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Parana » Informe Digital
Fecha: 02/07/2025 21:20
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- La Argentina produce anualmente alrededor de 18 a 19 millones de toneladas de trigo; entre 6 y 7 millones se consumen en el país, mientras que el resto se destina a la exportación. Un descubrimiento realizado por científicos argentinos podría ahora mejorar tanto la producción como los saldos exportables de trigo. El hallazgo, publicado en la revista especializada Field Crops Research, está relacionado con estrategias de mejoramiento genético. Dirigido por Fernanda González, investigadora del Conicet en el Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, el estudio confirmó, a través de ensayos en condiciones de campo, la identificación de dos regiones del genoma del trigo vinculadas a la fertilidad de la espiga. “El trigo es un alimento básico para millones de personas en todo el mundo. Avanzar en conocimientos básicos y tecnológicos que nos permitan incrementar el rendimiento del cultivo de manera más eficiente y sostenible podría, en primer lugar, mejorar la producción y los saldos exportables nacionales y, en segundo lugar, contribuir a la seguridad alimentaria global”, destacó González, quien también es investigadora en el INTA Pergamino. Los expertos señalaron que, a corto plazo, los resultados de estas nuevas investigaciones podrían ser aprovechados por empresas dedicadas al mejoramiento genético de trigo. A través de estudios a nivel de plantas individuales, el equipo ya había revelado segmentos del ADN del trigo asociados con la eficiencia reproductiva de la espiga. Estas regiones fueron nombradas por los investigadores como QTL QFFE.perg-5A y QFEm.perg-3A, entendidos como QTL (Quantitative Trait Loci). Los QTL son porciones del genoma de un organismo que abarcan varios genes y están asociadas con rasgos cuantitativos observables, como la altura o el rendimiento. Para que un segmento del genoma se reconozca como un QTL, es necesario correlacionar estadísticamente variantes genéticas (alelos) presentes en una región del ADN con algún rasgo observable de tipo cuantitativo. Los genes dentro del QTL que podrían ser responsables del rasgo cuantitativo observado son considerados “genes candidatos”. En su más reciente investigación, los expertos se propusieron analizar cómo esos dos QTL afectan el rendimiento del cultivo a escala de lote. Según indicaron, este cambio de un enfoque de planta individual a uno de cultivo a campo es fundamental, ya que permite validar los resultados en situaciones semelhantes a las que enfrentan los productores: en las plantaciones influyen otras variables como la competencia entre plantas y las condiciones ambientales cambiantes. Parte del proceso de extracción de muestras para obtener ADN del trigo con INTA “En estas condiciones observamos que el QTL QFFE.perg-5A afectó el rendimiento en todos los ambientes estudiados, mientras que el impacto del QTL QFEm.perg-3A dependió del entorno”, afirmó Nicole Pretini, investigadora del INTA Pergamino y primera autora del estudio. En relación al QTL QFFE.perg-5A, se pudo establecer que, al contar con el alelo favorable, se mejoró en un 8% el número de granos por m² y en un 5% el rendimiento del trigo. “Además, pudimos determinar que dicha mejora se debió, no solo a una mayor eficiencia reproductiva de las espigas, sino también al establecimiento de más espigas por m²”, agregó Pretini. Por su parte, Leonardo Vanzetti, investigador del INTA Marcos Juárez (Córdoba) y uno de los coautores del estudio, destacó que los QTL identificados podrían utilizarse para seleccionar líneas durante el proceso de mejoramiento, con miras a obtener variedades de trigo con mayores rendimientos. Más allá de que, a corto plazo, las empresas dedicadas al mejoramiento genético de trigo puedan aplicar estos avances, se espera que, a largo plazo, los QTL identificados sirvan como punto de partida para identificar los genes específicos responsables del efecto observado, ya que se trata de regiones del genoma que probablemente contengan varios genes que actúan en conjunto. “Esto permitiría comprender más a fondo algunos de los mecanismos que regulan el rendimiento y abriría las puertas a la aplicación de nuevas tecnologías de mejoramiento, como la edición genética”, concluyó Vanzetti. Además, el descubrimiento podría facilitar la exploración de situaciones similares en otros cultivos de interés agronómico, dado que muchos de los procesos que determinan el rendimiento son comunes entre diferentes cereales. “Lo que encontramos en trigo puede ofrecer pistas para investigar mecanismos similares en cultivos como cebada, arroz o maíz. De hecho, dentro de la región del genoma que identificamos, hallamos genes candidatos cuya función ya ha sido descrita en otros cultivos, lo que refuerza la idea de que se trata de mecanismos conservados. Esto abre la puerta a estudios comparativos y estrategias de mejoramiento más integradas entre especies”, aseguró Pretini. Finalmente, González resaltó que esta línea de investigación comenzó hace más de 15 años, cuando se identificó la eficiencia reproductiva de la espiga como una característica prometedora para mejorar el rendimiento del trigo, especialmente en variedades argentinas. “Actualmente, varias empresas del sector de mejoramiento se han puesto en contacto con nosotros para comenzar a utilizar los resultados de nuestros trabajos, seleccionando líneas que poseen los QTL favorables para rendimiento que hemos identificado. Estos datos son públicos y de uso libre para todas las empresas”, concluyó la investigadora.
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