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Parana » Radio La Voz
Fecha: 02/07/2025 04:23
Cuatro meses después de haber alzado una motosierra frente a una multitud conservadora junto al presidente argentino Javier Milei, Elon Musk hizo una inesperada autocrítica: “Faltó empatía”, dijo el magnate sudafricano, mientras arrecia su disputa política con Donald Trump y se distancia del ala más dura del conservadurismo norteamericano. El episodio que hoy le genera remordimientos a Musk ocurrió el pasado 20 de febrero durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada en las afueras de Washington. En ese entonces, el dueño de Tesla y SpaceX, por entonces a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), recibió en el escenario una réplica de la famosa motosierra de campaña de Milei, símbolo de su cruzada contra el gasto público. El presidente argentino lo sorprendió en plena conferencia, subió al escenario, lo saludó efusivamente y le entregó el objeto, que Musk no dudó en blandir ante el público. La escena fue celebrada como un “momento único” por el vocero presidencial Manuel Adorni y ampliamente difundida en redes sociales. Sin embargo, el clima cambió. Consultado en la red social X (exTwitter) por un usuario que le cuestionó su comportamiento en aquel evento, Musk respondió: “Buen punto. Milei me dio la motosierra entre bastidores y la usé, pero, en retrospectiva, faltó empatía”. Maybe you shouldn't have taken the chainsaw on stage and acted a fool. Maybe you could have gotten more done if you weren't so worried about looking cool — Jim Spradlin (@JimSpradlin7) July 1, 2025 La autocrítica del magnate no es inocente. Se da en medio de una feroz pelea política con Donald Trump, quien amenaza con deportarlo y hasta con investigarlo por los millonarios subsidios que sus empresas recibieron en los últimos años. El vínculo entre ambos se quebró tras el rechazo de Musk al nuevo presupuesto impulsado por el mandatario republicano. “Elon podría recibir más subsidios que cualquier ser humano en la historia”, disparó Trump. “Y sin subsidios, probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica”. Incluso sugirió que podría intervenir el DOGE para investigar sus negocios: “DOGE es el monstruo que podría tener que devorar a Elon”. Musk, por su parte, no se quedó callado. En su cuenta de X, fustigó el gasto público del nuevo gobierno: “Alcanzar el techo de la deuda es lo único que realmente obligará al gobierno a reducir el despilfarro y el fraude”, escribió, en un claro guiño al sector más fiscalista del Congreso. Además, planteó la posibilidad de crear una nueva fuerza política, el “Partido Estados Unidos”, si los republicanos aprueban el paquete presupuestario que, según él, abandona la transición hacia los vehículos eléctricos y las energías limpias, temas clave en su agenda. En medio de esta tormenta política, la imagen de Milei junto a Musk y la motosierra aparece hoy como una postal incómoda. El presidente argentino intentó cultivar buenas relaciones con ambos referentes, pero la escalada entre ellos lo deja en una posición compleja. En Washington, muchos se preguntan si la motosierra no terminó cortando más de lo que unía.
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