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  • Minerva Casero: la escuela japonesa, los simulacros de su papá y qué haría con un millón de dólares

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 04/07/2025 04:40

    Minerva Casero es una actriz y cantante argentina que creció rodeada de arte. Hija del reconocido actor y comediante Alfredo Casero, desde pequeña mostró una fuerte inclinación por lo artístico, participando en clases de teatro, canto y pintura. Debutó en televisión con Esperanza mía (2015) y continuó desarrollando su perfil multifacético en series como Heidi, bienvenida a casa (2017), Simona (2018) y Argentina, tierra de amor y venganza (2019), donde también aportó a las bandas sonoras y al teatro musical. Su talento se consolidó en los últimos años a partir de su participación en la serie Iosi, el espía arrepentido (2022), donde interpretó a Dafne Menajem, un rol complejo que le valió el Premio Cóndor de Plata a Revelación Femenina. También participó en producciones cinematográficas como Linda (2024), junto a Eugenia La China Suárez, y en la serie Sin salida, donde abordó temáticas intensas y exigencias físicas. Este año, integró el elenco de Viudas Negras que se estrenó recientemente. Minerva protagonizó campañas de moda y belleza, construyendo un perfil artístico integral que combina actuación, música, narrativa visual y una activa presencia en redes sociales. En 2019, inició su carrera musical con el lanzamiento del single Sireno y la apertura del show de Tove Lo en el Teatro Vorterix. En 2025, presentó el tema Qué Triste, canción oficial de su primer disco, que saldrá a la luz en los próximos meses. Minerva Casero: “Estoy en pareja, pero nadie sabe quién es y prefiero que se hable de otra cosa”. (Diego Barbatto) Pollo: — Sos una artista muy completa y, naturalmente, estás expuesta. ¿Sabés poner un límite sobre hasta dónde pueden entrar quienes te preguntamos, los medios y la gente? ¿Te llevás bien con esa parte? Minerva: — Yo creo que sí. De hecho, he sido bastante perfil bajo toda mi vida y en toda mi carrera, si querés llamarlo así. En toda mi experiencia en este medio, que al día de hoy son como diez años, siempre fui muy tranquila y nunca me mostré demasiado, simplemente porque no es lo que me nace salir a hablar. Soy más tranquila y tuve que separar el afuera del adentro porque es una parte fundamental de mi salud. Pero sí hay cosas que se terminan mezclando y tampoco dependen de mí, se van entrelazando y voy manejándolo. Pollo: — Me aparecieron muchos TikToks tuyos en los Premios Gardel. Creo que gustó mucho tu look, pero estaba inundado de tus imágenes. ¿Te da fiaca eso o lo disfrutás? Minerva: — Siempre me manejé con un muy bajo perfil porque al haber estado expuesta desde tan chica o haberme criado de alguna forma en el medio, me di cuenta que cuanto más asomas la cabeza, más cosas pueden pasar. Por un lado cosas lindas y por otro lado, probablemente, algún golpe. Entonces, siempre opté como método de defensa personal estar tranquila. No necesito grandes cimbronazos ni buenos ni malos. Pero ahora que estoy apostando por algo propio, estoy dispuesta a recibir las cosas lindas y los “bifes”. Pollo: — Tengo entendido que con esto de la música no solo escribís, sino que le ponés arte a todo el proyecto. ¿Cuánto te influenció tu crianza en eso? Minerva: — Yo me crie con padres artistas, con todo lo más espectacular de eso y también lo disfuncional que tiene. Ambos son artistas muy honestos consigo mismos y auténticos, entonces, de alguna forma, cuando ellos están así, hay un montón de cosas de la sociedad que te resultan un poco más difíciles de entrar