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» Diario Cordoba
Fecha: 19/07/2025 17:56
El empresario Felipe Hernández, dueño del negocio Tejidos Hernández, perdía la vida este sábado en Molina de Segura (Murcia) a manos, presuntamente, de su primogénito, Felipe H. R., que ya ha sido detenido, informan fuentes policiales. También ha sido arrestada la hija del difunto, Rosario H. R., que iba con su hermano cuando se produjo la agresión, apuntan las mismas fuentes. Ambos hermanos son sospechosos de homicidio. Los hechos tenían lugar minutos antes de las once de la mañana, en la calle Mayor de la citada localidad de la Vega Media. La vía donde Hernández tenía su negocio "de toda la vida", según él mismo comentaba. Según indicaron fuentes cercanas al caso, todo empezó en el interior del comercio, donde el varón, de 65 años de edad, mantuvo una pelea con sus hijos, discusión que fue subiendo de tono hasta que, en un momento dado, el sexagenario cayó al suelo, según se investiga tras un golpe de su vástago en el transcurso de esta riña familiar. Acto seguido, los dos hermanos se marcharon del lugar, donde quedó el empresario, malherido. Le rompió el cráneo Sin embargo, Felipe Hernández no murió en el acto: llegó a salir de su comercio, sangrando, muy débil, y se desplomó en la calle, afirmaron testigos. Antes de perder el sentido, manifestó quién le había atacado: "Mis hijos, mis hijos me han pegado", verbalizó, apuntan fuentes cercanas al caso. Numerosas llamadas alertaron a Emergencias: había un hombre en la vía pública que precisaba de asistencia médica con urgencia. Al lugar se movilizó una ambulancia, con sanitarios, aunque nada pudieron hacer por reanimar al afectado: estaba muerto. Se alertó al forense y al juez de Guardia, para proceder al levantamiento del cadáver. Un familiar del fallecido asegura que este llevaba años siendo amenazado por sus descendientes Acudieron al escenario agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional, cuerpo competente para hacerse cargo del asunto. Miembros de este cuerpo fueron los que, al tener conocimiento de que habían sido dos descendientes del empresario los que, presuntamente, lo habrían agredido, procedieron al arresto de estos dos sospechosos. Y no en Molina de Segura, sino en la cercana localidad de Archena, donde residen. Fuentes cercanas al caso indicaron que hay indicios de que Felipe Hernández, que presentaba un impacto en la cabeza, se rompió el cráneo al caer al suelo. A la espera de la autopsia Los restos del sexagenario fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Murcia, para que sea la autopsia la que confirme si el fallecimiento de esta persona fue debido a una dolencia, producto de un accidente o de una agresión. El empresario, según apuntaron algunos de sus parientes, padecía del corazón. De ahí que, con la investigación recién iniciada, no se pueda descartar que sufriese una indisposición (como, por ejemplo, un infarto) que fuese la causa de que cayese al suelo y se diese el golpe que resultó letal. "Ámbito familiar" "La Policía Nacional investiga las causas dentro del ámbito familiar. El suceso no responde a motivaciones políticas, ideológicas o de otra naturaleza", dejaron claro desde la Delegación del Gobierno en Murcia, antes incluso de que la Policía Nacional confirmase el arresto del hijo. Desde el departamento que dirige Mariola Guevara se apresuraron a lanzar este mensaje para subrayar que el suceso no tiene nada que ver con los altercados de corte racista que han acontecido en la localidad de Torre Pacheco, a raíz de la agresión de un joven a un jubilado. La Delegación se adelanta así para frenar posibles bulos xenófobos que pretendiesen vincular la muerte de Felipe Hernández a migrantes: no fue un asalto en su negocio ni fueron personas de origen extranjero las responsables. Un testigo indica el lugar de la vía pública en el que se desplomó Felipe Hernández tras salir de su tienda, malherido. / Juan Carlos Caval Fueron los testigos de lo que dijo Felipe antes de desfallecer quienes pusieron a la Policía sobre la pista de los dos hermanos. Los investigadores se desplazaron entonces a Archena, donde los localizaron y capturaron a ambos. Fueron esposados y trasladados a dependencias policiales, donde pueden permanecer un máximo de 72 horas antes de ser llevados al Juzgado de Guardia de Molina de Segura. Felipe H. R. es el presunto autor de un homicidio encuadrado en el marco de la violencia doméstica. Según las primeras indagaciones, podría tratarse de un homicidio imprudente, si se confirma que, como previsiblemente alegará en su defensa, el acusado en ningún momento quiso acabar con la vida de su padre. Sobre su hermana pequeña, Rosario, también pesan cargos de homicidio, aunque no se trata de la presunta autora material. Lo sucedido generó gran impresión en el municipio, dado que tuvo lugar en pleno centro de la ciudad y en un momento en el que muchas personas iban y venían del mercado, explican vecinos de Molina de Segura. Hernández era muy activo en redes, donde se le conocía por 'azotar' a diferentes políticos del municipio, de todos los partidos. "Malos tratos físicos y psíquicos" Un familiar del fallecido explica a este diario que a Felipe "lo echaron de su casa; sus hijos, con su madre, que ha sido la artífice de todo". Subraya que Felipe, que había rehecho su vida tras la separación y estaba "feliz" con otra pareja, llevaba 15 años sufriendo amenazas y "vejaciones". "Han ido cada dos por tres haciéndole la vida imposible", subraya este hombre, que asegura que Felipe "se quedó sin bienes, lo puso todo a nombre de la mujer y los hijos". "Su única ilusión que tenía era jubilarse, que iba a cobrar la máxima", manifiesta este pariente, que sentencia que el difunto sufría "malos tratos físicos y psíquicos". "Ha denunciado seis o siete veces, ha pedido orden de alejamiento y nunca se la han dado. La Justicia no ha sabido actuar", destaca el pariente, que ha declarado ya ante la Policía Nacional. Felipe tenía "cuatro hijos, tres hijos y una hija; y la madre, que ha malmetido a los hijos contra el padre", especifica. "Se han visto tan impunes que han entrado el mayor y la hermana, le han pegado, se ha ido diciendo 'mis hijos me han pegado, mis hijos me han pegado, llamad al 112'. Pero el 112 no ha llegado a tiempo", lamenta el familiar.
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