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» LaVozdeMisiones
Fecha: 20/07/2025 05:44
A una semana de la paliza perpetrada por al menos 5 guardias de seguridad del complejo gastronómico y bailable Holy en la Costanera de Posadas, la víctima del ataque grupal, Rodrigo Ocampos, de 20 años, continúa sufriendo las secuelas de los golpes. Ahora, con el patrocinio legal del abogado Federico Esquivel, el denunciante comenzó un nuevo capítulo en la búsqueda de justicia. Según informó el letrado, ya le solicitaron al juzgado ser querellantes particulares en una causa que, van a proponer, sea caratulada como intento de homicidio agravado. “No queremos que este caso quede en la nada. Vamos a buscar un castigo ejemplar para que este tipo de conductas no se repitan y pongan en riesgo la seguridad de los jóvenes, de nuestros hijos”, declaró el abogado Esquivel a este medio. Según el representante legal de la víctima, la recolección de videos y el aporte de testigos de lo acontecido la madrugada del sábado pasado en los pasillos y a la salida del complejo Holy, podrían dar herramientas al juez Fernando Verón para configurar los hechos como un “homicidio en grado de tentativa”. Fuertes, violentos y sin control Siete días después del ataque de los patovicas de Holy, Rodrigo Ocampos todavía no pudo volver a trabajar en su barbería ni retomar los estudios. Un hematoma que tiñe de rojo sangre su ojo derecho le dejó la vista nublada, y escucha muy poco con el oído del mismo lado. “Cuando me tiraron al piso por segunda vez, uno de los patovicas me puso la rodilla en el pecho y comenzaron de nuevo a pegarme entre todos”, recordó Ocampos. “Yo pedía ayuda, pero nadie hizo nada…”. Luego lo sacaron del boliche bailable y la policía se hizo cargo, lo esposaron por la espalda y lo sentaron en el piso hasta su traslado al hospital Favaloro primero, y al Madariaga después para las primeras curaciones y el informe médico. El joven permaneció bajo custodia policial hasta las 13:30, cuando su papá fue a buscarlo a la comisaría seccional primera. “La gravedad de las lesiones en cuerpo y las posibles secuelas son evidencia de la violencia ejercida por los guardias de seguridad que, lejos de poner a resguardo a un cliente de Holy, descargaron toda su furia contra un par de jovencitos”, señaló Esquivel. El abogado posadeño remarcó que “la diferencia entre el físico de los patovicas y del joven agredido, y el hecho que entre 4 o 5 le pegaran a uno solo y lo dejaran casi inconsciente, demuestra de que no tienen límites. En cualquier momento puede ocurrir una tragedia mayor y podemos evitarlo”. “Sería bueno conocer si el personal está capacitado para operar con jóvenes en eventos nocturnos, o simplemente son hombres musculosos que actúan por impulso, como chacales atacando al más débil”, señaló Esquivel sobre el staff de seguridad de Holy, sobre quienes no descartó solicitar una pericia toxicológica que pueda explicar la violencia ejercida. Entre los guardias de Holy reconocidos al momento del ataque, los denunciantes aportaron a la justicia los nombres del jefe de seguridad, Nicolás Báez, y de dos de sus colaboradores: Gabriel Álvarez y Rubén Quintana.
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