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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 06/07/2025 19:17
Con la llegada del invierno y el marcado descenso de las temperaturas, especialistas advierten sobre un aumento en el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares graves, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares (ACV) y paros cardíacos. Las bajas temperaturas, además de afectar las defensas del cuerpo, pueden generar una sobrecarga para el sistema circulatorio, sobre todo en personas mayores o con factores de riesgo preexistentes. “Durante el invierno y los extremos de baja temperatura se ha demostrado un incremento significativo en la incidencia de eventos cardiovasculares”, señala el Dr. Miguel Gonzalez (M.N. 62869), jefe de Cardiología e Investigación del Sanatorio Finochietto. “A nivel cardiovascular, las complicaciones son más frecuentes con el frío que con el calor extremo”, remarca. ¿Por qué el frío afecta al corazón? Desde el punto de vista fisiológico, la exposición al frío provoca vasoconstricción, es decir, un estrechamiento de las arterias, especialmente en manos, pies y otras extremidades. Esto eleva la presión arterial y genera taquicardia, lo que obliga al corazón a trabajar más intensamente para mantener el calor corporal y la circulación. En personas con hipertensión, arritmias u otros problemas cardíacos, este esfuerzo puede ser peligroso. “El corazón se encuentra con un desafío mayor: necesita bombear más fuerte en un entorno más demandante”, explica el Dr. Gonzalez. Además, las bajas temperaturas debilitan las defensas del organismo, facilitando infecciones como la gripe o el neumococo, que a su vez pueden desencadenar o agravar patologías cardíacas preexistentes. Adultos mayores: más vulnerables La edad también juega un rol determinante. “Los adultos mayores, incluso los que se consideran sanos, son especialmente vulnerables al frío”, afirma Gonzalez. Con el paso de los años, el cuerpo pierde eficiencia en la regulación térmica y la respuesta cardiovascular puede volverse más débil o exagerada, aumentando el riesgo de descompensaciones. Además, suelen convivir con más factores de riesgo (hipertensión, colesterol alto, diabetes, entre otros) y con un sistema inmunológico menos robusto, lo que agrava el panorama en invierno. Claves para cuidar el corazón en los días fríos Frente a este escenario, el Dr. Gonzalez y otros profesionales recomiendan una serie de acciones preventivas para reducir los riesgos: Evitar cambios bruscos de temperatura: No salir al aire libre desde ambientes muy calefaccionados sin la protección adecuada. Alimentación saludable: Incorporar comidas ricas en nutrientes y evitar excesos de grasas saturadas o sal. Actividad física moderada: Mantenerse activo, incluso dentro del hogar, ayuda a regular la presión y el ritmo cardíaco. Cumplir con la medicación: Seguir estrictamente el tratamiento indicado para enfermedades cardiovasculares. Consultar al médico ante cualquier duda, especialmente sobre ajustes de dosis. No fumar y manejar el estrés: Dos factores clave que inciden negativamente en la salud cardiovascular. Vacunación anual: La vacuna antigripal y la antineumocócica son fundamentales. Está demostrado que estas infecciones pueden provocar infartos o agravar insuficiencias cardíacas. El esquema de vacunación es gratuito en Argentina para mayores de 65 años y personas con factores de riesgo. Un patrón estacional que se repite cada año Durante los meses de junio, julio y agosto, se registra un aumento constante en las consultas e internaciones por causas cardiovasculares, sobre todo en jornadas de frío intenso. “Vemos más infartos y descompensaciones de pacientes con insuficiencia cardíaca o hipertensión”, confirma el especialista. Aunque el sistema de salud está preparado para este patrón estacional, la prevención sigue siendo la mejor herramienta para evitar complicaciones graves y aliviar la demanda hospitalaria. Con simples medidas cotidianas, es posible atravesar el invierno con el corazón en buen estado.
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