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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/07/2025 16:41
Deathloop, de Arkane Studios. En medio de drásticos despidos en Microsoft, la figura de Raphael Colantonio, fundador de Arkane Studios, ha surgido como una voz crítica contra Game Pass, el servicio de suscripción de la gigante tecnológica. Colantonio sostiene que este modelo de negocio, subsidiado por los abundantes recursos de Microsoft, es insostenible a largo plazo y perjudicial para la industria de los videojuegos. Impacto financiero y percepción pública del servicio La reciente ronda de despidos en Microsoft, que afectó a más de 9000 empleados, ha generado nuevas críticas hacia Game Pass. Colantonio afirma que este modelo, aunque atractivo para los consumidores por su oferta irresistible, socava la estabilidad económica de los desarrolladores. “Las matemáticas detrás de Game Pass son insostenibles y solo se mantienen por las enormes inversiones de Microsoft”, comentó Colantonio, enfatizando que, a pesar de sus beneficios actuales para los jugadores, sus efectos a largo plazo son inciertos. Sin embargo, otras voces, como el director ejecutivo de Rebellion, Jason Kingsley, defienden que Game Pass les ha beneficiado considerablemente, ofreciendo ventajas incluso a estudios más pequeños. Dishonored 2 | Desarrollador: Arkane Studios | Distribuidor: Bethesda Softworks División en la comunidad de desarrolladores sobre el modelo La opinión dentro de la comunidad de desarrolladores está dividida. Mientras algunos, como Michael Douse, director de publicaciones de Larian, comparten la preocupación de Colantonio, otros defienden la inclusión de sus juegos en Game Pass como forma de mitigar los riesgos económicos inherentes al lanzamiento de nuevos títulos. Douse señala que, aunque el modelo de Game Pass ayuda especialmente a estudios que lanzan proyectos arriesgados o de menor escala, su inquietud radica en las consecuencias a largo plazo cuando “todo el dinero se acabe”. Colantonio, alineado con estas preocupaciones, destaca la “canibalización” de las ventas de juegos tradicionales, contrastándola con lo que considera un desequilibrio frente a sistemas como el modelo de gestión del ciclo de vida de Sony. “Espero que Game Pass pueda coexistir sin dañar a todos, pero solo bajo un enfoque limitado a catálogos de juegos antiguos”, sugirió el fundador de Arkane. Efectos a largo plazo y futuro de la industria de videojuegos A medida que Microsoft avanza en su reestructuración, el futuro de Game Pass y su impacto en la industria del videojuego están en debate. Los recientes despidos han incrementado las alertas sobre la sostenibilidad del modelo de suscripción de Microsoft. Es innegable que, a corto plazo, ofrece una propuesta inigualable para los consumidores, pero las advertencias de Colantonio apuntan a una colisión entre este sistema y las prácticas tradicionales de la industria. Las tendencias actuales reflejan una creciente polarización: por un lado, la atracción de nuevos usuarios; por otro, el temor entre desarrolladores ante posibles pérdidas futuras. Con cancelaciones recientes de proyectos como Everwild de Rare y el cierre de The Initiative, el entorno laboral y las inversiones en videojuegos están en entredicho, lo que supone un desafío para Microsoft al equilibrar innovación, sostenibilidad y satisfacción del consumidor.
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