y de gestionar bien. La disciplina y todo lo que hace a una cosa más ordenada, lo tuve que aprender de afuera porque mis papás eran “muy artistas”. Y por otro lado, una de las cosas que mamé fue el arte como herramienta para todo: lo lindo, lo feo, lo bueno, lo malo, como una manera, un lente con el que ver las cosas. Eso la verdad es que me fue dado y lo tomé. Pollo: — Elegiste seguir ese camino, mientras otras personas tal vez reniegan. Minerva: — En mi casa siempre se pintó, había un taller muy grande donde dibujábamos y pintábamos, había un pizarrón y eso estuvo siempre a la mano. Para mí, jugar con las pinturas, fue una manera de transitar mi infancia. Mi mamá es escultora, pinta y ahora está haciendo una joyería espectacular. Mis padres tienen mucho mundo interno y eso me fue enseñado. Por eso, a veces, con lo que yo tengo que luchar es con salir de ese mundo interno porque es muy cómodo para mí estar ahí. Mi desafío, quizás, es salir, mostrar ese mundo interno y que tenga una repercusión en el prójimo. Yo hago esto porque lo disfruto. Es parte de mí. Pollo: — ¿Pueden convivir la actriz y cantante? Minerva: — Se acotan un poco los tiempos, es una verdad... Te hablo desde lo más bobo. Por ejemplo, tengo estas uñas pintadas de animal print. Pero como actriz tal vez no podría usarlas. Lo mismo el largo del pelo, el color, puede tener que cambiar para una cosa y no para la otra. Empiezan a jugar un poco esas dos cosas y yo tengo que ir haciendo malabares. De hecho, el año pasado, cuando estaba filmando Viudas Negras, también estaba con las últimas grabaciones del disco y otro proyecto más que falta todavía para que salga. Estaba con tres cosas en simultáneo. Mocatriz, como dicen. Pollo: — ¿Qué es Mocatriz? Minerva: — No sé el origen, pero es: modelo, cantante y actriz. Es un término de Internet, un chiste. No sé de dónde viene, pero llegó a mi padre y siempre me lo dice como broma. Él es consumidor de Internet… Pollo: — No lo hago a tu viejo viendo Twitter. Minerva: — Sí, mira reels. Está actualizado. Le decís: “Tatuaje en el cuello”. Y te responde: “El pelo negro”. Te juro (risas). Pollo: — Me lo imagino a tu papá diciendo eso con su impronta y me da mucha gracia. Minerva: — Sí, a mí también. Volviendo a la pregunta, la verdad es que para mí un privilegio enorme porque estoy haciendo todas las cosas que me gustan. Y encima tengo la posibilidad de tener un cuerpo joven y sano que me acompaña y puedo hacer todo. En otro momento por ahí no pueda o no quiera, pero en este momento sí. “Par mí el arte siempre fue una herramienta para todo: lo lindo, lo feo, lo bueno y lo malo”, explicó la actriz y cantante. (Diego Barbatto) Japón Pollo: — ¿Es verdad que fuiste a un colegio japonés? Minerva: — Sí, acá en Argentina. Porque mi papá tiene toda esta situación con Shima Uta, un tema exitoso, vinculado también con el mundo del deporte que lo cantó en el Mundial Corea-Japón. Pollo: — Él la pegó fuerte allá. Minerva: — Sí. De hecho, sacó discos solo en Japón que acá no están (risas). Pollo: — ¿Y por eso te anotó en un colegio japonés? Minerva: — Mi papá en esa épica empieza a viajar muchísimo a Japón. Hasta mis diez años él viajaba todos los años. Incluso, no sé si con Jairo. Pero cantó tango allá. Yo era muy chica no me acuerdo, pero revolucionó todo. Estamos hablando de una época en la que no era como ahora, que podés googlear cómo se come en Japón y te muestran todo. Era como si fueras a otro planeta porque no tenías acceso a todo eso. Pollo: — Además, es una cultura súper interesante. Minerva: — Sí y re distinta. Después salió la película Perdidos en Tokio, que él me contó que tuvo una experiencia