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Parana » Informe Digital
Fecha: 30/06/2025 13:31
La inflación de junio se situó alrededor del 2%, impulsada por la mayor presión sobre precios regulados, como combustibles y servicios públicos, así como por factores estacionales, incluyendo frutas y verduras, y la ausencia del efecto Hot Sale, según los primeros relevamientos privados difundidos el último día del mes. Si esta tendencia se confirma, representaría una aceleración respecto a mayo, y los analistas anticipan que los niveles se mantendrán similares durante julio. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec reportó una variación del 1,5% para el mes pasado, una desaceleración notable si se compara con el 2,8% de abril y la menor variación en cinco años. Al excluir el periodo de aislamiento por Covid-19, es necesario retroceder a noviembre de 2017 para encontrar un dato comparable (1,4%). El relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA mostró un aumento del 2% mensual en junio, superando levemente el 1,8% de mayo y el 1,5% del organismo estadístico. “De este modo, la variación interanual volvió a disminuir, alcanzando el 38,7%, la cifra más baja desde principios de 2021”, resaltó la consultora. En junio, el incremento en alimentos y bebidas fue del 1,4%, tras un mínimo 0,3% en mayo. Dentro de este grupo, se destacaron aumentos en panificados, lácteos y bebidas. También se observó un ajuste mayor en los servicios públicos, especialmente en gas y electricidad, impactando en el costo de la vivienda, mientras que el transporte público experimentó una subida superior a la del mes anterior. Los combustibles mostraron un aumento moderado, en contraste con la baja de mayo, lo que afectó el rubro de transporte, a pesar de cierta estabilidad en los precios de los vehículos. Los cigarrillos, tras haberse mantenido estables desde mediados de abril, retomaron el camino de los aumentos, al igual que los artículos de tocador y belleza, lo que favoreció al rubro de bienes y servicios diversos. “En salud, tanto los medicamentos como las prepagas se ajustaron ligeramente por debajo del promedio, mientras que en equipamiento y mantenimiento del hogar prevaleció la estabilidad de los electrodomésticos y la ausencia de aumentos en los servicios domésticos, a diferencia del incremento en productos de limpieza. Educación y esparcimiento registraron incrementos menores comparados con mayo, y la indumentaria experimentó una contracción vinculada a liquidaciones”, informó C&T. El avance de inflación de LCG reportó un aumento de 0,1% semanal en alimentos durante la última semana de junio, y un cierre mensual promedio del 2,1% en alimentos y bebidas. “El 70% de la canasta analizada mantiene precios estabilizados”, afirmó la consultora, que hizo hincapié en la baja dispersión de las variaciones semanales. La comparación intermensual resalta un significativo incremento en junio frente al 0,1% de mayo. Según Equilibra, la inflación de la cuarta semana de junio fue del 0,2%, con un promedio mensual proyectado en torno al 2,1%. Su relevamiento señaló que los precios regulados fueron los principales impulsores de la subida general: aumentaron un 0,6% semanal, impulsados por el incremento de la nafta, exceptuando el caso de YPF. “Los regulados lideraron nuevamente, estableciendo un piso para la inflación del mes”, detalló la consultora. En su medición, la inflación núcleo se ubicó en 0,2% semanal y los estacionales cayeron 0,2%, sin embargo, el aumento en precios regulados elevó el nivel general. El economista Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, explicó la discrepancia con los datos de mayo: “Esperábamos que la inflación de junio fuese unas décimas más alta que la de mayo, y tiene su explicación: mayo se presentó muy bajo debido a las expectativas de un salto cambiario a partir de abril, lo que llevó a los empresarios a fijar sus precios basándose en el tipo de cambio oficial y ajustar sus precios ante esa perspectiva para evitar pérdidas”. Según Abram, tras este ajuste previo, los empresarios disminuyeron los precios en mayo, y al no estar presente dicho efecto, la inflación de junio reflejó de manera más precisa la evolución del dólar y el peso. El economista añadió: “Ahora veremos una inflación más acorde a la evolución del valor del dólar y del peso”. En este sentido, las mediciones privadas coinciden en que el efecto que contuvo los precios en mayo ya no está presente, y las actualizaciones tarifarias de junio junto con otros precios regulados fueron factores determinantes del aumento. Claudio Caprarulo, de Analytica, proyectó un incremento en el nivel general de precios del 1,7%: “Los regulados marcan un alza y los estacionales no favorecen tanto como en mayo”, explicó. El mercado, además, mantuvo expectativas sobre un proceso desinflacionario para el segundo semestre, aunque condicionado por la gestión de tarifas y el ritmo de ajuste fiscal. Sin embargo, analistas advirtieron que la influencia de los precios regulados y algunos alimentos podría sostener la inflación cerca del 2% mensual al menos durante julio.
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