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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/07/2025 02:44
Comer de manera equilibrada potencia los resultados del entrenamiento de fuerza, combinando proteínas, carbohidratos y grasas saludables (Imagen ilustrativa Infobae) La alimentación juega un papel determinante en la efectividad del entrenamiento de fuerza, más allá del tipo de rutina, la cantidad de peso levantado o el número de repeticiones realizadas. Un plan de alimentación bien estructurado permite que el organismo obtenga los nutrientes necesarios para maximizar el crecimiento muscular, mejorar la recuperación y mantener la energía a lo largo de las sesiones. Especialistas han enfatizado en este punto. El consumo de alimentos frescos y ricos en nutrientes supera en beneficios a los productos ultraprocesados (Imagen Ilustrativa Infobae) Priorizar fuentes de proteínas, grasas saludables y carbohidratos de calidad, así como incorporar micronutrientes, contribuye a la reparación del tejido muscular y a fortalecer la salud general. Según lo recomendado por la Clínica Mayo y respaldado por otras instituciones, una comida orientada al entrenamiento de fuerza no debe ser restrictiva ni regirse por tendencias pasajeras. Cuáles son los alimentos recomendados para el entrenamiento de fuerza La clave radica en elegir y distribuir adecuadamente los alimentos más beneficiosos. A continuación, se presentan cuatro grupos alimenticios fundamentales y su aporte específico durante la práctica de ejercicio de fuerza. 1- Carne magra Las carnes magras ofrecen proteínas esenciales para el crecimiento y recuperación muscular tras el ejercicio de fuerza (Imagen Ilustrativa Infobae) La inclusión de carnes magras constituye una de las estrategias principales para asegurar el abastecimiento de proteínas de alta calidad en la comida de quienes entrenan fuerza. Las mejores opciones, según el consenso de expertos e instituciones como la Clínica Mayo, son cortes como pechuga de pollo sin piel, pescado, pavo, lomo de cerdo, solomillo de res y también productos como claras de huevo o lácteos bajos en grasa. Elegir pollo, pescado o cortes magros de res ayuda a mantener la fuerza sin elevar la ingesta de grasas saturadas (Imagen Ilustrativa Infobae) Un estudio citado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por las siglas en inglés) postuló que el consumo de carne magra “es un complemento valioso para una dieta saludable, ya que aporta proteínas completas y es una fuente rica de vitamina B (12), hierro y zinc”. Cabe recordar que la vitamina B12 es importante para el metabolismo de proteínas. Además ayuda a la formación de glóbulos rojos y al mantenimiento del sistema nervioso, tal como repasan en MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Esta entidad también plantea que el hierro es vital para los músculos. 2- Legumbres Lentejas, garbanzos y frijoles son aliados asequibles para ganar masa muscular y prolongar la sensación de saciedad (Imagen Ilustrativa Infobae) Las legumbres, ampliamente recomendadas por entidades como la Clínica Cleveland, tienen un perfil nutricional ideal para quienes practican deportes de fuerza. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO): “El gran contenido en fibra de las legumbres aumenta la saciedad y contribuye a estabilizar los niveles de azúcar e insulina en la sangre, reduciendo los picos después de comer y mejorando la resistencia a la insulina. Todo ello convierte a las legumbres en alimentos ideales para el control de peso”. Las legumbres combinan proteínas, fibra y carbohidratos complejos, proporcionando energía y nutrición óptima (Imagen Ilustrativa Infobae) Variedades como lentejas, garbanzos, porotos negros, porotos rojos, guisantes y edamame proporcionan un excelente equilibrio entre proteína, energía y micronutrientes. 3- Verduras de hoja verde El consumo diario de espinaca, acelga o col rizada puede aumentar la fuerza y velocidad en las extremidades inferiores (Imagen Ilustrativa Infobae) Las verduras de hoja verde, como espinaca, col rizada, acelga y lechuga, ocupan un lugar destacado dentro de los alimentos recomendados para el entrenamiento de fuerza. Diversas investigaciones, entre ellas la realizada por la Universidad Edith Cowan publicada en el Journal of Nutrition, han puesto de manifiesto que el consumo diario de al menos una taza de estas verduras puede mejorar significativamente la función muscular, en particular en las extremidades inferiores. Verduras ricas en nitratos y antioxidantes contribuyen a la función muscular y la prevención de lesiones (Imagen Ilustrativa Infobae) Estas verduras se pueden consumir tanto crudas en ensaladas como cocidas o salteadas, y representan también un pilar en la prevención de enfermedades crónicas a largo plazo. 4- Batatas Las batatas facilitan una liberación prolongada de energía y son fuente de potasio y vitamina A, indispensables para la recuperación (Imagen Ilustrativa Infobae) Las batatas son una fuente de potasio y vitamina A. Esta verdura también es una fuente de algunos tipos de vitamina B. Además, tienen fibra y un contenido relativamente bajo de calorías, según Mayo Clinic. La Clínica Cleveland subrayó el alto contenido de vitamina A y potasio de la batata, dos nutrientes que apoyan activamente la función muscular y la salud general. Incorporar batatas a la dieta protege la función muscular y ayuda a regular el colesterol y el peso corporal (Imagen Ilustrativa Infobae) La versatilidad de la batata permite incluirla asada, al vapor, en puré o incluso horneada como parte de una comida balanceada.
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