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» El Ciudadano
Fecha: 03/07/2025 21:49
En un escenario económico desafiante, donde las normas cambian con frecuencia y la incertidumbre impacta en todos los niveles, el rol del profesional en Ciencias Económicas adquiere una relevancia central. Contadores, licenciados en administración, economistas, estadísticos y actuarios son actores fundamentales en la toma de decisiones estratégicas, tanto en el ámbito público como privado. “El profesional matriculado cumple un rol esencial como agente de estabilidad y confianza”, afirma Omegna. “En tiempos de incertidumbre, la sociedad necesita confiar en quienes interpretan, aplican y asesoran sobre normas económicas, tributarias y financieras. Y esa confianza se construye con respaldo institucional, con ética y con compromiso. Por eso, el profesional matriculado no solo aporta valor técnico: aporta previsibilidad, legalidad y confianza”. El rol de las instituciones profesionales Las instituciones que regulan el ejercicio profesional cumplen una función clave. No solo velan por el cumplimiento de las normas éticas y técnicas, sino que también promueven la actualización permanente, el fortalecimiento del prestigio profesional y la defensa del interés público. Omegna destaca que “a través de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE), instituciones como la nuestra mantienen un vínculo con organismos nacionales como ARCA, UIF, y también con actores locales como API, la Municipalidad o el Ministerio de Trabajo”. En un entorno donde las normativas se modifican constantemente, la participación institucional permite elevar consultas, realizar aportes técnicos y colaborar en la implementación de resoluciones. “El profesional matriculado no solo accede a la información, sino también a su correcta interpretación y al espíritu de la norma, que muchas veces se discute en esas mesas de trabajo”, explica. La matrícula como símbolo de compromiso “La matrícula profesional no es solo un requisito legal: es, ante todo, un símbolo de compromiso ético, excelencia técnica y pertenencia institucional”, sostiene Omegna. “Quien elige matricularse asume una responsabilidad frente a la sociedad, comprometiéndose a ejercer con integridad, formación continua y dentro de un marco regulado que garantiza buenas prácticas”. Además, agrega: “La matrícula representa un pacto de confianza entre el profesional, las instituciones y la comunidad. Nos conecta con una red de colegas, con espacios de formación y con una institución que acompaña, regula y defiende el ejercicio profesional. En definitiva, es una herramienta que eleva la calidad del servicio que brindamos y refuerza el valor social de nuestra profesión”. Una invitación a participar Como mensaje final, Omegna invita a los graduados que aún no se han matriculado o que no participan activamente en las propuestas del Consejo a acercarse: “A quienes aún no se han matriculado o no participan activamente, les diría que están dejando pasar una gran oportunidad. La matrícula no es solo un trámite: es una puerta de entrada a una comunidad profesional que los acompaña, los representa y los impulsa a crecer”. “Entiendo que muchas veces las exigencias laborales o personales nos alejan de lo institucional. Pero justamente en esos momentos es cuando más necesitamos estar conectados, actualizados y respaldados. El Consejo no es un lugar distante: es una red de contención, formación y desarrollo profesional. Los invito a involucrarse, porque cuanto más participamos, más fuerte se vuelve nuestra profesión. Y porque ser parte activa de nuestras instituciones es también una forma de honrar el camino que elegimos como graduados en Ciencias Económicas”.
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