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» Nova Entre Rios
Fecha: 17/07/2025 02:52
Después de haber sido investigado “exhaustivamente” y ser CONDENADO POR PECULADO en 2022, tras un juicio abreviado por el caso de los Subsidios Truchos, el mano derecha de Stratta en el Ministerio de Desarrollo Social, Ingacio Oñativia, pasa sus días como un dandi, viajando por diversos lugares dentro y fuera del país, dando a entender que en nada afectó su existencia haber sido procesado por la justicia, y que se supo sobreponer tanto en lo anímico, como en lo económico tras pagar la multa que le impusieron. Ahora pudo darse el lujo de irse a San Martín de los Andes, un lugar para bolsillos exclusivos, porque ahí todo tiene precio internacional. El nombre de Ignacio Oñativia, oriundo de la misma ciudad que Laura Stratta, irrumpió hace unos años cuando, por el caso de los Subsidios Truchos, ASUMIÓ TODA LA RESPONSABILIDAD del hecho, y luego de llegar a un acuerdo con la Justicia entrerriana, tuvo una condena que puede denominarse una “dulce condena”, ya que se libró de pisar la cárcel, y de todo lo que robó, solo devolvió una pequeña porción EN CÓMODAS CUOTAS. Según consta en la sentencia, apenas 300 mil pesos en 6 cuotas de 50 mil, UNA GANGA. El hombre pertenecía al círculo íntimo de Laura Stratta, y por ser su vasallo había entrado a “trabajar” en el Ministerio de Desarrollo, como parte de la secretaría privada para estar a la orden y servir a la hoy Diputada Provincial. Por ser de la entera confianza de Stratta, la labor de Oñativia rozaba en todo momento el trato con Stratta, por lo que la entonces Ministra estaba TOTALMENTE al tanto de lo que hacía Oñativia. Fue en ese contexto que se realizaron los llamados Subsidios Truchos, que salieron a la luz cuando se les pidió a los beneficiarios que rindan cuenta por el beneficio otorgado. Desde la Reina del Carnaval de Victoria, hasta personas fallecidas, fueron requeridas para que justifiquen los dineros que habían recibido en calidad de ayuda por parte del Ministerio conducido por Stratta. Gran sorpresa y revuelo provocó que NINGUNO de los intimados tuviera siquiera noticia de haber sido beneficiado por algún subsidio. El vital Ministerio de Desarrollo Social, un organismo destinado a paliar las necesidades de los MAS POBRES ENTRE LOS POBRES, fue utilizado como plataforma de enriquecimiento personal de un funcionario, a través de una estafa donde se debieron conjugar varios actores, pero sólo uno asumió la responsabilidad. Muy mala imagen para el peronismo, caracterizado por la asistencia social, que suceda semejante hecho de corrupción en un gobierno popular, asociado a la justicia social. Los subsidios, según consta en lo investigado por la Justicia, eran autorizados por Stratta, y los cheques respectivos, por orden de Stratta y en una accionar totalmente IRREGULAR, eran entregados por la Tesorera del Ministerio a Oñativia, sin que medie autorización de un escribano para ceder ese derecho exclusivo por parte de los beneficiarios. Luego Oñativia procedia a hacer un endosamiento serial de los cheques, que el Banco de Entre Ríos no controló. Ni el banco ni la Tesorera fueron investigados por los fiscales. Después de las investigaciones judiciales del caso, EXTRAÑAMENTE, esta historia se cierra abruptamente con un arreglo donde Oñativia asume TODA la responsabilidad de la mecánica de la elaboración, procesamiento y cobro de los Subsidios. Y con esa acción dejó limpia de culpa y cargo a Stratta, su intimísima amiga, confidente en cuestiones personales y laborales, con quién trabajaba a la par. Oñativia, previamente a ser objeto de investigación de la Jusiticia, ya había aprovechado para concretar los sueños de su vida con el dinero obtenido de esta maniobra fraudulenta que, cuando se lo interrogó, siempre dejó en claro que todo fue por “SU CULPA”, y que NINGUNA otra persona había participado, NI estaba al tanto. Algo más que dudoso, teniendo en cuenta el flujo de tantas sumas de dinero, que además era tan allegado a Stratta, y no un trabajador que operaba en una recóndita oficina oculto de todos, y SIN ningún tipo de supervisión o control. Pero la Justicia entrerriana QUISO creerle, y SOLAMENTE lo investigó a él, y no sondeó un centímetro más allá, donde seguramente se hubieran topado con la necesaria colaboración de otros, y más que nada, de OTRA. Por aquellos tiempos, lo que la Justicia dispusiera lo debe haber tenido muy sin cuidado a Oñativia que ya se había dado el gusto de viajar por más de un MES en Europa, CUANDO EL DÓLAR ERA CARO, no cómo en estos momentos donde argentinos van en bandada al viejo continente aprovechando el tipo de cambio. No fue solo, le alcanzó para pagarle a su pareja y a media docena de amigos. Y parece que a Oñativia le quedó el gustito por viajar, ya que en sus redes sociales se ve su obscena exhibición de haber ido a paradisiacas playas y otros destinos turísticos dentro y fuera del país. Ahora, el viajero Oñativia, se da el super gusto de estar en uno de los lugares más caros de la Argentina, en el momento MAS CARO del año, en plena temporada Alta de San Martín de los Andes, un lugar donde siempre son mayoría los turistas internacionales, por los elevadísimos precios de los hoteles, la gastronomía y los diversos atractivos que tiene este lugar. Evidentemente la pena económica que debió pagar por la causa de los Subsidios Truchos no hizo ninguna mella. Lo condenaron por tan solo 18 subsidios, pero se menciona que había más de 250. A pesar de que esta estafa requeriría la complicidad de otros, y principalmente de OTRA (persona), a Oñativia se lo investigó, juzgó y condenó en solitario. Su pena judicial parece que se convirtió en premio. Actualmente no se lo conoce actividad económica importante, y, sin embargo, su estilo de vida sigue siendo el mismo que cuando disfrutaba de cobrar los subsidios truchos. Además, se comenta en Victoria, que Oñativia aún estaría cobrando por el gran favor que hizo al asumir la responsabilidad judicial y penal de los subsidios truchos. Y desde la Justicia, parece que a nadie se le ocurre reveer el caso, donde hubo firmantes que autorizaron los Subsidios Truchos, lo cual recuerda lo que sucede con los Contratos Truchos: los firmantes, los que posibilitan (o tal vez instigan) esos documentos, no son investigados por la Justicia por motivos que permanecen en el misterio. Lo que NO es un misterio, es que Oñativia no pudo haber obrado solo, que hay responsables más arriba de su cargo que tenía en el Ministerio de Stratta. Siempre quedan dudas, cuando se trata de Stratta. Fuente: El Portal de Ricardo David.
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