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» Elterritorio
Fecha: 19/07/2025 06:54
Ramón Cabral insistió en el reclamo de Justicia por el asesinato de su hermano. Pidió que se cite a declarar al sereno que alertó del hallazgo a la Policía y a otros dos vecinos del barrio San Miguel viernes 18 de julio de 2025 | 20:28hs. Atravesado por el dolor que le toca vivir junto a su familia desde hace casi dos semanas, Ramón “Calula” Cabral intenta tomar fuerza, aunque sea por un puñado de minutos, para hablar y revindicar con firmeza su pedido para que se esclarezca lo más pronto posible el asesinato de su hermano Diego Andrés Cabral (48). Este último, quien se desempeñaba como empleado municipal al igual que Ramón, fue encontrado con el rostro desfigurado a golpes el pasado domingo 6 de julio, en cercanías a una cancha de fútbol del barrio San Miguel de la capital provincial. Y si bien por el caso hay un hombre de 63 años detenidos como presunto autor, las dudas aún continúan dentro de la familia Cabral en torno a las circunstancias del feroz ataque. “Él (Diego) era un artista, una persona que trabajaba, un artista que te hacía reír, te hacía feliz. Nunca estaba triste. No tenía enemigos”, comenzó su relato “Calula”, como muchos conocen a Ramón no solamente en el barrio 508 Viviendas de Itaembé Guazú donde actualmente reside y es presidente de la comisión vecinal, sino que en otros puntos de la ciudad donde se destacó como dirigente vecinal. Durante una entrevista que brindó con El Territorio, Cabral aclaró varias cuestiones que se expusieron en los medios durante los últimos días en torno a la vida de su hermano. Y, además, se refirió a las distintas versiones que le fueron llegando, con el paso de los días, sobre las hipótesis del ataque mortal. En primera instancia aclaró que su hermano no era una persona que vivía en situación de calle. En ese punto, remarcó que Diego tenía su casita, en el Sector 8 de 508 Viviendas y en el mismo terreno que compartía junto a su madre y a una de sus hermanas. “Él tenía su casa, tenía su cama, tenía su baño, vivía con su mamá tranquilo, vivía normal. Él era quien se encargaba de cuidar a mi mamá”, señaló el entrevistado. Sobre la situación personal que atravesaba en el último tiempo su familiar, mencionó: “Yo lo recuperé a él. Tenía una señora que le estaba acompañando desde hace mucho tiempo, pero por cosas de la vida ellos se pelearon y se tuvo que ir. Él se iba a manguearle a su señora, pero viendo que ya no tenía más nada que hacer con su relación me fui a buscarle. Lo traje y le dije ‘vos tenés que estar trabajando’”. Luego, recordó la última vez que fue visto con vida, un día antes del trágico hallazgo: “Él vino acá a las 4 de la tarde, le pidió plata a mi mamá y se fue. Se fue a buscar la muerte, o le esperaba la muerte. 10 días antes se habían peleado y él vino todo golpeado. Ese día estaba un poquito tomado y fue agredido en ese mismo lugar donde supuestamente le mataron a él”, mencionó Cabral, quien añadió que en esa oportunidad la Policía detuvo a varias personas de la cancha en San Miguel por el ataque a su familiar. Aunque mencionó que al único que no habían arrestado fue al actual detenido. “Yo sé que hay una persona detenida, quiero creer que fue él, pero también quiero saber por qué lo mató tan horriblemente, quiero entender por qué una persona de esa edad tuvo tanto odio hacia mi hermano ¿Por qué? No encuentro palabras, ni respuestas. Lo único que sí sé es que mi hermano no era una persona en situación de calle y no tenía problemas con nadie”, aseguró. A su vez, Ramón manifestó: “Tengo tanto dolor porque yo fui uno de los que más luché por él, por mi compañero, con los vecinos teníamos huertas acá. Él siempre estuvo conmigo, siempre me acompañó. Para mí es doble peso porque no le puedo explicar a mi mamá lo que estoy sintiendo, porque a lo mejor ella no me va a entender y ni ustedes me van a entender”. Versiones y un detenido En otro tramo de la charla, Ramón insistió con el pedido de Justicia, y