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» Sin Mordaza
Fecha: 05/07/2025 11:21
El presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), Javier Martín, advirtió que el reciente corte en el suministro de gas a industrias santafesinas no fue una sorpresa, sino la consecuencia de problemas estructurales conocidos desde hace tiempo y de la falta de previsión. Martín explicó que la interrupción afectó tanto a empresas con contratos “firmes” —que en teoría garantizan provisión con ciertas condiciones— como a aquellas con contratos “interrumpibles”, más económicos pero sin garantía de abastecimiento. “El contrato firme es más caro, pero uno tiene garantizada una disponibilidad mínima de gas por año. El interrumpible es más barato, pero sabés que en invierno podés llegar a tener algún faltante”, detalló. En este caso, el problema fue doble: “Los anuncios del corte fueron bastante repentinos, con lo cual tuvo impacto en prácticamente todas las industrias”. Según precisó, esto provocó no solo un aumento de costos —al reemplazar el gas por combustibles alternativos más caros, como el fueloil—, sino también complicaciones operativas. “En las empresas de procesos continuos, una interrupción de dos horas de gas puede significar diez horas operativas entre apagar y reiniciar líneas de producción”. El titular de FISFE fue categórico respecto del origen del problema: “Argentina hoy produce más gas del que puede consumir, pero no tiene capacidad de transporte”. Y explicó que tras la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner en 2023, quedaron pendientes tres obras clave que aún no se ejecutaron: la instalación de cámaras compresoras para aumentar el volumen de transporte, la extensión del gasoducto al centro y norte del país, y el “reversal” del gasoducto del norte, originalmente pensado para importar gas de Bolivia, que permitiría llevar gas desde Vaca Muerta hacia el norte argentino. “Ya se sabía que si esas obras no se hacían, este invierno íbamos a tener este problema. Es un tema de estructura que se conoce hace mucho tiempo. Las soluciones estaban previstas, falta que se ejecuten”, reclamó Martín. Además, el dirigente industrial lamentó que se priorice el consumo domiciliario “porque no hay capacidad de transporte”, lo que deja a la industria expuesta a interrupciones costosas. “Cuando las temperaturas bajan de los 10 grados, el consumo residencial crece mucho y se prioriza ese suministro, como es lógico, pero eso deja a las empresas sin margen”, añadió. Finalmente, advirtió que el costo económico del escenario es aún mayor si se considera la importación de gas natural licuado: “Ahora se van a importar posiblemente 29 cargas, que se pagan entre 11 y 14 dólares el millón de BTU, muchísimo más caro que el gas que producimos nosotros en Vaca Muerta. Es una pena”. Para el sector industrial santafesino, el corte no solo evidenció una emergencia coyuntural, sino que volvió a poner sobre la mesa la necesidad de avanzar con urgencia en la infraestructura energética que el país necesita para sostener su desarrollo. Escuchar la nota completa:
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