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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/07/2025 10:31
Dogxim, la cruza entre un perro y un zorro Cuando fue descubierto en 2021, el primer híbrido documentado entre un perro doméstico y un zorro de las Pampas desconcertó a la ciencia y encendió alertas sobre las consecuencias genéticas y ecológicas del impacto humano en los ecosistemas. Fue llamada Dogxim, y era una hembra que llegó herida a un centro de recuperación del sur de Brasil y que, tras meses de observación, estudios citogenéticos y análisis de ADN, terminó por convertirse en una rareza biológica sin antecedentes conocidos. A principios de 2021, el animal con aspecto perruno fue atropellado en una ruta cercana a Vacaria, en el estado de Rio Grande do Sul. Fue rescatado por personal veterinario y trasladado a una institución de rehabilitación de fauna. Al principio parecía un perro común, pero su comportamiento y ciertos rasgos físicos descolocaron al equipo que lo cuidaba. Aunque ladraba como un can y respondía a estímulos similares, su dieta estaba más cerca de la de un animal salvaje: ignoraba los alimentos procesados y prefería cazar ratas. Tenía orejas largas y puntiagudas, una fisonomía esbelta, y mostraba una notable habilidad para trepar arbustos, una conducta ajena a los perros y típica del zorro de las Pampas. Dogxim fue el primer híbrido documentado entre un perro doméstico y un zorro de las Pampas un cruce sin precedentes entre dos géneros distintos (Center For Conservation and Rehabilitation of Wild Animals) Cómo se cruzaron las especies La hipótesis de un cruce inusual entre especies empezó a tomar fuerza. Los cuidadores contactaron a los genetistas Rafael Kretschmer, de la Universidad Federal de Pelotas, y Thales Renato Ochotorena, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Ambos lideraron un riguroso estudio que concluyó que se trataba del primer híbrido documentado entre un perro doméstico (Canis lupus familiaris) y un zorro de las Pampas (Lycalopex gymnocercus). Así, Dogxim surge de una combinación entre la palabra inglesa dog y graxaim do campo, el nombre en portugués del zorro silvestre sudamericano. La confirmación genética del cruce entre dos géneros distintos de cánidos sorprendió incluso a los expertos más experimentados. “¡Qué extraña bestia híbrida!”, escribió el biólogo Roland Kays, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en X. “Esto sería previsible de ver en los árboles, pero no en los vertebrados”, agregó Loren Reiseberg, genetista de la Universidad de Columbia Británica. El desconcierto no era menor: aunque existen numerosos híbridos documentados entre especies cercanas, como lobos y coyotes en América del Norte o chacales y lobos en Europa, todos pertenecen al género Canis. En cambio, el zorro de las Pampas se sitúa en un género separado, Lycalopex, que divergió del linaje de los perros hace más de seis millones de años. El animal tenía 76 cromosomas un número intermedio entre los 78 del perro y los 74 del zorro lo que reveló su origen híbrido El punto de partida para validar científicamente la naturaleza híbrida de Dogxim fue su dotación cromosómica. Los investigadores detectaron 76 cromosomas, un número que no corresponde exactamente ni al del perro (78) ni al del zorro (74), pero que se encuentra en un punto intermedio. Esto resultó una fuerte evidencia citogenética. Después, se analizó el ADN mitocondrial, que es heredado por vía materna, y se confirmó que su origen provenía de una hembra de zorro de las Pampas. El ADN nuclear, en tanto, mostró una mezcla inequívoca entre ambas especies. La revelación desató preguntas profundas no solo en el plano biológico sino también en el ecológico. Cómo fue posible que dos especies separadas por millones de años pudieran cruzarse y generar una cría viable seguía siendo motivo de asombro. Pero detrás de ese evento excepcional, los científicos detectaron una señal de advertencia sobre los efectos de la actividad humana en los ecosistemas. Según los autores del estudio, la hibridación interespecífica en este caso fue favorecida por la pérdida acelerada de hábitats y las transformaciones del paisaje provocadas por la expansión urbana y ganadera. Las zonas de pastizales del sur de Brasil, que solían ser refugio exclusivo del zorro de las Pampas, ahora se superponen con territorios donde circulan cada vez más perros domésticos, muchos de ellos abandonados. Dogxim nació del cruce entre una zorra de las Pampas y un perro doméstico según confirmaron análisis de ADN