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Parana » La Nota Digital
Fecha: 19/07/2025 02:23
«Mudar es desprenderse», dice la poetisa. Mudar es desprenderse Por la puerta de aquella mi casa un buen día salieron todos mis vestidos, hileras de zapatos, abrigos viejos, libros entrañables, cajas con fotos y calzones, y las ganas de seguir. Uno a uno en el camión rentado, se montaron bultos, los años que pesaban, el sartén, y un par de tazas sin café. Por el mismo quicio, cruzaron mudas de ropa, bolsas llenas de tristeza, y el temblor en mis pies que se aferraban a ese suelo. Mi lengua tropezaba, mis entrañas se abatían. Pero el vértigo de lo incierto, del futuro promisorio persistió con la succión. Esa puerta vio salir mi porvenir y las cobijas, el frío de mi espalda, los abrazos. Algo más se aferró a quedarse, adherido está en las paredes, junto al aroma de tabaco y el brillo de tus ojos. Ya hay resignación y entiendo bien que mudar es desprenderse para siempre, aunque el corazón mantenga intactos los latidos y no haya más remedio que seguir del otro lado del umbral. Hemíptera estampa de la ninfa vocinglera Uno piensa desierto y se invoca al silencio paraje sin ruido, hueco de aves oleaje de cerros trashumantes sordo panorama del calor. Pero en el estío la canícula se llena de zumbidos y arrolla en la tacaña fronda una estridencia filosa, un ronroneo imprudente. No habrá regreso en el sopor: comenzará una fiesta rotunda ruidosa y rimbombante. Es la sordina de chicharras. Sin parar, un chillido, chismoso, chirriante gruñido de zetas apretadas, estribillo necio, cacofónico y ensordecedor. Y ahí estarán estridulando neciamente hasta que el sol caiga junto a la rama marchita que amarilla arrastrará la vida fugaz de una ninfa vocinglera. Descansa, papá Ni siquiera la muerte permanece J.E. Pacheco Descansa, papá. Cierro los ojos y te pienso. Lo hago para verte sentado a la mesa frente al vino, en la tarde larga de música y risas. Cuando tu cuerpo no era inerme y había danza en tus ojos. Gritaré tu certeza, aquella de instantes compartidos ahora de todos y de nadie, con su ruido y su silencio. Con el vacío que abocarda mis entrañas. Mantén tu quietud que mi centro es un relajo, un aquelarre solitario sin tu voz. Descansa, papá. Siempre sabré donde encontrarte. Círculo de Poesía Rosa Espinoza (Mexicali, Baja California, 1968), es editora, poeta y narradora. Su obra ha sido publicada en revistas como Tierra Adentro, Yubai, Aquilón, De la tripa, Zur, Pórtico entre otras y en las antologías Betoviana (UABC, 2000); Nuestra cama es de flores (Cecut, 2007). Desde 1996 ha sido coordinadora editorial de revistas académicas y literarias. De 2003 a 2011 fue editora en jefe de la editorial universitaria de la UABC y coordinadora general de la Feria Internacional del Libro UABC. Actualmente es catedrática del Centro de Enseñanza Técnica y Superior y asesora editorial de esa misma institución. Es propietaria de los sellos editoriales Malabares y Pinosalados, en los que ha publicado 24 títulos. En el marco del dossier preparado por Mónica Morales Rocha MÁS…
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