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» Radio Sudamericana
Fecha: 13/07/2025 13:51
Domingo 13 de Julio de 2025 - Actualizada a las: 09:26hs. del 13-07-2025 FÚTBOL Y finalmente llegó el día soñado por Ángel Di María y Rosario Central: el día del regreso a casa de una de las figuras de la Selección campeona del mundo y de América. Si al exquisito zurdo se lo vio conmovido desde antes de pisar otra vez su suelo natal, si se le quebró la voz en el día de su presentación, no costaba imaginarse todas las erupciones sentimentales que brotarían de su cuerpo al entrar a jugar en el Gigante de Arroyito. Pero allí estuvo el querido “Fideo”, visiblemente emocionado, al caminar sobre el césped canalla otra vez, 18 años después de su último partido, ahora de la mano de sus dos hijas, con las tribunas repletas y coloridas dedicándole una calurosa y merecida bienvenida en la tarde de su vuelta al fútbol argentino ante Godoy Cruz. Las lágrimas de Angelito en plena entrada en calor dejaron en claro que apreciaba lo que estaba viviendo a sus 37 años. El hombre que hizo sello un corazón formado por sus manos al festejar un gol llevó esa imagen sobre su pecho, al igual que sus compañeros de equipo, en un lindo parche-homenaje que le regaló Central. Después de la proyección de un video que la Liga Profesional realizó con motivo de su regreso, Di María aplaudió agradeciendo la ovación y besó a Pía y Mía, sus dos niñas, antes de abrazarse con el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, quien le entregó una plaqueta y un cuadro por su trayectoria. Cuando llegó el sorteo, Jorge Broun representó a Central: aunque el arquero públicamente le ofreció su capitanía, fue finalmente él quien portó la cinta en el histórico sábado en Rosario. El fútbol no se hizo demasiado presente en el Gigante de Arroyito, en un partido que más allá de todas las luces estuvo signado por el regreso a la acción luego del descanso y la pretemporada para la mayoría de los futbolistas. Di María tocó su primera pelota a los 79 segundos de juego, recostado por derecha, donde se movió en casi todo el encuentro. Si bien lo mejor de "Fideo" estuvo desde su zurda con la pelota parada -hubo una buena marca sobre él de Juan Morán-, cuando más feliz se lo vio fue a los 78 minutos: luego de que el árbitro Pablo Dóvalo cobrara un penal muy dudoso -por una supuesta sujeción de Daniel Barrea sobre Alejo Véliz-, el campeón del mundo demostró toda su clase convirtiendo en gol el tiro desde los 12 pasos, su séptimo grito con la camiseta auriazul. Aunque lo festejó con toda su euforia y su clásico corazón, la victoria no se le dio: debió irse reemplazado a los 89 minutos por un golpe y, cinco más tarde, Vicente Poggi anticipó un centro y todo Godoy Cruz celebró el empate. "No pudimos ganar, era lo que quería: darle una alegría a la gente", se lamentó Di María, quien recién empieza esta nueva aventura en su vida y tendrá muchas oportunidades de entregar (todavía más) felicidad. Ámbito
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