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» Diario Cordoba
Fecha: 13/07/2025 12:13
- El agua es uno de los recursos naturales más preciados e importantes de nuestro planeta. Conseguir una Córdoba más verde, sostenible y eficiente también depende de la gestión y de la calidad del agua. En este sentido, ¿cómo actúa Emacsa? En Emacsa tenemos muy claro que el agua es vida, pero también es futuro. Nuestra labor como empresa municipal es garantizar no solo que llegue con calidad y seguridad a toda la ciudad, sino que lo haga de forma eficiente, responsable y con visión de sostenibilidad. Eso implica actuar desde múltiples frentes: desde el mantenimiento de una red de abastecimiento moderna y controlada, hasta la digitalización del servicio, pasando por una política decidida de reducción de fugas y consumo energético. De hecho, hoy en Córdoba el porcentaje de fugas está ya por debajo del 10%, muy lejos de la media nacional —que ronda el 25%— y acercándonos a lo que se considera fuga técnica, en torno al 6%. Esto no es casualidad, sino el resultado de una gestión rigurosa, anticipativa y basada en datos. «Los niños y niñas cada vez están más concienciados sobre el valor del agua y la importancia del consumo responsable» Pero, además, sabemos que para cuidar el agua es clave implicar a las nuevas generaciones. Por eso, desde Emacsa desarrollamos programas educativos como Conoce Emacsa o Emacsa en tu cole, con los que llevamos el ciclo integral del agua a las aulas de Córdoba. Y estamos viendo que ese esfuerzo da fruto: los niños y niñas cada vez están más concienciados sobre el valor del agua y la importancia del consumo responsable. Esa es, sin duda, la mejor inversión que podemos hacer como ciudad. - La empresa municipal apuesta por el uso de agua no potable y, aunque no es apta para el consumo humano, se puede destinar a la limpieza y al riego de jardines. ¿Qué ventajas tiene? El uso de agua no potable es una de las líneas estratégicas que estamos impulsando desde Emacsa para avanzar hacia una Córdoba más sostenible, más resiliente frente al cambio climático y más eficiente en el uso de sus recursos. Se trata de agua no apta para el consumo humano, pero perfectamente válida para tareas como el riego de zonas verdes o la limpieza viaria. Y eso nos permite algo fundamental: adaptar la calidad del agua al uso que se le da. Actualmente, ya se está regando con agua no potable espacios tan emblemáticos como el Parque de la Asomadilla, Mirabueno, Cruz Conde, la Ciudad de los Niños, Conde Vallellano o las instalaciones del IMGEMA. Esta red se está ampliando y antes de septiembre llegará también al Parque del Canal, el Parque del Flamenco y el Parque de Levante. Además, en breve incorporamos a la red el Zoológico y el Centro de Educación Ambiental. El objetivo es completar el abastecimiento de los principales parques del cinturón verde de Córdoba. Emacsa extiende el riego con agua no potable a las instalaciones del Jardín Botánico. / Córdoba El origen de esta agua está en veneros, pozos, el lavado de filtros de Villa Azul o incluso directamente del pantano, a través de una conducción alternativa. Es un agua que no requiere tratamiento adicional y que nos permite aprovechar recursos que antes se descartaban. La ventaja no es solo ambiental, sino también económica: utilizar agua no potable puede suponer un ahorro más que notable frente al uso de agua potable, lo que reduce de forma significativa el coste de servicios municipales clave. A eso se suma que nos permite reservar el agua potable para fines verdaderamente imprescindibles, protegiendo un recurso que cada vez es más escaso y vulnerable. En una segunda fase, además, está previsto incorporar agua regenerada procedente de la Edar La Golondrina, lo que supondrá un nuevo paso adelante en el compromiso de Córdoba con la economía circular y la sostenibilidad. Todo esto forma parte de una estrategia amplia de adaptación al cambio climático, y nos enorgullece ver cómo otras ciudades están empezando a replicar este modelo. Córdoba se está posicionando como referente nacional en eficiencia hídrica y vamos a seguir trabajando en esa línea. - Otra de sus apuestas es la naturalización de fuentes a través del proyecto Del cloro a la biodiversidad. ¿Qué beneficios tiene esta acción para la ciudad y sus habitantes? La naturalización de fuentes es una de esas líneas ejemplares que estamos desarrollando desde Emacsa. Se trata de recuperar estos espacios como puntos de frescor, biodiversidad y encuentro en la ciudad. El proyecto Del cloro a la biodiversidad busca transformar las fuentes y estanques de Córdoba en entornos más sostenibles, que consuman menos agua y que ayuden a combatir los efectos del cambio climático, especialmente las altas temperaturas. Un buen ejemplo es la fuente de la plaza de Santa Teresa, donde hemos culminado una reforma integral que ha devuelto la vida a un espacio que llevaba años sin uso. Presentaba filtraciones, un sistema oxidado que enturbiaba el agua y un consumo totalmente ineficiente. Hoy, gracias al trabajo conjunto con parques y jardines, hemos reducido el vaso, lo hemos impermeabilizado y hemos instalado una bomba de última generación. Pero lo más importante: hemos introducido vegetación natural en pequeñas islas dentro del vaso, aportando frescor, sombra y biodiversidad. El resultado es un