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  • Hallan un paisaje fluvial que estuvo oculto bajo el hielo de la Antártida durante más de 30 millones de años

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 17/07/2025 20:59

    Bajo el hielo de la Antártida Oriental se descubrió un paisaje fluvial de hace más de 30 millones de años, preservado con mínima erosión (AFP) Bajo una capa de hielo de hasta 2.500 metros de espesor, un equipo internacional de científicos descubrió los restos intactos de un antiguo paisaje costero modelado por ríos, que permaneció oculto durante más de 30 millones de años en la Antártida Oriental. El hallazgo fue liderado por la Universidad de Durham, en Reino Unido, en colaboración con el British Antarctic Survey (BAS), y los resultados fueron publicados en la revista Nature Geoscience. Las estructuras identificadas, conocidas como superficies planas subglaciales, se extienden por 3.500 kilómetros entre Princess Elizabeth Land y George V Land, territorios del polo sur. De acuerdo con el trabajo, estas superficies formaron parte de una llanura costera continua “esculpida” por ríos hace más de 30 millones de años, antes de que el hielo cubriera la región. El descubrimiento tiene implicancias fundamentales para las proyecciones del aumento del nivel del mar, ya que estos paisajes antiguos podrían estar ralentizando el desplazamiento del hielo hacia el océano, según los expertos. Al actuar como superficies elevadas y rugosas debajo de la capa de hielo, ayudarían a frenar el avance de los glaciares, lo que podría contribuir a estabilizar el comportamiento del hielo antártico frente al calentamiento global. Un paisaje fluvial antiguo y el avance glaciar Estas formaciones fluviales datan de entre hace 100 y 34 millones de años, cuando aún no se había iniciado la glaciación en el hemisferio sur (NASA/Handout vía REUTERS) Los investigadores determinaron que las 31 superficies planas mapeadas presentan características morfológicas similares, con pendientes suaves, escasa rugosidad superficial y orientación costera. Según el estudio, “estas superficies son fragmentos de una antigua llanura costera formada por erosión fluvial, que data de entre la separación de la Antártida de Australia (entre 100 y 80 millones de años atrás) y el inicio de la glaciación del hemisferio sur (hace unos 34 millones de años)”. El equipo liderado por Guy J.G. Paxman, investigador de la Universidad de Durham y autor principal del trabajo, interpretó que estas superficies fluviales han sido preservadas con poca erosión desde la formación del hielo, lo que sugiere una dinámica basal fría y estable. El experto afirmó en un comunicado: “El paisaje oculto bajo la capa de hielo de la Antártida Oriental es uno de los más misteriosos no solo de la Tierra, sino de cualquier planeta terrestre del sistema solar. Estas superficies planas que hemos encontrado probablemente sean restos de antiguos lechos de ríos que han sobrevivido bajo el hielo. Su forma y posición parecen ralentizar el movimiento del hielo sobre ellas, actuando casi como un freno para los glaciares de flujo rápido”. El paisaje subglacial funciona como freno para los glaciares, actuando como un sistema de anclaje natural que modula el flujo del hielo (Rebecca Dell. EFE) Además, se observó que los glaciares de rápido desplazamiento, como Totten, Mertz y Denman, fluyen por los profundos valles glaciares que dividen estas superficies planas, lo que podría indicar una relación directa entre estructuras heredadas del pasado y las rutas actuales del hielo. Según el estudio, “la formación de ‘ice rises’ sobre estas plataformas elevadas podría actuar como puntos de anclaje, reduciendo el flujo de hielo hacia el océano y limitando el retroceso de la línea de flotación”. En otras palabras, cuando el hielo se apoya sobre estas superficies altas bajo la capa glaciar, puede formar zonas estables llamadas ice rises, o “elevaciones de hielo”. Estas estructuras funcionan como soportes naturales que ayudan a frenar el desplazamiento del hielo hacia el océano, lo que a su vez retrasa la pérdida de masa glaciar y contribuye a mantener bajo control el aumento del nivel del mar, siempre de acuerdo con los autores. Cómo estudiaron el área oculta bajo hielo La identificación de estas superficies fue posible gracias al uso de tecnología radio-eco-sonda aérea (RES), que permite observar el relieve oculto bajo el hielo. Mediante vuelos realizados durante más de una década, los científicos lograron mapear con precisión el paisaje enterrado en la Antártida Oriental. La tecnología de radio-eco-sonda aérea permitió observar el relieve enterrado bajo capas de hielo de hasta 2.500 metros de espesor (BAS) Estas herramientas permiten penetrar el hielo y mapear el relieve subglacial. Se logró construir un inventario morfológico de las zonas planas, analizando su elevación, inclinación y rugosidad local, según divulgaron. Para entender mejor cómo era este paisaje antes de quedar sepultado por el hielo, los investigadores simularon qué forma tendría la superficie si se eliminara el peso del hielo actual. Así descubrieron que muchas de estas zonas están ubicadas entre 200 y 450 metros sobre el nivel del mar y tienen una leve inclinación hacia la costa. La similitud morfológica de estas superficies en distintos sectores del margen este antártico fue confirmada mediante un análisis que concluyó que todas forman parte de una única población estadísticamente homogénea. Este enfoque permitió descartar la influencia de estructuras geológicas subyacentes como factor dominante en la formación de las superficies. El hallazgo ofrece un nuevo dato clave para mejorar las proyecciones sobre cómo se comportará el hielo en la Antártida. Según el artículo, “las superficies planas proporcionan una nueva restricción sobre el estado térmico basal del margen de la Antártida Oriental”, es decir, ayudan a entender si la base del hielo está congelada o no, algo fundamental para saber cuán rápido puede deslizarse. Si el hielo de la Antártida Oriental se derritiera, el nivel del mar mundial podría elevarse hasta 52 metros, advierten los científicos (NASA) Los investigadores explican que estas zonas, al ser rocosas y resistentes a la erosión, podrían frenar el avance del hielo hacia el mar, funcionando como barreras naturales frente al calentamiento global. Uno de los aspectos más relevantes es que, si el hielo antártico oriental se derritiera por completo, el nivel del mar global podría subir considerablemente, de acuerdo con el hallazgo. Aunque este escenario es extremo, comprender las condiciones que moderan el flujo de hielo resulta esencial para anticipar la respuesta de la Antártida a futuros aumentos de temperatura. El Dr. Tom Jordan, geofísico del BAS y coautor, manifestó en un comunicado: “Estos hallazgos muestran cuánto del pasado de la Antártida permanece oculto bajo el hielo. Comprender los paisajes antiguos que influyen en el flujo de hielo actual es crucial para predecir cómo se comportará esta enorme capa de hielo en el futuro”. El artículo concluye que “es necesario seguir explorando la influencia de estas superficies sobre la dinámica del hielo durante los climas cálidos del pasado”, y propone extraer muestras de roca bajo el hielo para fechar con mayor precisión la última vez que estas zonas estuvieron libres de hielo.

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