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  • Renunciaron 20 docentes y 5 becarios de la Facultad de Bromatología en los últimos 18 meses

    Gualeguaychu » El Dia

    Fecha: 06/07/2025 01:52

    Esta semana, la Cámara de Diputados debatió, en una sesión cargada de tensiones, el pedido para tratar de forma urgente el proyecto de financiamiento de las universidades nacionales. La propuesta fue aprobada y será discutida el próximo martes. Según explicó la diputada nacional entrerriana Blanca Osuna, autora del proyecto, el presupuesto destinado a las universidades sufrió un recorte del 45,3% en términos reales si se lo compara con 2023. “La situación de la educación en nuestro país, producto de las decisiones del Gobierno nacional de desfinanciación, es de suma gravedad. Con consecuencias inconmensurables, entre ellas la destrucción de las universidades públicas, gratuitas y federales, las cuales tienen un lugar central en la construcción de oportunidades y en el desarrollo nacional", sentenció Osuna. Y agregó: "La ciencia que se produce en nuestras universidades no es un lujo: es una herramienta para la soberanía, la justicia social y el desarrollo federal. Por eso, este debate no puede esperar más". Al mismo tiempo, la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) dio a conocer que entre enero de 2024 y junio de 2025 renunciaron 123 docentes. Puede interesarte Andrés Sabella, rector de la casa de estudios, contó a Ahora ElDía: “De la Facultad de Bromatología, renunciaron 12 docentes en 2024 y en los que va de este año 8 más. Este panorama genera un impacto muy negativo, sobre todo teniendo en cuenta que el 70% de los casos son trabajadores menores a 40 años. Eso impacta en la formación de los equipos de trabajos y va a tener mayores efectos en los próximos años, porque se producirá un bache significativo. La cantidad de renuncias que tuvimos estos últimos 18 meses registra valores que triplican los casos que habitualmente hay. La causa, indudablemente, es la pérdida del poder adquisitivo: ya no resulta conveniente trabajar en una universidad”. La desvalorización del salario de los docentes se explica por la falta de presupuesto actualizado, ya que las universidades nacionales siguen funcionando con la misma cantidad de fondos que se establecieron en 2023. “La situación presupuestaria del sistema universitario argentino sigue siendo de altísima incertidumbre, debido a que las partidas presupuestarias en muchos casos se van devengando mes a mes, entonces no se conoce cuál es el presupuesto con el que podré contar durante todo el año. Además, genera también un impacto negativo en los diferentes programas que tenemos planificados las universidades. En definitiva, lo que hace es vulnerar la autonomía universitaria y la autarquía económica-financiera del sistema. En ese contexto, las estimaciones que hay realizadas, en función de las actualizaciones que tuvo el presupuesto en 2024, generan una pérdida del poder adquisitivo cercana al 50%, y esto se nota en los distintos programas de bienestar estudiantil, de investigación y extensión, y fundamentalmente en el valor de las becas y de los sueldos de los docentes y no docentes”, explicó Sabella. Esta situación lleva a que muchos profesionales que se dedican a la docencia deban optar por otro trabajo, o tener más de un empleo a la vez. En algunos casos, hay quienes piden licencia sin goce de haberes y privilegian otras posibilidades laborales porque les comportan mejoras en sus sueldos. Entonces, se producen las renuncias en la universidad y la migración hacia otros ámbitos. Puede interesarte Los datos proporcionados por el rector de la UNER fueron confirmados por Diego Zanetti, responsable local de la Asociación Gremial de Docentes Universitarios, que resaltó que en cada Consejo Directivo tratan al menos una renuncia: “Son situaciones de docentes que ingresaron hace poco, los cuales tienen sueldos bajos para lo que es la media de un ingreso familiar. Y estamos hablando de profesionales con una carrera de grado, un posgrado, a quienes la sociedad argentina ha apoyado en su formación. Al día de hoy, cobran 360 mil pesos. Renuncian a carreras de la facultad