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Parana » Informe Digital
Fecha: 20/07/2025 08:12
La detención de un pederasta argentino en Málaga se produjo en 2023, tras estar en prisión preventiva hasta que, este viernes, fue condenado a 433 años de cárcel. Aldo Maximiliano Vannucci se hacía pasar por un jugador en Fortnite, engañaba a menores, les ofrecía regalos y forjaba una relación de “amistad” virtual. Finalmente, les solicitaba fotos desnudas que luego compartía en redes pedófilas. Este comportamiento se mantuvo de manera sistemática hasta que los padres de un niño lograron detectar su maniobra. Originario de Córdoba, con nacionalidad italiana y radicado en España desde hace años, Vannucci fue apresado en 2023. Sin embargo, la justicia de Madrid tardó en dictar su sentencia, que, al encontrarse culpable de diez delitos —incluyendo uno de agresión sexual con penetración—, resultó en una condena de 433 años de prisión. No obstante, podría recuperar la libertad dentro de 20 años, a los 66, de acuerdo con el Código Penal español, que establece ese plazo máximo para cumplir pena. Una vez liberado, será expulsado del país, sin poder regresar durante diez años. La investigación judicial en su contra, dado que el acusado ya poseía antecedentes penales por hechos similares, abarcó una serie de delitos, incluyendo una decena de abusos sexuales a menores, 18 casos de sexting, siete de elaboración de pornografía infantil y 13 de ciberacoso. Por ello, deberá indemnizar a sus víctimas con más de 90 mil euros. Durante el juicio, celebrado el mes pasado, Vannucci se defendió argumentando que se trataba de “fabulaciones” por parte de los menores involucrados. Los hechos se remontan a 2021, cuando Vannucci creó un usuario en Fortnite. Durante ese período, contactó a menores de 13 años, construyendo relaciones de confianza mediante la entrega de “pavos”, una moneda del juego que permite acceder a artículos como pases de pantalla, trajes y herramientas. Una vez que lograba establecer un vínculo de confianza, les invitaba a videollamadas a través de Skype o el sistema de audio del juego, donde les pedía que mostraran sus genitales o posaran desnudos. Muchos, confiando en él, accedían. Vannucci, residente en Málaga, capturaba imágenes de esos momentos y las organizaba en una carpeta titulada “Angelitos”. Posteriormente, subía dicho material a una cuenta en el servidor MEGA.NZ. Desde septiembre de 2021, se registró este modus operandi, y en el servidor se encontraron fotos de 25 menores, de los cuales la mitad no pudieron ser identificados. La investigación comenzó en julio de 2021, cuando los padres de un niño de 9 años notaron actividad inusual en Skype. El niño les habló de un “amigo del Fortnite” que le había regalado “acciones” para mejorar su rendimiento en el juego. El menor proporcionó una descripción detallada de su “amigo”, que resultó ser un hombre de mediana edad, con cabello largo y sobrepeso. La investigación reveló que Vannucci se hacía pasar por informático o profesor de inglés y residía en Málaga con su madre. Además, se descubrió que había abusado sexualmente de un adolescente de 16 años, hijo de una amiga. Los agentes examinaron más de 560 gigabytes de datos en el material informático incautado a Vannucci, quien había sido detenido en 2005 y condenado a 50 años de prisión por 22 delitos de abuso sexual y dos de exhibicionismo, pasando más de una década tras las rejas y siendo expulsado de España, aunque logró regresar gracias a su doble nacionalidad. Al no poder trabajar legalmente debido a su historial delictivo, vivía a expensas de su madre y realizaba trabajos de traducción o clases particulares a menores de manera informal. Adicionalmente, Vannucci tenía el hábito de frecuentar playas nudistas en España y Francia, donde tomaba fotografías de personas desnudas. Aunque fue condenado este viernes, había estado en prisión preventiva desde 2023. Durante dos años, accedió a plataformas de videojuegos en línea en más de 3.000 ocasiones. “Se ganaba la confianza de los niños y ellos, a su corta edad, no intuían que lo que les pedía podía tener un carácter sexual”, relataron los investigadores a la prensa española. El equipo del Departamento Contra el Cibercrimen de la Guardia Civil trabajó durante meses para verificar los hechos, comprobando que contactó a niños de diferentes regiones de España. Además, se reveló que realizó 81 pagos a cuentas de usuarios de videojuegos menores de edad. Las pruebas fueron contundentes, así como sus antecedentes penales. “Se trata de un depredador sexual”, enfatizó de manera firme la abogada de las víctimas ante los jueces de Madrid, lo que llevó a su condena a más de 400 años de prisión.
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