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» Elterritorio
Fecha: 19/07/2025 06:53
La pareja de Mirta Rodríguez identificó prendas y crece la sospecha de que fue víctima de femicidio. Hay un sospechoso que se encuentra detenido sábado 19 de julio de 2025 | 5:00hs. Vecinos contaron a la Policía que el olor nauseabundo se sentía hacía días en el sitio donde se hizo el rastrillaje. Con el correr de las horas, las esperanzas de encontrar con vida a Mirta Rodríguez (45), desaparecida hace casi dos meses en Salto Encantado, se esfuman y se cuela, en medio, el temor de lo peor. Su hermana Marina afirmó que los restos encontrados el pasado miércoles a la vera de la ruta provincial 9 son de ella. Y aunque la corazonada es fuerte, todavía restan los resultados de los exámenes forenses del cabello y los huesos encontrados en el lugar, desparramados entre malezas, para confirmar la identidad de la víctima. El Territorio pudo saber mediante la consulta a fuentes conocedoras del caso, que durante los rastrillajes la pareja de Rodríguez también reconoció algunas de sus pertenencias. Esto no haría más que reforzar la hipótesis de que a la desaparición le siguió la muerte. En el lugar, identificó un accesorio metálico y una sandalia que ya fueron llevadas para correspondiente inspección. El caso revela complejidad, sobre todo porque todavía no se encontró el resto del cuerpo. Además, lo hallado no reflejó a simple vista la existencia de lesiones: los informes de ADN y de huesos podrían arrojar luz a las circunstancias de la muerte y ratificar o descartar que se trató de una muerte violenta. Mientras ese proceso sigue, la Justicia tiene en la mira a Hugo G., ex pareja de Rodríguez y el último en verla con vida, según recordó Marina en una entrevista en Radio Up. El hombre, que residía en Buenos Aires pero había llegado a Misiones hacía algunos meses para trabajar en un yerbal, fue demorado el último martes. Pero, con el cruento hallazgo del miércoles, ese mismo día pasó a quedar detenido por ser sospechoso de femicidio. Fuentes consultadas por este diario señalaron que el muchacho habría confesado lo ocurrido a un compañero: “Me mandé una macana”, fue la forma en la que -siguiendo esas voces- se habría referido a la desaparición forzosa de Mirta Rodríguez. Búsqueda intensa Rodríguez fue vista por última vez el 20 de mayo, su teléfono dejó de emitir señal ese mismo día según precisó su hermana Marina. “Yo ese domingo al mediodía fue la última vez que hablé con ella, y el miércoles de esa semana me enteré de su desaparición”, relató. La mujer había salido de su hogar en Salto Encantado para visitar y cuidar a su madre, que vive en la localidad de 25 de Mayo, a unos 40 kilómetros. El recorrido que hacía hasta llegar allí era común en su rutina, por lo que el tiempo que le tomaba llegar tampoco variaba. Pero ese día nunca llegó, ni al siguiente. La preocupación escaló y su búsqueda en la comunidad se extendió por casi dos meses. Por la cantidad de días extraviada, la Policía comenzó a investigar y se posicionó en el radar el vínculo de Hugo con Mirta, quien habría sido el último en verla. El hombre -coincidencia o no- viajó a Buenos Aires el mismo día que Rodríguez desapareció, y a las semanas regresó a la Tierra Colorada. Testimonios Testigos a los que llegó la Justicia de Oberá, a cargo de la pesquisa, aportaron datos relevantes que permitieron reconstruir la relación que unía al presunto agresor con la mujer. Según confiaron fuentes a El Territorio, varios de esos aportes fueron contundentes al afirmar que el sospechoso tuvo algo que ver con la desaparición física de Rodríguez. En paralelo, los familiares de la víctima no dejaron de insistir y, ante su ausencia tan prolongada y extraña, preguntaban y visitaban frecuentemente la comisaría de la UR XI consultando por novedades en la investigación. “Nunca nos decían nada”, reconoció Marina. La pesquisa policial cobró otro tinte luego de que -siguiendo voceros consultados- un compañero del sospechoso confesara que éste se habría hecho cargo de lo sucedido y, totalmente frío, le habría dicho: “Me mandé una macana”. Justicia por Mirta y por todas Marina Rodríguez expresó su profundo malestar y desconfianza hacia el actual sospechoso. “No me sentía bien al lado de ese tipo porque siempre acarreaba un cuchillo, no era de fiar”, confió. Y si bien sólo lo había visto una vez, aseguró que siempre tuvo una sensación de inseguridad en su presencia. Su recelo se agudizó después de conocer que, según testigos, el hombre habría confesado estar implicado en la desaparición de su hermana. Al ser consultada sobre si los restos hallados esta semana pertenecen a Mirta, la pariente lo confirmó con voz temblorosa. En medio del dolor, Marina insiste en que su familia está enfocada en lograr justicia. “Queremos justicia y que no lo suelten, si él hizo esto a mi hermana puede hacérselo a cualquier mujer”, reclamó con firmeza. De confirmarse la identidad de los restos hallados, Misiones estaría frente a su quinto femicidio en siete meses. El más reciente, de Claudia Batista (28), ocurrió hace menos de dos semanas en San José, en manos de -nuevamente- la expareja de la víctima, Gabriel N. de 25 años.
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