20/07/2025 03:10
20/07/2025 03:07
20/07/2025 03:06
20/07/2025 03:05
20/07/2025 03:04
20/07/2025 03:03
20/07/2025 03:03
20/07/2025 02:59
20/07/2025 02:57
20/07/2025 02:55
CABA » Plazademayo
Fecha: 19/07/2025 23:34
Habrá licitación internacional para definir un nuevo operador. El Ejecutivo justifica la medida en supuestas ineficiencias del modelo estatal. El Gobierno nacional oficializó este viernes el inicio del proceso de privatización de Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA), la empresa pública responsable de prestar servicios de agua potable y cloacas en la Ciudad de Buenos Aires y gran parte del conurbano bonaerense. Según informó el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa, se avanzará con la venta del 90% del capital accionario de la compañía mediante un «esquema mixto» que incluye una licitación pública y la apertura al mercado de capitales. “Se realizará una licitación pública nacional e internacional para elegir un nuevo operador, y una oferta pública inicial para abrir el capital de la empresa a otros inversores”, detalló Adorni. Además, se confirmó que el 10% restante de las acciones permanecerá en manos de los trabajadores, bajo el Programa de Propiedad Participada vigente. La privatización de AySA se enmarca en el listado de empresas públicas que el Ejecutivo declaró “privatizables” en la recientemente aprobada Ley Bases, que también incluye a Enarsa, Nucleoeléctrica Argentina, Trenes Argentinos e Intercargo, entre otras. Justificaciones y controversias Adorni sostuvo que, desde su estatización en 2006, AySA demandó aportes estatales por 13.400 millones de dólares y que, pese a ello, se verificó un “fuerte deterioro en la infraestructura”. También criticó el aumento del plantel de trabajadores, que según sus datos creció un 90% durante la gestión estatal, y mencionó un nivel de morosidad del 16% frente al 4% que tenía en épocas anteriores. Sin embargo, en paralelo a estas críticas, el propio Gobierno utiliza argumentos más atractivos para potenciales compradores: la empresa habría alcanzado el superávit en 2024 gracias al aumento de tarifas, y se la presenta como una oportunidad de inversión rentable. Una historia que se repite La decisión revive una experiencia similar durante los años ‘90, cuando la entonces Obras Sanitarias de la Nación fue privatizada y rebautizada como Aguas Argentinas, bajo control de la multinacional francesa Suez. El contrato fue rescindido en 2006 debido a incumplimientos en las metas de calidad y servicio, entre ellas la falta de presión y la contaminación con nitratos en el agua en varias localidades del conurbano. Tras esa rescisión, el Estado nacional creó AySA y emprendió una expansión significativa: entre 2006 y 2015, tres millones de personas se sumaron al servicio de agua potable y más de dos millones al de cloacas, con coberturas del 83,3% y 63,3% respectivamente. Ahora, el Gobierno vuelve a apostar por el modelo privado. Según Adorni, la privatización “permitirá modernizar el precio y la calidad del servicio”, un discurso que remite al utilizado durante el proceso de reformas estructurales en los años noventa. Reacciones y futuro incierto El anuncio ya generó preocupación entre usuarios, sindicatos y especialistas en servicios públicos, que recuerdan las deficiencias del modelo privatizado anterior. También hay dudas sobre el impacto que podría tener en las tarifas, la calidad del servicio y el acceso universal al agua potable, un derecho humano esencial. La licitación se espera en los próximos meses, aunque desde la Casa Rosada aseguran que “falta muy poco” para finalizar el pliego y abrir el proceso formal.
Ver noticia original