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  • Moratalaz y Chamberí, dos joyas imperdibles de Madrid

    » Comercio y Justicia

    Fecha: 17/07/2025 16:02

    Ambos distritos se distinguen por su oferta cultural y marcada personalidad a través de murales callejeros, museos, mercados, bares y tabernas, restaurantes de alta cocina, palacetes señoriales y encantadores circuitos de compras, entre otros atractivos que los hacen únicos Madrid alberga dos distritos únicos que merecen ser visitados y recorridos al menos una vez en la vida. Uno es Moratalaz, situado al sureste de la capital española que se caracteriza por los murales que embellecen distintos edificios, reivindicando el arte urbano como forma de expresión. El otro es Chamberí, la zona más castiza de esta ciudad que conserva como pocas la esencia de barrio se destaca por su fama de mantener un aire señorial herencia de su pasado aristocrático. Al primero, que registró un gran crecimiento en los años sesenta del pasado siglo, se lo conoce como Muraltalaz y es el sitio favorito de los fans del arte visual en la calle. Este apodo deriva de una iniciativa, que abarca 19 obras creadas por artistas de dimensión internacional y dispone de una versión interactiva y accesible. Las fachadas de colegios, polideportivos, centros culturales y otros espacios públicos han sido el lienzo perfecto para que reconocidos muralistas impacten, desde un punto de vista artístico y pedagógico, con mensajes que invitan a reflexionar sobre temas tan candentes como el aislamiento, la ecología o las relaciones humanas. Ciegos de luz azul es el título con el que el artista Gonzalo Martín, conocido como Taquen, ha bautizado a su trabajo en el que plantea el aislamiento que generan las tecnologías. Y así lo refleja a través de un díptico en el que por un lado representa a una persona mirando el móvil y en el otro a esa misma persona bailando y llena de vitalidad. La ecología y la naturaleza está presente en artistas como el francés Kalouf, que con su obra Búho real hace un llamamiento a proteger a estas aves de amenazas como la caza furtiva, y el portugués Lucas Farias con un colorido mural de 150 metros lineales, que lleva el evocador título de Sinfonía salvaje. El dúo formado por el mexicano Octavio Alegría y la burgalesa Esther del Prado, que forman el colectivo Alegría del Prado, han dado vida a “El oso”, una obra que rinde homenaje a la infancia y la influencia que ejerce el contacto con la naturaleza. Y la naturaleza y, en este caso las plantas, ha inspirado también al artista Zësar Bahamonte para su mural El Cultivador, parada imprescindible en esta ruta. Cada mural cuenta una historia con protagonistas que retan a pensar, como la original Caperucita de la obra Familia de lobos de Asem Navarro. Una nueva versión de este entrañable personaje que se representa como protectora de los lobos, a los que desprende de su imagen negativa. La evocación a momentos del pasado vinculados al deporte ha inspirado a Paula Díaz para su obra La Elipa 1950 con objetos que, según su autora, actúan como cajas de recuerdos con historias de esfuerzo y celebraciones compartidas. Y la estética del deporte ha sido también la elegida por el muralista conocido como Murfin para su instalación denominada All-ympics, que hace referencia a los Juegos Olímpicos de los años 70-80’s. En el caso de la artista gallega Lidia Cao se puede disfrutar de sus trabajos por partida doble. En El soñador convoca a reflexionar sobre el esfuerzo de mantener la calma contra viento y marea, y en El hallazgo representa la alegría de una mujer científica frente a un nuevo descubrimiento. Los primeros grafitis La vocación temprana es algo que comparten muchos de los muralistas que han dejado su huella en Madrid. Ya en el instituto, el madrileño del barrio de Usera, Hugo Lomas, conocido como Sfhir, descubrió que lo suyo era el mundo del graffiti, pero del bueno. De ese que venía de los artistas de los años 70 cuando surgió el movimiento y que descubrió en un libro que le abrió los ojos. Su nombre es hoy en día uno de los más sonados del panorama internacional con reconocimientos como el premio al mejor mural del mundo, que le concedieron en 2023 por la obra La violonchelista, que realizó en La Coruña. Y es este mundo, el de la música, el que ha plasmado en su mural Sinestesia en Moratalaz, que rinde culto a las mujeres artistas y músicas anónimas. La impronta de este icónico artista plástico se extiende por otras zonas como Carabanchel donde fundó 95 Art Gallery, un original espacio en el que, además de tener su taller, ofrece una muestra permanente de murales creados en sus propias paredes por artistas nacionales e internacionales. Es el autor además de La musa de Vistalegre, el mural que se encuentra en Carabanchel y que con sus 18 metros de altura se ha convertido en el más grande de España. No solo las fachadas, también los suelos como los de la popular