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  • “Mami, orá porque me muero”: lo mataron cuando iba al kiosco junto a su hermano en San Francisco Solano

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 09/07/2025 18:35

    La víctima, Kevin Mendieta Kevin Emanuel Mendieta, de 22 años, vivía en el barrio Las Tunas de la localidad bonaerense de San Francisco Solano y fue allí donde fue asesinado de un balazo. Lo atacó un grupo de jóvenes en la calle cuando caminaba junto a su hermano, con quien había salido para ir a comprar a un kiosco de la zona. Fuentes del caso informaron a Infobae que todo ocurrió durante la madrugada de este sábado, cerca de la 1, en la esquina de España y El Picaflor. Según los datos reunidos en el expediente, Kevin y su hermano salieron a comprar a un kiosco de la zona. Testimonios tomados por los agentes que trabajaron en el lugar señalaron que una patota confrontó a los dos hermanos, en el marco de viejas disputas barriales. En una entrevista televisiva, la madre de Kevin se refirió al hecho y contó que, mientras descansaba junto al padre de sus hijos, escuchó gritos desesperados desde la calle y una vecina la alertó: sus dos hijos estaban tirados en otra cuadra. Había sido atacados por “los pibes de allá”. La mujer relató que cuando llegó a la escena vio a uno de sus hijos en el piso y al otro a un costado. Uno de ellos, mientras estaba en el suelo con la ropa rota, le pidió que fuera con Kevin: “Le dieron un tiro”. Kevin tenía 22 años y era padre de una nena de 5 Inmediatamente después, ella se arrodilló junto al joven de 22 años, quien la miró y le dijo: “Mami, orá porque me muero”. En medio del caos, con insultos y piedras volando, la familia esperó a que llegara la ambulancia, porque la Policía les dijo que no podía trasladarlos. Finalmente, Kevin fue derivado al Hospital Oñativia, donde fue operado, pero no sobrevivió. En el mismo relato ante Crónica, la madre sostuvo que los agresores no eran dos o tres, sino varios jóvenes del barrio. También aseguró que, una semana antes, el mismo grupo ya había agredido a un amigo de sus hijos por motivos similares. La mujer por último contó que mientras pedía ayuda para llevar a Kevin al hospital, los atacantes seguían insultando. La investigación, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°3 Descentralizada de Almirante Brown, que conduce el fiscal Juan Manuel Baloira, descartó desde el inicio la hipótesis de un robo como móvil. En los días posteriores al crimen, los allegados de Kevin señalaron en redes sociales a dos jóvenes vecinos como posibles autores del hecho. El temor en el barrio hizo que nadie aportara más datos a los investigadores sobre el resto de los involucrados. El padre de Kevin también habló públicamente y afirmó que no siente odio por quienes mataron a su hijo. “Les abriría la puerta de mi casa a quienes mataron a mi hijo. Son chicos que están perdidos, que pasaron por muchas cosas. Me gustaría ver al que le disparó a mi hijo, que me diga qué pasó, por qué lo hizo, qué se le pasó por la cabeza. No lo quiero muerto. Yo no quiero buscar a nadie ni hacerle nada a nadie”, dijo el hombre en pleno duelo. Kevin era padre de una nena de cinco años y sus restos fueron velados dos días después del crimen. En las redes, su entorno más cercano dejó mensajes pidiendo justicia, expresando dolor por la violencia y recordando el cariño que le tenían. “No puede ser... No lo creo, no lo acepto. Kevin, por favor despertate. Te vamos a estar esperando con la mejor guitarra del mundo para que nos vuelvas a cantar, pero levántate de ahí”, se lee en un posteo. “Te voy a extrañar, amigo, hermano. Para ser honesta, ya te extraño y me hacés tanta falta. No puedo creer que te hayan arrebatado de los que te queríamos”, escribió una amiga en otro. En los mensajes también lo recordaron como alguien solidario: tanto su familia como él participaban en actividades de ayuda y evangelización social en el barrio.

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