similar. ¿Viste cuando Bill Murray llega y se ve a él mismo como gigante y peludo? A mi papá le pasó. Es la parte en que la gente le habla y él es como más alto que los demás y más peludo que ellos porque, en general, en Japón no tienen tanto vello corporal, son más lampiños. Hay una diferencia cultural muy grande que él vivió. También la soledad de estar en un lugar en donde no entendés nada. Pero con el tiempo fue aprendiendo. En esa época no tenía el traductor de teléfono, tenía que anotar todo en un cuadernito para saber cómo pedir un té por teléfono y con doce horas de diferencia con Argentina. Llamaba a nuestra casa a cualquier hora. Cuando volvió de toda esa experiencia es que hace una canción que se llama Tetsuwan Atomu, una versión de la canción de Astroboy y los hace cantar a los de Catupecu Machu en japonés. Para ese tema necesitaba un coro de niños y el único lugar en Argentina que había un coro así era en este colegio. Es el único colegio japonés plurilingüe. Dan clases en tres idiomas. Pollo: — ¿Español, inglés y japonés? Minerva: — Sí. No es una educación que contemple la cultura ni que se mezcle. Es más sobre el idioma. Pollo: — O sea que hablás japonés... Minerva: — Hablo japonés mínimamente, como alguien que dejó de hablar muchísimo tiempo. Si pongo una peli, la entiendo. Pero hablo como si fuera un chico de siete años. Minerva se atrevió al Juego del millón de dólares que propuso el Pollo Álvarez. (Diego Barbatto) Millón Con una valija llena de dólares, el Pollo invitó a Minerva a comprar todo lo que desee. El único requisito es que no se puede donar ni guardar como ahorro. ¿Qué eligió? Pollo: — ¿Qué te gustaría comprar? Minerva: — Como primera decisión, en mi primer día de millonaria, me compraría una casa muy linda con un taller para pintar en un lugar rural, que sea campo, pero que esté cerca del mar. Un espacio donde pueda tener animalitos. No una gran granja, pero una especie de... Pollo: — Podría ser en la costa atlántica. Con 400 mil creo que estamos bien. Minerva: — Ponele 500 mil, mejor. No voy a escatimar ya que tengo la plata. Pollo: — Te quedan 500. Minerva: — Un BMW de 1988. Saldrá 20 mil dólares o un poco más... Pollo: — ¿Descapotable? Minerva: — Sí. Pollo: — Te quedan 480 mil. ¿Qué más? Minerva: — Voy a hacer un viaje con 10 amigas. Pollo: — ¿A dónde? Minerva: — A una buena playa. Puede ser Ibiza o algo así. Yo soy cero fiestera, pero lo haría para que ellas se diviertan. Pollo: — Pero tal vez para la playa no hace falta la fiesta... Minerva: — Mediterráneo, entonces. Pollo: — ¿80 lucas está bien o es poco para este viaje? Minerva: — Muy bien. Tampoco es que soy una loca que gaste. Pollo: — Te quedan 400 mil. Minerva: — Voy a hacerle un taller increíble a mi madre. Puede ser dentro de mí misma propiedad, porque soy mamera. Le hacemos un gran taller, lejos de la casa, pero en el mismo predio. Pollo: — Hermoso. ¿Qué más? Minerva: — Y ahora papá se va a enojar. Pollo: — Ojo que es calentón, papá. Minerva: — Y le podemos conseguir algún vehículo que le gustan los autos porque es mecánico. Pollo: — ¡¿Es mecánico?! Minerva: — Sí, de oficio. Es bastante renacentista. Le gustan los autos antiguos. De hecho, refacciona, restaura… Pollo: — ¿Qué le compramos? Minerva: — ¿Cuánto sale una avionetita? Pollo: — A ver averigüemos. En Internet dice: entre 35 mil y 76 mil. ¿Vamos con 50? Para promediar. Minerva: — Quedé bárbaro con los dos. Pollo: — Bien gastado. Te quedan 250 mil. Minerva: — Voy a usar 100 para poner en mi proyecto musical, en los shows. Y con lo que sobra, me pongo un negocio nada que ver (risas). Pollo: — ¿Una jabonería? ¿Un Laverap? Minerva: — No sé. ¿Una