napolitano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, destacando su valor más allá de lo culinario. Hoy, la cultura de la pizza continúa en transformación. Una de las tendencias recientes que más atención ha generado son las mini pizzas, pequeñas versiones individuales que se han hecho populares en ferias gastronómicas, caterings y redes sociales. En formato reducido, este alimento ofrece nuevas posibilidades: es práctico, permite múltiples combinaciones de ingredientes y se adapta fácilmente a los gustos actuales marcados por el consumo informal y el auge del finger food. Entre las variantes más llamativas destaca la de las mini pizzas de calabacín, que sustituyen la masa de pan por finas rodajas de esta hortaliza. Por lo que, se trata de una propuesta sencilla, rápida de preparar y con posibilidades casi infinitas. El alimento estrella de esta versión, es un vegetal que cobra protagonismo durante los meses de verano, una hortaliza que destaca no solo por su versatilidad, sino también por su espléndido perfil nutricional. Hablamos de un producto vegetal rico en vitaminas, minerales y fibra soluble, compuesto en un 85% por agua y, por lo tanto, muy bajo en calorías. El calabacín es, además, una fuente importante de vitamina C, y también contiene pequeñas cantidades de otras vitaminas como la A y del complejo B que contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso y al metabolismo energético. En definitiva, como se indica en Bonviveur, las mini pizzas de calabacín se preparan al horno y deben servirse recién hechas. Su rapidez de elaboración las convierte en una opción práctica para un aperitivo improvisado o una cena ligera. De esta forma, esta reinterpretación moderna de un clásico centenario confirma que, aunque cambie el formato, la pizza sigue siendo un punto de encuentro entre tradición e innovación culinaria. Ingredientes de las mini pizzas de calabacín 1 calabacín Sal Pimienta negra molida Medio vaso de salsa de tomate 5 hojas de albahaca u orégano (y un poco más para servir) 4 cucharadas de queso parmesano rallado Cómo hacer paso a paso las mini pizzas de calabacín Mini trozos de pizzas de calabacín (Pexels) Preparar las rodajas de calabacín: precalienta el horno a 200 °C. Lava el calabacín y córtalo en rodajas de aproximadamente 1 centímetro de grosor. Salpimienta al gusto y colócalas sobre una bandeja apta para horno. Añadir la salsa de tomate aromatizada: mezcla medio vaso de salsa de tomate con cinco hojas de albahaca fresca picada. Cubre cada rodaja de calabacín con una cucharada de esta mezcla. En caso de no tener albahaca, puedes utilizar orégano seco como alternativa. Incorporar el queso y otros ingredientes opcionales: espolvorea las rodajas con cuatro cucharadas de queso parmesano rallado. Si se desea, se pueden añadir otros ingredientes como atún desmenuzado, aceitunas o pequeños trozos de embutido. Hornear las mini pizzas: introduce la bandeja en el horno y hornea durante 15 minutos a 200 °C, o hasta que el queso esté dorado y el calabacín ligeramente tierno. Servir decoradas con hierbas frescas: saca las mini pizzas del horno y sírvelas al momento, decorándolas con un poco más de albahaca fresca picada para aportar aroma y frescura.
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