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  • El hospital que reactivó la comarca: historia y obras acometidas

    » Diario Cordoba

    Fecha: 17/07/2025 13:46

    Hace 40 años, el 9 de julio de 1985, se celebró la inauguración del hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco, el segundo hospital comarcal que abría en la provincia, después de que el 29 de junio de 1982 comenzara a prestar servicio el hospital Infanta Margarita de Cabra. El hospital comarcal Valle de los Pedroches ha contribuido mucho, en las cuatro últimas décadas, al desarrollo socioeconómico de la comarca de Los Pedroches y también a la del Guadiato. Hasta la apertura del hospital ubicado en Pozoblanco, los vecinos del norte de la provincia de Córdoba presentaban un gran déficit de recursos hospitalarios públicos de calidad. Antes de que existiera este centro, cada vez que los vecinos del norte de la provincia tenían que acudir a la capital cordobesa para recibir atención hospitalaria (partos, operaciones quirúrgicas, consultas de especialistas o una urgencia que no podía resolverse en un centro de salud), estas personas debían perder hasta dos horas de media en el trayecto entre su punto de residencia y la ciudad de Córdoba, debido a que las comunicaciones por carretera eran muy deficitarias. Así, hasta que abrió el hospital de Pozoblanco, bastantes bebés de la comarca llegaron a nacer mientras iban de camino hacia Córdoba, al no poder esperar tanto tiempo dentro de sus madres, a la vez que también más de una urgencia no dio tiempo a ser resuelta antes de que el hospital Valle de los Pedroches se pusiera en marcha, debido precisamente al complicado trayecto por carretera que había que hacer hasta Córdoba. Uno de los incidentes más trágicos fue el que le ocurrió al torero Paquirri, que murió en Córdoba, tras ser cogido en la plaza de toros de Pozoblanco, debido a que el hospital comarcal que estaba a punto de abrir en esta localidad aún no estaba en funcionamiento. Sin embargo, hubo otros casos como el de Paquirri, de personas que, al encontrarse graves, fallecieron o empeoraron de camino a Córdoba, por no llegar a tiempo a la capital para ser asistidas en un hospital. El primer director del hospital de Pozoblanco, José Miguel Laín, fue contratado por la Junta de Andalucía justo un día antes de la muerte de Paquirri, concretamente el 25 de septiembre de 1984. Rey Juan Carlos I En aquellas fechas, la empresa encargada de la obra del hospital de Pozoblanco había quebrado y quedaba culminar un edificio, que el entonces rey Juan Carlos I se había comprometido a mediar para que se edificara, durante una visita que una década antes había hecho el ahora rey emérito al municipio pozoalbense. La puesta en servicio del hospital comarcal Valle de los Pedroches coincidió con el año en el que el Estado transfirió las competencias sanitarias a la Junta de Andalucía. El hospital se había construido en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Pozoblanco en la antigua estación de ferrocarril. Las autoridades que inauguraron el hospital hace 40 años fueron recibidas por pancartas, que incluían frases de descontento por haber tenido que esperar tanto tiempo para contar con un hospital. El primer director de este hospital, como ya se ha citado fue José Miguel Laín, y después le siguieron, por orden de mayor a menor antigüedad, Fernando Terol, Nicolás Rodríguez, Javier García, Enrique González, Salustiano Luque, José Manuel Aranda, Margarita Sardinero, Arturo Domínguez, José Antonio Ruiz, Juan Espinar, Pedro Ceballos y Ana Leal, siendo desde abril Carmen de la Cámara la actual directora gerente. Desde los inicios, la plantilla del hospital ha sido muy familiar, pues en algunos casos ha estado integrada por profesionales de la comarca, pero en otros, eran personas que se habían trasladado a esta zona de la provincia para desarrollar su carrera profesional y que echaron ya raíces en Pozoblanco. Los comienzos no fueron fáciles. El 19 de abril de 1988, una veintena de alcaldes (de todos los partidos políticos e independientes), sindicatos, empresarios y asociaciones de la comarca, protagonizaron un encierro para demandar mejores carreteras y que no se suprimieran servicios en este nuevo hospital comarcal, ya que el centro sanitario presentaba déficit de algunos especialistas, lo que afectaba a los partos y a la actividad quirúrgica, fundamentalmente. En 1996 el hospital de Pozoblanco pasó a formar parte del Área Sanitaria Norte de Córdoba, que incluía los dos valles, el de los Pedroches y Guadiato. Con el tiempo, la Junta de Andalucía, como respuesta a la demanda de la población, vio la necesidad de construir en esa zona un hospital más, de menor tamaño, para asistir a los vecinos del Guadiato, inaugurándose el complejo ubicado en Peñarroya-Pueblonuevo en el año 2009. Población de referencia En la actualidad, la población de referencia del hospital de Pozoblanco es de 71.536 habitantes, casi 6.000 usuarios menos que