espacio más bonito, más eficiente y mucho más saludable. Naturalización de fuentes. / DMS Este proyecto, en su primera fase, actuará sobre unas 20 fuentes y estanques de la ciudad. Algunas se convertirán en estanques naturalizados, otras reducirán su tamaño y consumo, y todas contribuirán a generar una Córdoba más habitable. La colaboración con IMGEMA es fundamental en este proceso, así como el trabajo transversal con otras delegaciones del Ayuntamiento. Además, Del cloro a la biodiversidad ha sido reconocido con numerosos premios, lo que demuestra que estamos en el camino correcto. Al final, lo que buscamos es una Córdoba que cuide el agua, pero también que se cuide a sí misma: que sea más verde, más fresca y viva. - Recientemente han renovado la flota de vehículos de Emacsa, con vehículos 100% eléctricos. ¿Qué nos puede contar sobre ello? Hemos dado un paso decisivo en la estrategia ambiental y de sostenibilidad de Emacsa con la presentación de nuestra nueva flota de vehículos, compuesta mayoritariamente por vehículos 100% eléctricos y, en menor medida, híbridos enchufables, todos ellos catalogados como ‘cero emisiones’. Esta renovación no es solo un cambio técnico, sino una apuesta firme por una gestión pública más moderna, más limpia y responsable. «Utilizar agua no potable puede suponer un ahorro más que notable frente al uso de agua potable» En total, se incorporarán 62 vehículos, sustituyendo a una flota cuya antigüedad media superaba los 15 años. De estos, 48 son totalmente eléctricos y 14 híbridos enchufables. Ya hemos recibido 43 de ellos y esperamos completar la entrega de los restantes antes de fin de año. Además, todos han sido adjudicados bajo el sistema de renting, para optimizar la gestión económica y operativa, contando con el respaldo del Plan Moves III. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia de transformación ecológica impulsada desde el Ayuntamiento de Córdoba, y cuenta con el respaldo explícito del alcalde, José María Bellido, quien ya ha dicho esta semana que la renovación de la flota es una muestra clara de nuestro compromiso con la mejora de los servicios públicos y la sostenibilidad. Para nosotros, la movilidad cero emisiones ya no es una opción, sino una obligación moral y técnica dentro de cualquier política pública con visión de futuro. No se trata solo de cambiar vehículos: es avanzar hacia una forma diferente de entender la gestión pública, más silenciosa, más eficiente y, sobre todo, más respetuosa con nuestro entorno y la calidad de vida de la ciudadanía. Nuevos vehículos de Emacsa. / Córdoba Con esta renovación, Emacsa refuerza su compromiso con Córdoba como ciudad verde, habitable y eficiente, y marca un ejemplo para otras sociedades municipales, muchas de las cuales también están adaptando sus flotas hacia opciones más sostenibles. - Por otro lado, la investigación también está muy presente en su gestión. Hablemos de la Cátedra del Agua. Desde su puesta en marcha, ¿cómo ha mejorado la gestión de este recurso? La Cátedra del Agua de Emacsa lleva ya un año en funcionamiento y los resultados están siendo muy sustanciosos y positivos. Este espacio de colaboración entre la empresa municipal y la Universidad de Córdoba (UCO) ha permitido avanzar en la investigación aplicada para mejorar la gestión del recurso hídrico en nuestra ciudad. Entre las iniciativas destacadas en su primer año de vida están las jornadas que hicimos con la Embajada de Dinamarca en 2024, que nos ha permitido intercambiar experiencias internacionales sobre tecnologías y políticas innovadoras en el uso eficiente del agua. También hemos participado activamente en las jornadas SUDS (Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible), que abordan soluciones innovadoras para la gestión sostenible de las aguas pluviales. Inauguración de las jornadas de Emacsa en el Jardín Botánico de Córdoba durante el pasado mes de marzo. / Córdoba Gracias a estos trabajos, la Cátedra ha impulsado mejoras concretas en aspectos técnicos y operativos, facilitando la aplicación de nuevas tecnologías para reducir pérdidas, optimizar el consumo y adaptar la red a los retos del cambio climático. Además, ha servido como foro para la formación y sensibilización, favoreciendo la transferencia de conocimiento que beneficia tanto a Emacsa como a la ciudadanía. Este año de trabajo refuerza nuestra apuesta por la investigación como herramienta clave para construir una Córdoba más eficiente, sostenible y preparada para el futuro. - La escasez de agua es un desafío importante para Córdoba. ¿Qué planes de presente y futuro tiene la empresa municipal? La escasez de agua no es una amenaza futura: es una realidad presente. Por eso, en Emacsa ya estamos actuando. Lo hacemos con planes de renovación de redes para evitar fugas, con inversiones en tecnología para gestionar mejor y con campañas de concienciación ciudadana que apelan al consumo responsable. Pero también miramos más allá: exploramos nuevas fuentes como la reutilización de aguas regeneradas, reforzamos la resiliencia de nuestras infraestructuras y mantenemos una vigilancia constante sobre los indicadores de calidad y disponibilidad. Córdoba debe estar preparada, y lo estará. Nuestro compromiso con la ciudad es firme: garantizar el agua hoy sin hipotecar la de mañana.
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