galería de arte? Pollo: — No, pero si tiene que ser algo que no tenga nada que ver, debería ser un puesto de panchos o algo así. Minerva: — Vamos a hacer así: 150 lucas pongo en la idea de alguien que tenga un buen proyecto presupuestado y que me dé confianza. Alguien que me diga: “Este es mi proyecto y va a ser de esta manera. ¿Pones un mango?” Yo pongo 150 lucas. Pollo: — Y ahí va a venir el rendimiento. Minerva: — Y sí. Yo confío en la gente. Hay que tener un poquito de intuición. Puede salir mal, pero... “Toda mi vida fui perfil bajo, separar el afuera del adentro es clave para mi salud”, confesó Minerva. (Diego Barbatto) Pollo: — ¿Estás en pareja actualmente? Minerva: — Estoy en pareja, pero soy medio privé. Pollo: — ¿Es verdad que tenés una pareja misteriosa? ¿Estás de novia pero nadie sabe quién es? Minerva: — Nadie sabe quién es. Pollo: — ¿Y hace cuánto estás con “nadie sabe quién es”? ¿Más de un año? Minerva: — Sí. Pollo: — ¿Y nunca te vieron en un boliche, en un bar, en una avant premiere? Minerva: — No voy ni a boliches ni a bares. Y a algunos eventos ha ido, pero yo digo que es un primo (risas). Pollo: — Pero, ¿no vas de la mano ni nada? Minerva: — No, porque es mi espacio laboral. Voy y trabajo. Prefiero que se hable de otra cosa y no de quién es él. Pollo: — ¿No se les escapa un piquito? ¿Nada? Minerva: — No (risas). Yo no lo acompaño a la oficina tampoco. Esos ámbitos no dejan de ser lugares de trabajo. Es un espacio en el que estoy en otra sintonía y estoy conectada con mi trabajo y otra parte de mí. Aparte a él no le cabe. Se siente como expuesto. Pollo: — Pero si un día sucede, ojalá que no, porque no es un deseo de ustedes. ¿Se quieren morir o le dan para adelante? Minerva: — No, bueno. Es la vida. Él quizás se quiera morir. Pero no sé, no lo pregunté. Igual es re vivo porque ve venir las cámaras y se va para otro. Ya sabe, la tiene muy estudiada la situación. A veces le digo, hablame por lo menos (risas). Pollo: — Este es el sobre de la pregunta dorada. Elegimos tres frases tuyas. Tenés que elegir una y explicarla. A: me atacan de manera brutal por las opiniones de mi padre. B: tuve problemas de salud que me hicieron replantearme la vida. C: fui criada para estar preparada para un apocalipsis. Minerva: — Voy con la tercera que es la más graciosa. Frente a una situación, mi papá siempre pone sobre la mesa todas las posibilidades, cualquiera sea. Evalúa todo lo que puede llegar a pasar que por un lado está buenísimo, porque usa eso para resolver a futuro. Pero por otro lado me daba una ansiedad de chica porque mis dos papás me decían: “Si llega a pasarte algo…” Es como en la película Los excéntricos Tenenbaums, que en un momento les hacen hacer como un simulacro de incendio a los hijos. Bueno, mi papá me hacía hacer el simulacro de choque. Pollo: — ¡¿Cómo es eso?! Minerva: — Vos vas en el auto y él grita: “¡Choque!”. Ahí él me decía que tenía que estirar las piernas porque sino el airbag no sé qué… Pollo: — ¿Y tenías que saber cómo salir de esa situación? Minerva: — Exacto. Y así con un montón de cosas. Suena feo, pero me preparé para lo peor. Hay un montón de cosas que me dan miedo y a veces tengo una cosa más ansiosa porque pienso en todo lo que puede llegar a pasar. Obviamente, lo evalúo y hago ese trabajo yo también. Pero ¿qué pasó cuando verdaderamente estuve en situaciones más extremas en donde tuve que accionar? Pude reaccionar muy fácilmente y estaba más tranquila. Es gracioso porque mis padres tienen esto de ser aristas y mucho “firulete”, pero por otro lado también tienen un tema de estructura y previsión.

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