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Parana » Informe Digital
Fecha: 30/06/2025 17:00
Este martes 1° de julio finaliza la vigencia del decreto que estableció una reducción temporal de las alícuotas de los Derechos de Exportación (DEX) para la soja y el maíz, entre otros cultivos. Esta medida, implementada por el Gobierno de Javier Milei el 27 de enero pasado, representó uno de los primeros gestos hacia el sector agropecuario, aunque con carácter provisional. La reducción había disminuido la retención sobre la soja del 33% al 26% y sobre el maíz del 12% al 9,5%. Únicamente se pospusieron hasta el 31 de marzo de 2026 las alícuotas reducidas para el trigo y la cebada. En este contexto que cambia mañana, el regreso a la estructura tributaria anterior ha reavivado las críticas desde el campo. En un comunicado difundido esta mañana, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), que agrupa a las cuatro principales organizaciones rurales del país, instó al Gobierno a avanzar hacia la eliminación de las retenciones. Los dirigentes de las entidades son Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina), Andrea Sarnari (Federación Agraria Argentina), Lucas Magnano (Coninagro) y Carlos Castagnani (Confederaciones Rurales Argentinas). “Desde hace meses y años venimos reclamando medidas urgentes y definitivas que aborden los graves problemas de competitividad que enfrenta el sector. Lo hemos hecho de manera institucional en cada encuentro con legisladores y autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y de los gobiernos provinciales. Y continuaremos haciéndolo con responsabilidad y firmeza”, enfatizaron. “El cuestionamiento principal sobre la vigencia de los Derechos de Exportación, más allá de las alícuotas, es que son un impuesto distorsivo, anacrónico y perjudicial que ha generado un inevitable retraso social, tecnológico y productivo, a pesar de los esfuerzos aislados de los productores y otros eslabones de la cadena para sostener la producción y el arraigo rural”, agregaron en la Mesa de Enlace. Según las entidades, este tributo ha impedido que Argentina aproveche “inmejorables oportunidades para la inversión y el desarrollo federal”. Según cálculos de analistas del sector, en junio el ingreso de divisas por parte de la agroexportación podría marcar un récord para el mes y alcanzar los US$7400 millones Carlos Rudinei A Mattoso – Shutterstock Durante los cinco meses que estuvo en vigor la rebaja, el Gobierno buscó estimular la comercialización y acelerar la liquidación de divisas. Según cálculos de analistas del sector, en junio el ingreso de divisas por parte de la agroexportación podría alcanzar un récord mensual y llegar a los US$7400 millones. Además, el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) estimó que el beneficio para el sector durante los cinco meses que duró la medida fue de US$544 millones, de los cuales el 81% correspondió a la soja. Según la entidad, el alivio fiscal incentivó las ventas. Analistas del mercado granario ya han advertido que, aunque el sector mostró un mayor ritmo de comercialización durante la vigencia de la medida, esta nueva realidad no permitirá mantener ese ritmo. Sin embargo, en el ámbito agropecuario sostienen que el impacto de la medida fue limitado por su carácter temporal. “La presión fiscal asfixiante, inequitativa e injusta afecta la competitividad del sector en cada provincia donde la cadena agroindustrial define el desarrollo, el empleo y la calidad de vida”, afirmaron en la Mesa de Enlace. “No queda más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que solo profundizan la incertidumbre y la desazón. El campo argentino requiere reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones”, concluyeron.
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