06/07/2025 00:05
06/07/2025 00:05
06/07/2025 00:04
06/07/2025 00:03
06/07/2025 00:03
06/07/2025 00:02
06/07/2025 00:02
06/07/2025 00:02
06/07/2025 00:02
06/07/2025 00:01
» tn24
Fecha: 05/07/2025 13:02
El Ag Barometer Austral marcó una baja general del 5% y encendió la luz de alerta en las inversiones; la expectativa a 12 meses se desplomó un 19%, con señales de preocupación por la falta de reglas claras, precios deprimidos y una coyuntura macroeconómica volátil. La confianza del agro argentino volvió a retroceder y dejó en evidencia la creciente preocupación del productor frente a un escenario cargado de incertidumbre. En la última medición del Ag Barometer Austral —el índice que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral— se registró en mayo-junio 2025 una caída del 5%, pasando de 137 a 130 puntos. Aunque el indicador general aún se mantiene en terreno positivo, la curva descendente se repite: es la cuarta medición consecutiva que muestra oscilaciones marcadas, lo que refleja un ánimo cada vez más volátil en el campo argentino. “Lo más preocupante de esta medición es el deterioro en la mirada a futuro. La confianza sobre la situación del sector en los próximos 12 meses cayó un 19%”, advirtió Carlos Steiger, director del Ag Barometer Austral. Expectativas de inversión: golpe a la confianza La caída más profunda se dio en el Índice de Expectativas de Inversión, que descendió un 8,5% respecto de marzo y acumula un desplome del 32,5% desde noviembre de 2024. Actualmente se ubica en 75 puntos. Un dato que alarma: el 63% de los productores considera que no es un buen momento para invertir, frente al 59% que opinaba lo mismo en marzo. “Hoy el productor necesita no solo rentabilidad, sino reglas de juego claras y estables por al menos cinco años para planificar inversiones. Ese escenario no está”, remarcó Steiger. La incertidumbre política y económica, sumada a factores externos como los conflictos bélicos en Medio Oriente y las medidas erráticas del gobierno de Donald Trump en EE.UU., complican aún más el horizonte. A esto se agregan precios deprimidos de granos, retenciones vigentes, infraestructura deteriorada, costos logísticos altos y tasas reales en pesos elevadas. “En este entorno, las decisiones de inversión en activos fijos como maquinaria quedan postergadas”, sintetizó Steiger. Ganadería: ¿una oportunidad en medio del panorama adverso? A pesar del freno generalizado en la inversión, el informe detectó un foco de expectativa en la ganadería. La suba en los precios internacionales de la carne vacuna, medida por el índice de FAO, ya tuvo impacto en el mercado local y permitió compensar la caída en volúmenes exportados. Aunque aún no se traduce en nuevas inversiones, el informe señala que podrían iniciarse procesos de retención de vientres e inversiones ganaderas, si los precios internacionales se sostienen. “Hoy el stock ganadero ronda los 52 millones de cabezas, bastante por debajo del pico de 60 millones de 2007. Aumentarlo es clave para abastecer el consumo interno y atender la creciente demanda exportadora”, explicó Steiger. Baja de retenciones: beneficio acotado y reacción tardía El análisis también abordó la baja temporal de retenciones que venció el 30 de junio. Si bien al inicio solo un 28% de los productores había anticipado ventas, en junio el número creció: un 72% asumió que no habría prórroga y optó por vender antes del cierre del beneficio. Aun así, persiste un pequeño grupo que mantiene la esperanza de una eliminación definitiva tras las elecciones legislativas de octubre. Para Steiger, la medida “mejoró la rentabilidad en el corto plazo, pero la falta de señales claras limitó su impacto”. Trigo y alquileres: cierta estabilidad La encuesta también abordó decisiones clave de cara a la campaña 2025/26. El 86% de los productores no modificó su plan de siembra de trigo, pese a la baja en los precios internacionales. Además, el 71% aseguró que los valores de alquileres se mantienen estables respecto al ciclo anterior. En medio de un contexto marcado por la volatilidad, el productor argentino sigue demostrando resiliencia. Pero el deterioro en la confianza y el freno inversor reflejan una preocupación cada vez más profunda. “El productor opera con una lógica de mediano plazo, incluso en contextos adversos, pero no puede sostener esa actitud indefinidamente sin señales claras de previsibilidad”, concluyó Steiger.
Ver noticia original