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Parana » Informe Digital
Fecha: 19/07/2025 03:21
La firma Lácteos Verónica ha solicitado la apertura de un procedimiento preventivo de crisis con el fin de mantener su operación en un contexto complicado. Ha propuesto despedir a 210 trabajadores, lo que dejaría su plantilla en 330 operarios distribuidos entre tres plantas en la provincia de Santa Fe. Desde hace meses, la empresa enfrenta una grave crisis financiera, registrada por cheques rechazados. Hasta la fecha, se han acumulado 2132 cheques devueltos por un total de $6.598.878.452,14, según la Central de Deudores del Banco Central (BCRA), todo ello por falta de fondos. La empresa, de propiedad de la familia Espiñeira, ha presentado su propuesta de reestructuración bajo la ley 24.013 ante la Secretaría de Trabajo de la Nación, según informaron desde la compañía. Lácteos Verónica también aparece en el Mercado Argentino de Valores con pagarés no cumplidos que vencen en julio y agosto de 2025 por un monto de $20.000.000, según constató LA NACION. Sin embargo, la empresa enfrenta otros compromisos, como cargas sociales y prepagas, que tampoco ha estado cumpliendo. Los compromisos mensuales de la firma ascienden a aproximadamente $260 millones, según informes de Nosis. “La crisis que enfrenta la empresa está directamente relacionada con la situación del sector lácteo en Argentina: caída en la producción (un 7% en 2024), descenso en el consumo (una baja del 9,7% en el mercado interno en 2024), incremento de costos (en un contexto inflacionario que ha perdurado durante la última década), cadena de valor poco competitiva y concentración del mercado. Esta situación se ve agravada por la imposibilidad de acceder a financiamiento a tasas de interés razonables”, señalaron desde la firma. Semanas atrás, trabajadores de Lácteos Verónica se reunieron con legisladores provinciales. Por otro lado, también destacaron que la producción de la empresa ha pasado de 800.000 litros diarios a solo 180.000, lo que ha generado una importante capacidad ociosa y repercutido directamente en las finanzas de la compañía. Esto llevó a la firma a vender su inmueble central y a tomar decisiones drásticas sobre su estructura. Por esta razón, argumentaron, “sus autoridades presentaron una acción para sostener la operación y evitar su cierre”. Además, manifestaron que “la empresa reitera su intención de continuar realizando inversiones y acciones de formación profesional”. Durante una audiencia sobre el procedimiento preventivo de crisis, estuvieron presentes las autoridades de la empresa, de la Secretaría de Trabajo de la Nación y del gremio. Desde la firma aclararon que la solicitud surge del hecho de que actualmente la empresa no está produciendo a los niveles habituales. En relación con los salarios en mora, informaron a este medio que se ha completado el pago del mes de mayo. Sin embargo, el de junio y el aguinaldo de los trabajadores aún no han sido saldados. Indicaron que están buscando la forma de abonarlos. La empresa genera 540 puestos de trabajo entre sus tres plantas procesadoras y distribuidores en Lehmann, Suardi y Totoras. A partir de este procedimiento, durante la audiencia de este viernes, Lácteos Verónica pretende despedir a 210 empleados mediante el pago de una indemnización reducida, aplicable en casos de falta o disminución de trabajo que no puedan ser imputados al empleador o que constituyan fuerza mayor comprobada. Según se detalla en el acta de la audiencia, la firma busca suspender al 30% de su plantilla durante sesenta días, abonar el 75% de la remuneración salarial del personal como prestación no remunerativa según lo dispuesto por el art. 223 bis LCT, modificar turnos y reducir la jornada laboral por 120 días, desdoblar el pago de haberes en cuotas y realizarlos después de la fecha de vencimiento, y dejar sin efecto la aplicación del CCT N° 2/88, paritarias e incrementos salariales desde la homologación del acuerdo y por un período de 12 meses. Atilra rechazó esta propuesta, considerándola inaplicable, improcedente y contraria a derecho, argumentando que la situación alegada por la empresa no configura fuerza mayor ni reducción de trabajo según los términos legales, lo que se desprende del acta. “La realidad es que a los trabajadores les deben mayo y junio. Ahora están cancelando mayo. Los balances que presenta la empresa son positivos: su pasivo es mínimo. Su deuda corriente no supera el mes, al igual que su facturación. Lo que nos llega es que los accionistas, que son 16, han estado en conflicto, y algunos de ellos quieren disminuir el valor de la empresa para quedarse con las acciones”, afirmaron desde Atilra. A principios de julio, los trabajadores se reunieron con legisladores provinciales para buscar una solución ante la falta de pagos de la firma. La reunión tuvo lugar en la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara baja provincial.
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