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» Misionesopina
Fecha: 17/07/2025 04:24
Cazzaniga advirtió que las universidades funcionan con presupuestos congelados desde hace dos años, lo que derivó en deserción estudiantil y fuga de docentes. En este sentido pidió una urgente media sanción del proyecto de financiamiento universitario para evitar el colapso. La crisis presupuestaria que atraviesan las universidades nacionales no da tregua y amenaza con paralizar su funcionamiento. Hernán Cazzaniga, docente e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM, brindó un detallado análisis del contexto que vive el sistema universitario, en medio del proceso legislativo que busca darle media sanción al proyecto de ley de financiamiento que ya obtuvo dictamen en Diputados. “Luego de un año de acciones conjuntas entre gremios docentes, no docentes, las autoridades nucleadas en el CIN y la federación universitaria, logramos que las comisiones de Educación y Presupuesto se reúnan y aprueben el dictamen del proyecto de financiamiento universitario”, explicó. Según indicó, ahora resta que la Cámara baja lo trate para otorgarle media sanción. De prosperar, el Senado deberá definir si lo aprueba o no, y posteriormente quedará en manos del presidente Javier Milei, quien puede promulgarlo o vetarlo. “Ya vimos lo que pasa cuando el Ejecutivo veta una ley. Si eso ocurre, se necesitarán dos tercios en ambas cámaras para rechazar el veto, lo cual es muy difícil de lograr”, afirmó. En ese escenario, toda la discusión volvería a foja cero. Según Cazzaniga, el principal problema de fondo es que “la Argentina lleva dos años sin presupuesto nacional. El Gobierno sigue funcionando con la asignación de recursos votada durante la gestión del ex presidente Alberto Fernández, lo que implica partidas completamente ficticias”. En ese marco, las universidades trabajan con fondos congelados y en caída libre. “Desde que asumió Milei, nuestros salarios perdieron el 29% de poder adquisitivo. La inflación acumulada fue del 130%, pero los aumentos salariales fueron apenas del 100%. Eso, sumado a la devaluación de diciembre, generó un derrumbe en los ingresos de docentes, no docentes y jubilados”, señaló. El docente advirtió que el deterioro presupuestario también afecta el funcionamiento básico de la UNaM y otras instituciones: comedores, albergues, movilidad estudiantil y participación en congresos o proyectos de investigación. “La caída en los gastos de funcionamiento ronda el 25%. Sostener la universidad así es cada vez más difícil”, alertó. Pero la crisis no impacta solo en los recursos materiales. También está provocando una fuga de talentos. “Muchos docentes con formación y trayectoria se están yendo a instituciones privadas o al exterior, donde son muy solicitados. Y no porque estén en contra de la universidad pública, sino porque ya no pueden sostenerse. El Estado los formó, pero ahora los expulsa”, lamentó. Cazzaniga también hizo hincapié en la situación de los estudiantes, especialmente de los sectores más vulnerables. “Los montos de las becas están congelados y pierden valor frente a la inflación. Las familias del interior tienen enormes dificultades para sostener a sus hijos. Y eso deriva en deserción”, subrayó. Respecto al clima que se vive en las facultades, afirmó que hay preocupación generalizada entre estudiantes y docentes. “Los debates son intensos, hay un fuerte compromiso con la defensa de la universidad, pero también se percibe una sensación de impotencia ante la falta de respuestas del Gobierno Nacional Libertario, incluso frente a un millón de firmas reunidas en apoyo a la ley”, sostuvo. Sobre el posible inicio del segundo cuatrimestre, Cazzaniga fue tajante: «En muchas universidades, incluyendo la nuestra, ya se está evaluando si habrá recursos suficientes para sostener las actividades hasta fin de año». Por último, destacó la importancia de mantener la unidad en la lucha gremial. “Estamos evaluando todas las herramientas: paros, jornadas de visibilización, movilizaciones. Manteniendo la calma y sin utilizar la violencia”, concluyó.
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