porque consiguen un trabajo en el ámbito privado y deciden trasladarse. En este año y medio, no ha habido una sola reunión en que no hemos tratado una renuncia. En estos 18 meses, entre un 4 y 5% del plantel de la facultad ha presentado una renuncia”. Asimismo, describió a la coyuntura como “una sangría leve, pero constante de profesionales que salen a buscar trabajo a otros ámbitos”. Esta realidad genera que los docentes que se quedan en la Facultad de Bromatología estén recargados de estudiantes. De hecho, según Zanetti, hay comisiones con hasta 180 estudiantes y muchos se ven obligados a abrir nuevas cátedras. Por otro lado, la falta de un presupuesto universitario actualizado genera que se reduzcan gastos en otras áreas: “No creo que vaya a quedar sin pagar alguna boleta en la facultad, pero el impacto se traslada a insumos, materiales para los laboratorios y trabajos de extensión”. Asimismo, reconoció que esta situación no la trasladan al estudiantado, que muchas veces ignora por desconocimiento las dificultades que atraviesa la institución: “Estamos equivocados en no dar la cruda realidad a los estudiantes, por más que a duras penas podamos pagar el gas o la electricidad. Siempre mantenemos los espacios climatizados para que todos estén bien, lo mismo nos pasa con el comedor universitario. Sin embargo, tendríamos que poder salir a contarles esta situación. No hay presupuesto para cuestiones que no son consideradas como esenciales, como ir a un Congreso, que en la realidad sí es importante, porque es una instancia más de formación. La estamos pasando mal, pero hacemos todo lo posible para poder sostener la facultad abierta”. El desfinanciamiento de la ciencia Dentro del Polo Universitario de nuestra ciudad funciona el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos de Entre Ríos (Ictaer), unidad ejecutora de doble dependencia entre el Conicet y la UNER. Allí científicos locales llevan adelante sus investigaciones para mejorar la seguridad alimentaria, desarrollar alimentos funcionales, optimizar procesos productivos agroindustriales y valorizar subproductos de la región, entre otras líneas prioritarias. Puede interesarte Beatriz Gómez, directora de Ictaer, manifestó: “Los que trabajamos cotidianamente en el sistema científico-tecnológico vemos con creciente preocupación cómo los recortes presupuestarios recientes amenazan con desarticular el entramado institucional que durante años se fue construyendo con esfuerzo, compromiso y cooperación. En este momento, existe la paralización o demora de convocatorias a becas e ingresos a la carrera del investigador. La reducción de fondos para proyectos y el achicamiento de las partidas de funcionamiento afectan no solo nuestras actividades diarias, sino también la posibilidad misma de sostener una política científica federal y con arraigo territorial”. Y agregó: “Este contexto, que generó en los últimos meses la desvinculación de cinco becarios y becarias doctorales y posdoctorales, no sólo representa una pérdida de oportunidades para jóvenes altamente formados, sino también un golpe al desarrollo de nuestras líneas de investigación, muchas de las cuales estaban diseñadas para ser continuadas o fortalecidas con estos recursos humanos”. A pesar de este panorama, Gómez aseguró: “Nuestros equipos siguen trabajando con compromiso, buscando alternativas, articulando con otros actores del sistema, participando en convocatorias internacionales y acompañando demandas del sector productivo local. Pero no podemos solos. La ciencia requiere inversión sostenida, planificación estratégica y una mirada de largo plazo. El recorte a la ciencia y a la universidad pública no es un tema sectorial. Nos involucra a todos porque sin ciencia no hay innovación, sin conocimiento no hay desarrollo y sin universidad pública no hay igualdad de oportunidades. Argentina cuenta con un capital humano excepcional y con instituciones con capacidad demostrada para generar soluciones concretas a los desafíos del país. Lo que necesitamos es voluntad política para sostenerlas. La ciencia no es un gasto, es una inversión en el presente y en el futuro".

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