hace una década y una cifra muy inferior a la que había en los comienzos, debido a la despoblación tan fuerte que sufre el norte de la provincia. La población adscrita a este centro sanitario corresponde a los 25 municipios de las comarcas de los Pedroches y el Guadiato, junto a sus aldeas. Según los datos del Servicio Andaluz de Salud (SAS), del total de usuarios del área norte, un 27,1% del total, 19.373, tiene más de 65 años, lo que indica que esta zona de la provincia tiene la población más envejecida. De este total de personas mayores hay 1.662 pacientes crónicos complejos. El Área Sanitaria Norte se enfrenta al reto de que el 27,1% de la población que atiende en la actualidad tiene más de 65 años La dirección del Área Sanitaria Norte destaca la mayor prevalencia en esta zona de enfermedades no transmisibles, como patologías cardiovasculares, respiratorias, procesos oncológicos o de Salud Mental. «Esta situación de envejecimiento de la población nos plantea un reto de salud, que requiere un importante uso de recursos. Entre otros, fundamentalmente, un seguimiento y prevención de las descompensaciones, con implantación progresiva de unidades de continuidad asistencial que impliquen a todos los niveles asistenciales y con acuerdos de colaboración sociosanitaria», remarca la directora del Área Sanitaria Norte, Carmen de la Cámara. «En esta línea se trabaja en nuestra zona, junto a 9 centros de personas con discapacidad, 28 residencias de mayores (pronto serán 29) y 9 unidades de estancia diurna. Tenemos una relación bien consolidada que se intensificó durante la pandemia, con la creación de equipos médicos y de enfermería específicos que ofrecieron apoyo directo a los centros, creando una red eficaz para proteger a las personas más vulnerables. Concretamente, se han impulsado jornadas y proyectos conjuntos sobre buenas prácticas, como la eliminación de sujeciones físicas y el uso responsable de sondas en personas con demencia avanzada, mejorando así la atención en los centros residenciales», destaca Carmen de la Cámara. «El sistema sanitario está evolucionando para adaptarse mejor a las necesidades de las personas con enfermedades crónicas y situaciones de salud complejas. Se apuesta por una atención personalizada, que clasifica a la población, según su nivel de riesgo o complejidad, para ofrecer una respuesta ajustada a cada situación. Esta visión es integral, ya que tiene en cuenta no solo los aspectos médicos, sino también los sociales de cada paciente», sostiene la también especialista en Pediatría. La atención primaria del Área Sanitaria Norte colabora de forma estrecha con el hospital. Su directora incide en que en la actualidad existe una mayor relevancia de profesionales, como las enfermeras gestoras de casos o los trabajadores sociales, claves en el seguimiento y la coordinación de los cuidados. «Precisamente, la mejora de la coordinación entre los distintos niveles asistenciales es otro de los pilares de este modelo, con el objetivo de garantizar una atención continua, sin interrupciones y adaptada a cada etapa del proceso de salud. Además, se promueve activamente el autocuidado y la implicación de los cuidadores, reconociendo su valor dentro del equipo asistencial. De otro lado, la incorporación de nuevas tecnologías, como la historia clínica en movilidad y la telemedicina, permiten un seguimiento más eficaz del estado de salud y una mejor toma de decisiones clínicas por parte de los profesionales, siempre contando con la participación del propio paciente», resalta la gerente. En lo que respecta a la plantilla, en el hospital de Pozoblanco en sus inicios ejercían unos 427 profesionales, había cuatro consultas y 128 camas, pero en la actualidad son 1.155 trabajadores y 137 camas, de las que 6 de cuidados intensivos (UCI). Por otro lado, en los últimos tiempos, en este hospital y en el Área Sanitaria Norte, la Junta de Andalucía ha acometido mejoras a favor de la sostenibilidad. Entre las acciones más destacadas, se encuentra la instalación de plantas de energía fotovoltaica en los hospitales de Pozoblanco y Valle del Guadiato, así como en varios centros de salud, lo que permite generar energía limpia y reducir el consumo eléctrico convencional. El expresidente de la Junta de Andalucía José Luis Rodríguez de la Borbolla, José Miguel Laín, primer director del hospital, y Pablo Recio, consejero de Salud en aquella época, en la inauguración del hospital. / CÓRDOBA Planta solar Este hospital cuenta a su vez también con una planta solar térmica, que permite aprovechar la energía del sol para generar agua caliente sanitaria de forma más sostenible. Por su parte, se han implantado sistemas de control horario y automatizado en las unidades de tratamiento de aire (UTA), tanto en atención primaria, como en el hospital de Pozoblanco, optimizando su funcionamiento y evitando consumos innecesarios. Asimismo, en 2017 se llevó a cabo un cambio importante con la sustitución de calderas de gasoil por