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Concordia » Hora Digital
Fecha: 08/07/2025 16:32
El vocero presidencial detalla las reformas estructurales realizadas con 65 decretos para rescatar a Argentina de la crisis. Durante la misma conferencia en la que anunció el cierre de Vialidad Nacional, el vocero presidencial Manuel Adorni detalló las reformas más relevantes promovidas por Javier Milei a través de 65 decretos delegados durante el último año, que implicaron un ahorro estimado de 2.000 millones de dólares anuales en gastos estatales. Allí, destacó que fue la primera gestión que utilizó estas facultades respetando estrictamente los límites establecidos por la Constitución (sin prórrogas indefinidas) y con un objetivo claro: encarar las reformas necesarias para rescatar a la Argentina de su crisis. Un punto central del anuncio fue la disolución de múltiples institutos nacionales de escasa funcionalidad, según indicó. En este paquete se incluyeron el Instituto Nacional Sanmartiniano, el Belgraniano y el Juan Domingo Perón, así como otros vinculados al patrimonio histórico y cultural. También se transformó el Instituto Nacional del Cáncer en una unidad interna del Ministerio de Salud, mientras que el INTI pasó a ser una “unidad organizativa” con funciones limitadas, y el INTA se reconvirtió en un organismo desconcentrado. En medio de su extensa enumeración, destacó la labor del gobierno de Javier Milei y señaló que es "el de los pocos desde la vuelta de la democracia que no solicitó una prorroga en las facultades delegadas". En esta línea, señaló que "para el kirchnerismo, extender las facultades delegadas es un mero trámite". En paralelo, Adorni resaltó una reestructuración profunda de autoridades y agencias vinculadas al transporte y a la salud pública: la Dirección Nacional de Vialidad fue disuelta; la Agencia Nacional de Seguridad Vial fue reemplazada por controles a cargo de Gendarmería, que ya registra la inspección de 2,5 millones de vehículos y 80.000 puntos de control anuales; y las comisiones nacionales del tránsito y del transporte fueron absorbidas por una nueva Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos del Transporte. Por el lado sanitario, se avanzóen la unificación administrativa y financiera de cinco hospitales nacionales (Somer, Posadas, Carrillo, Bonaparte e Inareps), se eliminaron delegaciones sanitarias federales inactivas, y se revocó la facultad del Ejecutivo de crear nuevos hospitales bajo SAMIC. Además, el Instituto Nacional del Cáncer pasó a integrarse al Ministerio de Salud para mejorar su gestión, mientras que se reordenaron funciones dentro del Malbrán para evitar duplicaciones y se eliminaron el Instituto Nacional de Medicina Tropical y el Instituto Nacional de Enfermedades Cardiovasculares, este último creado por ley en 2015 pero nunca operativo, según sostuvo Adorni. En el sector agropecuario y social, se suprimieron organismos que superaban su función inicial: el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, donde el 85 % del presupuesto se destinaba a salarios para mil empleados, y el Instituto Nacional de Semillas, cuya eliminación representa un ahorro de unos 1.000 millones de pesos anuales. También se disolvió la agencia regulatoria del cáñamo medicinal, y se criticó al INADI por tener 430 empleados y elevados costos de alquiler, acusándolo de servir como plataforma de “adoctrinamiento político”. Adorni también enfatizó que estas medidas tienden a eliminar duplicaciones y gastos superfluos, e incluyó al cierre de la Comisión Nacional de Coordinación del Programa de Microcréditos, cuyo presupuesto representaba apenas el 0,15 % de lo invertido, según dijo. Para cerrar, Adorni remarcó que, gracias a este plan de reformas, la Argentina comienza a alinear sus estructuras estatales con estándares de eficiencia internacional, rescindiendo contratos y cerrando áreas que calificó como “temas frivolos y costosos”, y dejando en claro que, si bien faltan desafíos por delante, ya se ganó una batalla importante contra el gasto público improductivo. Por qué el Gobierno decidió cerrar Vialidad Nacional La medida fue presentada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, como un gesto simbólico y práctico contra lo que ellos denominaron "corrupción en la obra pública". El anuncio estuvo enmarcado por un video sobre la causa judicial que condenó a Cristina Kirchner por irregularidades en contratos de obra durante su gobierno, en especial los asignados a Lázaro Báez. Según Adorni, Vialidad había sido “un instrumento para maniobras ilegales” y el cierre responde a la voluntad del Ejecutivo de terminar con ese modelo de gestión. Adorni calificó la medida como “el acta de defunción de la corrupción de la obra pública”, al tiempo que defendió el uso de las facultades delegadas para impulsar este tipo de reformas estructurales. El cierre de Vialidad Nacional, más allá de su simbolismo político, se presenta como parte de una estrategia para recortar gastos, evitar superposiciones burocráticas. El cierre de Vialidad Nacional se suma a una larga lista de medidas del gobierno de Javier Milei en las que no solo se busca reducir el tamaño del Estado, sino también marcar distancia (y castigo simbólico) al legado del kirchnerismo. Desde la eliminación del INADI, acusado por el oficialismo de ser un “aparato de persecución ideológica”, hasta el vaciamiento de organismos culturales vinculados a figuras del peronismo, como el Instituto Juan Domingo Perón, el discurso libertario se sostiene en la narrativa de desmantelar “el modelo corrupto” que identifican con los gobiernos anteriores. Por qué el Gobierno decidió cerrar Vialidad Nacional La medida fue presentada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, como un gesto simbólico y práctico contra lo que ellos denominaron "corrupción en la obra pública". El anuncio estuvo enmarcado por un video sobre la causa judicial que condenó a Cristina Kirchner por irregularidades en contratos de obra durante su gobierno, en especial los asignados a Lázaro Báez. Según Adorni, Vialidad había sido “un instrumento para maniobras ilegales” y el cierre responde a la voluntad del Ejecutivo de terminar con ese modelo de gestión. Adorni calificó la medida como “el acta de defunción de la corrupción de la obra pública”, al tiempo que defendió el uso de las facultades delegadas para impulsar este tipo de reformas estructurales. El cierre de Vialidad Nacional, más allá de su simbolismo político, se presenta como parte de una estrategia para recortar gastos, evitar superposiciones burocráticas. El cierre de Vialidad Nacional se suma a una larga lista de medidas del gobierno de Javier Milei en las que no solo se busca reducir el tamaño del Estado, sino también marcar distancia (y castigo simbólico) al legado del kirchnerismo. Desde la eliminación del INADI, acusado por el oficialismo de ser un “aparato de persecución ideológica”, hasta el vaciamiento de organismos culturales vinculados a figuras del peronismo, como el Instituto Juan Domingo Perón, el discurso libertario se sostiene en la narrativa de desmantelar “el modelo corrupto” que identifican con los gobiernos anteriores.
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