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Concordia » Hora Digital
Fecha: 07/07/2025 11:49
Una crecida del río Guadalupe devastó Camp Mystic, Texas, dejando 43 muertos y niñas desaparecidas. En la zona de Camp Mystic, en el centro-sur de Texas, la tragedia golpeó con fuerza el viernes tras una impresionante crecida del río Guadalupe, que alcanzó más de 8 metros de altura en algunos sectores. Las intensas lluvias provocaron inundaciones que arrasaron con cabañas y construcciones del campamento de verano, dejando un saldo devastador: al menos 43 personas fallecidas, entre ellas 28 adultos y 15 menores, según reportes de autoridades locales citados por agencias internacionales como AFP. Además, 27 niñas de entre 8 y 9 años permanecen desaparecidas, mientras cientos de personas han sido evacuadas. Michael, un padre de 40 años de Austin que prefirió no revelar su apellido, expresó su dolor al recorrer los escombros de una cabaña donde su hija de 8 años dormía la noche del desastre. “Mi hija estaba aquí… Espero un milagro”, dijo entre lágrimas, mientras señalaba una caseta de piedra con vidrios destrozados por la fuerza del agua. En el lugar, objetos personales como toallas, juguetes y fotos familiares emergen entre el lodo, testigos mudos de la tragedia. Michael relató que esa noche unas 750 menores dormían en el campamento, y aunque muchas lograron evacuar, el agua impactó directamente en las cabañas de las niñas más pequeñas. La devastación se extiende más allá de Camp Mystic. En la cercana ciudad de Kerrville, el río Guadalupe subió hasta casi 10 metros, dañando casas, derribando cercas y destruyendo infraestructura como un puesto de combustible. “Hay un dicho aquí que dice que hay una inundación cada cien años. Nosotros la tuvimos. Nunca habíamos visto algo así y ojalá no lo volvamos a ver”, afirmó Gerardo Martínez, un vecino de 61 años, dueño de un restaurante en Kerrville. Otro residente, David Amorr, de 35 años, agregó: “Vemos estas cosas en la tele. No te imaginas que pasen tan cerca, sobre todo en tu ciudad. Verlo parece irreal”. Los equipos de rescate, utilizando helicópteros, drones y camionetas, continúan peinando la zona en busca de sobrevivientes y víctimas. Árboles derribados, autos volcados y construcciones destruidas marcan el paisaje a lo largo del río. Mientras tanto, familias como la de Michael se aferran a la esperanza. “Solo espero un milagro”, repitió, un ruego que resuena entre los afectados por esta catástrofe. Dado que no cuento con acceso directo a fuentes oficiales específicas sobre este evento más allá de los datos proporcionados en el texto base y las citas de AFP, no puedo verificar detalles adicionales como actualizaciones en el número de víctimas o desaparecidos. Para información más reciente, sugiero consultar medios locales de Texas o comunicados oficiales del gobierno estatal.
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