12/07/2025 22:19
12/07/2025 22:18
12/07/2025 22:16
12/07/2025 22:16
12/07/2025 22:16
12/07/2025 22:15
12/07/2025 22:15
12/07/2025 22:15
12/07/2025 22:14
12/07/2025 22:14
» Diario Cordoba
Fecha: 12/07/2025 17:10
Dos estrellas del rock internacional coincidieron ayer en Córdoba en salas distintas. Si el jueves fueron los amantes del flamenco los obligados a elegir entre Las Migas y Jesús Guerrero, este viernes, fueron los seguidores de la guitarra eléctrica los que tuvieron que optar entre dos conciertos diseñados para un público potencial muy parecido o, en el mejor de los casos, hacer una ruta maratoniana para despedir al Festival de la Guitarra sin perderse nada. El año pasado, pasó algo parecido, con Calexico en el Gran Teatro y Doro y Eclipse en La Axerquía. La próxima vez, quizás habría que mezclar géneros para evitar este tipo de coincidencias. La primera en abrir fuego en la jornada de clausura fue Orianthi Panagaris, en el Gran Teatro. Y lo hizo de forma accidentada. A punto estuvo de hacer un Nuria Fergó y suspender el concierto cuando el Marshall petó y su guitarra eléctrica se quedó muda. «Esto no me ha pasado en toda mi carrera», aseguró, mientras los técnicos se apresuraban para cambiar el amplificador, que pasó a ser el protagonista de la noche. Orianthi, que pese a las dificultades técnicas demostró ese don innato que hace que su guitarra hable con voz propia hizo un alarde de virtuosismo en largos solos de guitarra. Orianthi Panagaris o la virtud de la guitarra / Manuel Murillo / Manuel Murillo Considerada la diosa de las seis cuerdas, ella reina en un Olimpo en el que las mujeres tradicionalmente han brillado por su ausencia, lo que no le ha impedido tocar con los más grandes, desde Prince a los ZZTop. En enero sufrió una lesión que la obligó a suspender su presencia en la gira de Alice Cooper, pero se presentó en Córdoba en plena forma, vestida como la diva que es, con sombrero, gafas de sol y botas altas, en el primero de los tres conciertos que dará en España para presentar Some kind of feeling, que compaginó con temas de Rock Candy y versiones de las bandas con las que ha tocado a lo largo de su carrera. Acompañada por Justin Andres en el bajo y voz y Elias Mallin a la percusión, la de Adelaida no solo hizo alarde de sus dotes con la guitarra, sino que exhibió su potencia de voz ante un teatro que pese a los problemas de sonido quiso más y no paró hasta que la estrella volvió al escenario para regalar algunos bises. En la Axerquía El mismo año en que Orianthi venía al mundo en Australia, 1985, nacía en Alemania la banda de heavy metal Blind Guardian, encargada de despedir el Festival de la Guitarra en La Axerquía con su descarga metálica. Dirigida por el vocalista yc ompositor Hansi Kürsch, Blind Guardian descargó en Córdoba su sonido grandioso y épico, en el que se mezcla el heavy metal clásico con la música clásica y la literatura fantástica. Convertidos en uno de los grupos más reconocidos del power metal, hicieron un repaso a los temas de su último disco, Somewhere far Beyond y a hits más famosos de su carrera. A pesar de su longevidad, la banda ha sabido adaptarse a los cambios de la industria y a los gustos de sus fans, sin perder la esencia que los define. Los amantes del heavy, que no tienen demasiadas ocasiones para ver a sus ídolos, están de enhorabuena. Dos bandas como Doro y Eclipse, alemana y sueca respectivamente, cerraron el año pasado el Festival de la Guitarra. Este año, Blind Guardian ha hecho los honores. Quién sabe si es casual o esto se convertirá en costumbre.
Ver noticia original