calderas de gas natural en el hospital de Pozoblanco, reduciendo significativamente las emisiones contaminantes. Este hospital comarcal cuenta con una estructura organizada en diferentes plantas. Las áreas de hospitalización están distribuidas en tres plantas principales, cada una de ellas con dos alas, y complementadas con servicios asistenciales, administrativos y de apoyo en otras zonas del complejo. Distribución En la primera planta se ubican los servicios de Medicina Interna, el hospital de día y el hospital de semana quirúrgico, destinados a estancias programadas y tratamientos ambulatorios complejos. La segunda planta acoge los servicios de especialidades quirúrgicas, así como las unidades de Pediatría y Neonatología, centradas en la atención integral a la infancia y recién nacidos. Otra ala de Medicina Interna se localiza en la tercera planta, junto a las unidades de Ginecología y Obstetricia, que incluyen hospitalización de pacientes embarazadas y atención postparto. Finalmente, en la planta baja se concentran los servicios de Urgencias, paritorio, quirófanos, UCI, Radiodiagnóstico y Consultas Externas, mientras que en el sótano se ubican la dirección asistencial, atención a la ciudadanía, laboratorio, farmacia, cafetería, cocina y las consultas de Aparato Locomotor, que incluyen un gimnasio de rehabilitación. El hospital cuenta, además, con varios edificios auxiliares que refuerzan su capacidad asistencial, como el de gerencia; mantenimiento, térmica y lavandería, encargado de los servicios técnicos y logísticos; el edificio de consultas de Salud Mental, especializado en atención psicológica y psiquiátrica, y el de diálisis, destinado al tratamiento de pacientes con enfermedades renales crónicas. La plantilla está integrada en estos momentos por 1.155 profesionales y se cuenta con 137 camas, seis de ellas para UCI. Por otra parte, en los 40 años de vida del hospital se ha incrementado de forma considerable la cifra total de consultas externas prestadas por el centro, pasando de las 56.000 atenciones que hubo en 1990 alas 128.200 de 2024. En lo que respecta al número de intervenciones quirúrgicas, en 1990 se hicieron 2.277 y el pasado año, 3.748. En lo que concierne a las urgencias atendidas el pasado año fueron 34.213, muy por encima de las 30.434 de 1990, mientras que el número de partos atendidos en este hospital reflejan, al igual que otros datos, la despoblación de la comarca, ya que si bien en 2014 hubo 503 nacimientos en el hospital de Pozoblanco, en 2024 los alumbramientos fueron solo 343, 160 menos. En el lado contrario, la fisioterapia, teniendo en cuenta la mayor esperanza de vida y el gran número de personas mayores, es un área en expansión. En 2024 en el hospital se prestaron 28.309 consultas de esta especialidad, casi el doble de las registradas en 2014, que fueron 14.826. Por otro lado, uno de los aspectos en los que el hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco viene trabajando más en los últimos años es en el de la humanización. Entre las principales acciones impulsadas destacan el plan de acogida integral, fruto del cual se han elaborado protocolos y materiales adaptados para mejorar la experiencia del paciente en servicios clave como Pediatría, Salud Mental o Urgencias. A esto se suma un programa de voluntariado (Sumando Voluntades) para acompañamiento en consultas y hospitalización, biblioteca hospitalaria en cada planta y sesiones de musicoterapia. Por otro lado, existe la atención emocional y apoyo psicológico y se han desarrollado grupos de apoyo para pacientes y familiares en situaciones críticas, como cáncer, duelo o enfermedades crónicas en la infancia. Igualmente, existe una apuesta por la intimidad y el respeto. Se han adecuado espacios para preservar la privacidad del paciente, como salas especiales en Urgencias, UCI y habitaciones para cuidados paliativos y también se ha activado un plan de mejora del entorno, con pequeñas reparaciones y renovación de mobiliario, reforzando así un entorno más agradable y digno. Dentro también del Plan de Humanización, profesionales de todos los niveles han participado en sesiones clínicas y formativas para fomentar la implicación colectiva en la cultura de la humanización; se está fomentando el autotocuidado profesional, con sesiones de ‘mindfulness’ para mitigar el estrés del personal sanitario, y se ha reforzado la coordinación con comités de ética, participación ciudadana y residencias, con avances como protocolos de libre sujeción y mejora en la continuidad asistencial. La dirección-gerencia del Área Sanitaria Norte defiende que, a pesar de obstáculos, como la sobrecarga laboral o los cambios de personal, los logros del Plan de Humanización que se han puesto en marcha han generado beneficios claros (mejora en la satisfacción de pacientes y familiares, mejor clima laboral, mayor cohesión profesional y una valoración positiva por parte de la ciudadanía).

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