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Parana » ER 24
Fecha: 13/07/2025 08:55
PARANÁ: Escándalo en el Puerto: boliche, violencia y heridos… pero Rosario Romero sigue sin aparecer Otra vez la madrugada en Paraná terminó con gritos, corridas y personas ensangrentadas en plena vía pública. Esta vez, el escenario fue un boliche ubicado en la zona del Puerto Nuevo, donde una fiesta terminó en una batalla campal con heridos, intervención policial y pánico colectivo. Mientras tanto, la intendenta Rosario Romero guarda un silencio sepulcral. En una ciudad donde el Estado parece ausente cuando cae el sol, la principal responsable de que eso cambie ni siquiera ha dado la cara. Ni un tuit, ni un comunicado, ni una palabra. El municipio, que tiene la obligación legal y política de controlar, habilitar y garantizar condiciones mínimas de seguridad, no ha emitido respuesta alguna. La pregunta que retumba: ¿dónde está Rosario Romero? Los vecinos no solo están hartos de la violencia. Están hartos de la impunidad. Porque lo que pasó anoche no fue un hecho aislado, sino el resultado previsible de una ciudad sin conducción real. No es la primera vez que hay incidentes en ese boliche. No es la primera vez que las madrugadas en Paraná terminan con sirenas, ambulancias y miedo. Y sin embargo, la intendenta no aparece. No hay declaraciones, no hay gestos institucionales, no hay presencia. La ciudad arde, y Rosario Romero parece estar de vacaciones. Habilitaciones, controles, seguridad: todo depende del municipio Es importante remarcarlo: la responsabilidad política del hecho es indelegable. Las habilitaciones de locales bailables, los controles bromatológicos, las inspecciones de seguridad y la coordinación con fuerzas policiales dependen del gobierno municipal. Es decir, de Rosario Romero. Lo que pasó anoche no es un accidente. Es el síntoma de un desgobierno. De una gestión que se ha concentrado en repartir cargos, proteger estructuras heredadas y sacarse fotos en actos protocolares, pero que ha descuidado completamente el control de la calle. Una gestión que esquiva las crisis, pero no las causas No es la primera vez que Rosario Romero calla ante hechos graves. También guardó silencio cuando se denunciaron sobreprecios en los seguros contratados durante la gestión Bordet, o cuando estallaron los escándalos por casinos, contratos truchos y designaciones a dedo. El patrón es siempre el mismo: crisis, silencio y blindaje político. Ahora, frente a un hecho que involucra directamente su responsabilidad como intendenta, Romero vuelve a aplicar la misma receta: eludir el conflicto, dejar que pase el temblor y esperar que la sociedad olvide. La noche en Paraná: descontrol, negocios y abandono El problema de fondo no es solo la violencia. Es la sensación de impunidad que domina la vida nocturna en Paraná. Boliches sin controles, operativos sin presencia, jóvenes expuestos a la violencia y comerciantes que deben cerrar antes de tiempo por temor. Mientras tanto, la clase política duerme tranquila. Los funcionarios municipales que deberían estar controlando están sentados en oficinas de día y desaparecen de noche. Y la intendenta, que prometió poner orden, está cada vez más lejos del territorio y más cerca del viejo esquema que gobernó durante décadas. Conclusión: no es un hecho aislado, es un síntoma de abandono El escándalo del boliche del puerto no se resuelve con una clausura ni con un parte policial. Requiere decisiones políticas, presencia institucional y una intendenta que asuma su rol. El problema no es la noche. El problema es el día siguiente. Y hoy, cuando Paraná se pregunta qué pasó y quién se hace cargo, la única respuesta visible es el silencio.
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