plaza Manuel de la Quintana se han transformado en obras de arte al aire libre, gracias a Eneko AT, ganador de múltiples premios de pintura mural. Vida al parque se llama el trabajo de este artista navarro, que ha cubierto más de 600 metros cuadrados con coloridas y evocadoras imágenes de momentos cotidianos y de libertad, como alguien leyendo calmadamente en el parque o las mariposas y los pájaros que lo circundan. Chamberí, vida de barrio y glamour Dicen que Chamberí es la zona más castiza de Madrid, un distrito ecléctico grande y diverso formado por seis barrios: Trafalgar, Arapiles, Gaztambide, Vallehermoso, Ríos Rosas y Almagro. Cada uno tiene su singularidad, que merece la pena conocer. Lo ideal es caminar por sus calles, observando la arquitectura señorial de sus edificios. Muchos de ellos fueron residencia de gran parte de la aristocracia en los siglos XIX y XX. Algunas de sus calles como Zurbano concentran singulares palacetes y ha sido considerada como “una de las mejores de Europa”. En este recorrido, también se disfrutan encantadoras plazas como la de Olavide en el barrio de Trafalgar, ideal para deleitarse con la gastronomía más variada en modo de; y el Paseo de Eduardo Dato con la Plaza de Chamberí, además de otros oasis arbolados como el Parque de Santander con más de 55.000 metros cuadrados de zonas verdes y pistas para descargar adrenalina con todo tipo de deportes como baloncesto, voleibol y hockey. Chamberí es, además, un paraíso para las experiencias culturales. Junto a las grandes pinacotecas del Paseo del Arte,e ofrece otros fascinantes museos menos conocidos como: el Museo Sorolla (cerrado temporalmente por obras de rehabilitación); el Museo Geominero relacionado con los minerales, rocas o fósiles; y el Andén Cero una antigua estación de metro, cerrada en 1969 que se ha rehabilitado para convertirla en un centro de interpretación del Metro de Madrid. Galerías de arte La actividad cultural se ve también representada por las galerías de arte, diseminadas por todo el distrito. En ellas podrás admirar la obra de creadores nacionales e internacionales y asistir a encuentros y conferencias que te pondrán al día de lo que se cuece en el mundo del arte más de vanguardia. Es el caso de la Galería Freijo, en la calle Zurbano, que expone obras de artistas nacionales y latinoamericanos. Los apasionados a la fotografía encontrarán su lugar perfecto en galerías como la del fotógrafo Javier Aranburu, en el barrio de Gaztambide. En ella se puede conocer y adquirir la obra de este artista y disfrutar de una exposición permanente de fotografías sobre Madrid. Otras de las galerías imprescindibles de Chamberí son Bat Alberto Cornejo; NF Nieves Fernández; Daniel Cuevas; Cayón y carlier | gebauer. El recorrido por esta zona tiene otra parada obligatoria en espacios singulares que parecen sacados de una película como el Frontón Beti Jai, construido a finales del siglo XIX para albergar los encuentros de esta especialidad deportiva de gran popularidad en la época. Otra joya arquitectónica es la Casa de las Flores diseñada en 1931 por Secundino Zuazo y declarada Monumento Nacional en 1981. Para tener en cuenta, Chamberí es uno de los distritos que concentra mayor oferta de ocio, en especial la dedicada al mundo del teatro y el cine, así como también una zona de compra que se posiciona como una de las de mayor oferta. El área más frecuentada es la calle Fuencarral, donde se encuentran encontrar los establecimientos de las principales cadenas de ropa y complementos, muchas de ellas de las principales firmas españolas, y todo tipo de propuestas para estar a la última. Lo más divertido es perderse por los barrios y calles del distrito y brujulear entre herbolarios, mercerías, tiendas de libros, manualidades y juegos de mesa, entre otros. Uno de los mayores encantos son los bares y tabernas de toda la vida que se concentran en áreas como Plaza de Olavide, la glorieta de Quevedo, las calles de San Bernardo y Santa Engracia, las zonas de Vallehermoso y Gaztambide y la calle Ponzano. Vale destacar que la zona aglutina una gran parte de los restaurantes Estrella Michelin como Saddle, capitaneado Adolfo Santos; Clos Madrid del sumiller asturiano Marcos Granda; Smoked Room del chef malagueño Dani García; Coque de los hermanos Sandoval; La Tasquería y Quimbaya del chef colombiano Edwin Rodríguez. La vida de barrio se respira en sus mercados municipales como el de Guzmán el Bueno, el de Vallehermoso o el de Chamberí. En ellos es posible no solo adquirir los deliciosos productos de temporada, sino también degustar auténticos platos de la gastronomía madrileña e internacional. Arte callejero, museos secretos, bares de toda la vida, cocina de autor, mercados gastronómicos, edificios singulares y mucho más, ubican a estos lugares entre los imperdibles de la capital madrileña. Más info: @madriddestino – www.esmadrid.com

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