que se esclarezcan las circunstancias del caso, ante las distintas hipótesis que se fueron tejiendo en torno al ataque. “Quiero pensar que se va hacer Justicia, quiero pensar que fue este señor, porque tampoco tengo más datos de esa supuesta camioneta blanca, no tengo más datos de una trafic, no tengo más datos de que fueron cuatro personas quienes lo dejaron en ese lugar. Yo tengo audios que relatan cómo le mataron a mi hermano, hay un chico que relata cómo fue el ataque: que mi hermano llegó hasta ese lugar, le pidió perdón a este hombre, y que esta persona le dijo que duerma, que al otro día hablarían tranquilos. Pero fue ahí que le garroteó hasta no poder más”. Sobre la relación que Diego tenía con su presunto agresor respondió: “Ellos se conocían porque él después de salir del trabajo con sus compañeros se iba y tomaban, pero cada uno luego se iba a su casa. Pero él escapaba de eso porque mi hermana le retaba cada vez que volvía a la casa, porque él tomaba y él (Diego) no quería entender eso también, se ponía argel”. La peor noticia Al ser consultado por cómo se enteraron del homicidio, Ramón recordó que ese fin de semana había viajado a Paraguay para visitar parientes de su pareja. Y que ese sábado ya su familia comenzó a preocuparse por Diego, ya que éste no había regresado al barrio. Luego, mencionó que ese domingo, cerca del mediodía, su hermana lo llamó y le avisó que habían encontrado a una persona muerta en la misma zona donde Diego solía frecuentar, lo que inmediatamente despertó mucho más la preocupación del entrevistado y toda su familia. “Me entraba a desesperar. Ya no era más nada lindo para mí. Ese mismo domingo, tipo doce de la noche, sentí pasar el mismo viento que cuando murió mi papá”, comentó el referente barrial, quien previamente a eso mantuvo comunicación con un efectivo de la Policía de Misiones, aunque durante gran parte de ese domingo no se había podido saber la identidad de la víctima por los golpes que presentaba en el rostro. “Según lo que yo calculo, a él lo mataron antes de las doce de la noche. Según las pericias encontraron astillas en el rostro. Solo en el rostro tenía golpes, en ningún otro lugar. Yo pienso que recibe el primer garrotazo y que no muere en ese instante, le pegan un segundo garrotazo y lo desmayan, ahí el viejito sale a buscar desesperado preguntando qué podía hacer, y alguno le habrá indicado que no podía dejarlo así y le dijo que le desfigure la cara. Entonces fue y le mató como un animal”. Para finalizar, el entrevistado sostuvo: “Quiero decirle al juez, a través de ustedes, que no quiero pensar que él va dejar esto como está, yo quiero Justicia. Yo no le estoy dando ninguna falsa información, no queremos más falsas informaciones, estamos dolidos, estamos lastimados. También quiero que dejen de decir cosas que no están a la altura de una familia destrozada. Él tenía 10 años de servicio, estaba a punto de pasar a con relación, no era una persona acabada como muchos dijeron. Estamos con la esperanza de que nuestro hermano descanse en paz y que se haga Justicia. Esto fue un homicidio con alevosía. Pedido de incorporación de tres testigos En otro tramo de la charla, Ramón Cabral expresó su fuerte malestar ya que hasta el momento no fue incorporado al expedientes que investiga el caso varios audios de Whatsaps que el propio entrevistado recolectó y en donde una pareja de jóvenes del barrio San Miguel se refieren puntualmente al asesinato. En ese contexto, mencionó que en esos mensajes se hace referencia a detalles sobre el accionar del detenido, el día del crimen, y que a su criterio podrían ser importantes para la causa. A su vez, reclamó que hasta ahora la Justicia no cuenta con imágenes de seguridad de cámaras cercanas al lugar de la cancha del barrio San Miguel. Y también solicitó que tanto el sereno que alertó a la Policía del hallazgo del cuerpo, como quienes enviaron dichos audios, sean citados a declarar ante el Juzgado de Instrucción Tres.
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