mitocondrial y nuclear (Nat Geo) “La práctica de abandonar perros es un delito en Brasil, pero sigue ocurriendo con frecuencia”, explicó Bruna Szunwelski, coautora del estudio. Estas interacciones forzadas entre especies antes separadas, ahora favorecidas por la cercanía forzada, abren las puertas a cruces inusuales. La comunidad científica no desconoce que, a lo largo de la historia evolutiva, ocurrieron hibridaciones entre linajes separados, especialmente en el mundo vegetal. Sin embargo, los casos registrados en vertebrados con tanta distancia genética son extremadamente raros. “Es como si los humanos produjeran un híbrido viable con chimpancés”, comparó Reiseberg. Aunque Dogxim pareció adaptarse inicialmente a la vida en cautiverio y mostró una salud aceptable, su muerte repentina en marzo de 2023 volvió a poner en escena los riesgos inherentes a estos cruces. “Es extraño un híbrido de dos géneros tan distantes como perro y zorro de la pampa”, afirmó el biólogo Juan Carlos Blanco, especialista en conservación de carnívoros. La causa de su fallecimiento sigue sin esclarecerse, aunque se investiga si pudo estar vinculada a complicaciones genéticas frecuentes en híbridos. El híbrido mostraba rasgos mixtos ladraba como perro comía como zorro y trepaba arbustos un comportamiento inusual para un can doméstico (Nat Geo) Kretschmer y Ochotorena explicaron en su artículo que “las perturbaciones antropogénicas masivas y la pérdida de hábitats han puesto en contacto a cánidos salvajes con perros domésticos”. En otras palabras, el hallazgo de Dogxim no puede entenderse como un hecho aislado sino como un síntoma de transformaciones ambientales profundas. En contextos de presión ecológica, las especies silvestres muestran una tolerancia creciente a la presencia humana y a los animales que este introduce en sus ecosistemas, como el perro. Esa cercanía forzada modifica patrones de apareamiento y permite intercambios genéticos que antes no ocurrían. Las consecuencias de estos eventos pueden ser múltiples. Por un lado, los híbridos, como Dogxim, suelen enfrentar dificultades de desarrollo, salud o reproducción. En muchos casos, presentan malformaciones, esterilidad o menor capacidad de supervivencia. Por otro lado, la introducción de material genético foráneo en poblaciones silvestres puede generar un efecto disruptivo. “La hibridación entre especies con trayectorias evolutivas diferentes puede ser una grave amenaza para la conservación de la fauna salvaje”, advierten los autores del estudio. Entre los riesgos potenciales se incluyen la transmisión de enfermedades, la pérdida de adaptaciones específicas y el debilitamiento del acervo genético de las especies nativas. Una muerte extraña Científicos alertaron que la pérdida de hábitat y el abandono de perros favorecen contactos entre especies antes separadas en la naturaleza La muerte de Dogxim en 2023 encendió alarmas no solo por la rareza de su genética sino también por lo que representa. Durante décadas, perros y zorros compartieron espacios sin que se registraran cruces. El hecho de que ahora surjan híbridos de este tipo implica un cambio profundo en la dinámica de interacción entre especies. Roland Kays sostuvo que “es más probable que haya genes que no funcionen juntos” en un híbrido como Dogxim, que en una especie que evolucionó a través de mutaciones graduales. Ese desequilibrio genético podría haber estado detrás de su deceso. A pesar de la sorpresa inicial, el caso invita a repensar la forma en que se conceptualizan los límites entre especies. En un planeta marcado por el cambio climático, la destrucción de hábitats y la presión constante sobre los entornos naturales, los organismos se ven forzados a nuevas formas de adaptación. La aparición de híbridos podría no ser una rareza sino una tendencia incipiente. Aun así, los expertos coinciden en que no se trata de un fenómeno deseable. “Estudiar las consecuencias de la hibridación en la genética, ecología y comportamiento de las poblaciones salvajes será esencial para mejorar la conservación de esta especie”, concluyen Kretschmer y sus colegas. Dogxim no fue solo un cruce biológico inesperado. Fue, también, un espejo de lo que ocurre cuando los ecosistemas se desdibujan. Su breve existencia dejó preguntas científicas abiertas y un legado de advertencia. Mientras la ciencia avanza en el estudio de los límites genéticos, el medio ambiente plantea desafíos que obligan a mirar con nuevos ojos la vida salvaje y sus frágiles fronteras.
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