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» El Ciudadano
Fecha: 07/07/2025 15:43
por Juan Pablo Sarkissian En la preparación de un equipo de cara al inicio de un nuevo campeonato poco importa el resultado en términos de victorias o derrotas. En realidad, el resultado es la consecuencia de aquello que la conducción técnica intenta o desea probar. Es decir, aceitar el funcionamiento de un juego que es en esencia colectivo. Y si hubiera alguna individualidad determinante, explotarla al máximo. Dicho esto, no es importante para el análisis la derrota ante un equipo muy pobre en juego (Mazatlán) ni el empate contra un rival de mayor jerarquía como Once Caldas (que luego sería derrota por penales). Con lo cual la mirada de este cronista se posará, otra vez, sobre el juego. Y en este aspecto nada a cambiado. Con una amplia rotación de jugadores juveniles el técnico, Cristian Fabbiani, utilizó la preparación para ratificar su mirada y sus conceptos sobre el juego: arriesgar poco, esperar, defender cerca de su área e intentar salir rápido de contragolpe. Poco se cumplió. Lo mejor que hizo fue arriesgar poco. Así las cosas, se podría decir que Newell’s ataca poco, retrocede mal y defiende peor. Nada que sorprenda. Da la sensación que ese es el camino elegido para el próximo torneo. Es muy probable que tras estas afirmaciones aparecerán las miradas cortoplacistas que nos refregarán los “resultados” de Fabbiani sentenciado que “saco del pozo” a un Newell’s que la costumbre era perder. Un tema recurrente: la falsa dicotomía entre juego y resultado. Y también una trampa: Un resultado positivo, ergo, una victoria, ni se analiza ni se cuestiona. Es que un equipo puede jugar mal y ganar. Si bien no es habitual, no es contradictorio. Entonces aparecerá la otra cantinela: ¿Qué es jugar bien? Pura pose superficial y reduccionista producto de cierta incapacidad para reflexionar. En este contexto, seria sensato repasar por que Newell’s se desprende rápido (muy) de juveniles sin un plan de trabajo para incorporarlos a la primera división. ¿Qué hubiese pasado si el gol convertido por Thiago Gigena hubiese sido obra de Darío Benedetto? ¿Pueden imaginarlo? A priori, ninguno de los pretendidos refuerzos superan a los juveniles. Curioso. Como sea, Newell’s continúa asediado por una crisis institucional que la actual comisión directiva intenta disimular, a veces torpemente. En efecto, el jueves pasado el gremio Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) denunció que a dirigencia por un atraso salarial de dos meses con los casi 400 empleados que tiene la institución, por tal motivo el sindicato se encuentra en estado de alerta. El presente es por demás complejo, pero en el futuro cercano (diciembre) hay elecciones. ¿Y si la actual conducción apuesta a conseguir resultados circunstanciales para alcanzar un segundo mandato? Con tribuna incluida, claro. Habrá ver y esperar. No sin antes recordar que experiencias de ese tenor nunca terminan bien.
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