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Parana » Inventario22
Fecha: 30/06/2025 12:52
La relación diplomática entre Argentina e Irán atraviesa uno de sus momentos más críticos en función de la piedra angular que la definió en los últimos 30 años: el atentado terrorista a la AMIA. Las órdenes de captura internacional contra exfuncionarios del país persa, la reciente apertura del juicio en ausencia y las declaraciones del presidente Javier Milei —quien tildó a Irán de "enemigo"— tensaron aún más un vínculo marcado por la desconfianza y la falta de canales formales de diálogo. "Irán no es enemigo de Argentina, esa frase no tiene fundamentos", sostuvo el actual encargado de negocios interino de Irán, Mohsen Tehrani. Desde la sede diplomática en Buenos Aires, el único representante oficial en funciones recibió a PERFIL en un contexto convulso, marcado por la frágil tregua alcanzada con Israel tras el conflicto abierto que duró 12 días. Pero también por el enfriamiento de la relación con Buenos Aires que, si bien es una constante de décadas, bajo el Gobierno libertario está "en el nivel más bajo posible", considerando que gestiones básicas con cámaras empresariales o instituciones científicas son bloqueadas. El veterano funcionario de la cancillería iraní viajó de Teherán a Buenos Aires hace tres años para intentar abrir nuevos canales de diálogo entre ambos países emergentes que supieron tener una buena relación comercial —históricamente superavitaria para Argentina— y de intercambio de tecnología. Una presencia diplomática que quedó reducida al mínimo desde 1992, tras la ruptura que supuso las diferencias en torno a las acusaciones por los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA. En esa línea, el representante diplomático negó la implicancia de su país y cuestionó la figura del juicio en ausencia que acusa a exfuncionarios iraníes como autores intelectuales del atentado terrorista más letal de la historia argentina. "Si culmina en un fallo contra Irán y llega a una corte internacional, se va a caer solo", indicó. Teherán, en tanto, sostiene la "falta de evidencia jurídica" para extraditar a los ciudadanos iraníes, pero sigue dispuesto a colaborar para "resolver el conflicto", sin ceder a sus nacionales. También desmintió que Ahmad Vahidi —uno de los principales acusados con pedido de captura internacional— ocupe un cargo relevante en el actual Gobierno iraní. "El Gobierno argentino se equivocó. No tiene nada que ver con la AMIA ni con una intención de molestar a los argentinos", afirmó. A pesar del conflicto persistente, Irán, que asegura ser foco de una "campaña de desprestigio", sostiene su apoyo histórico a la Argentina en la Cuestión Malvinas en foros multilaterales, aunque advierte: "Lo hacemos por principios". Entrevista al encargado de negocios de Irán | Primera parte — ¿Cómo evalúa el vínculo bilateral actual entre Argentina e Irán? Están en los niveles más bajos que se puede imaginar en relaciones entre dos países, a nivel de encargado de negocios como único funcionario. Hasta el punto que aquí, en Argentina, hay tantos obstáculos para que la embajada se pueda contactar con diferentes sectores, tanto económico como cultural. Hace muchos años que las relaciones entre Irán y Argentina han sufrido por las acusaciones contra exfuncionarios, el agregado cultural y otros funcionarios en Irán. A través de su divulgación de acusaciones contra Irán y agrandando el caso de AMIA han logrado restringir las relaciones hasta su límite. —¿Estamos en un momento de ruptura diplomática? No diría ruptura, pero no se puede considerar un límite más allá del actual. Si bien es indiferente a cualquier gobierno, parece que con el gobierno de ahora es más dirigido o más restringido. No mencionamos especialmente a ningún gobierno, pero parece que no hay intenciones de entrar en un diálogo que pueda resolver el problema, la crisis, entre ambos países. Insisten en que solo Irán entregue a sus nacionales para que sean juzgados aquí ante el sistema judicial argentino. Nuestro Consejo no permite entregar ningún nacional iraní a otro país, considerando que no hay ninguna evidencia contundente respecto de los atentados de la embajada de Israel y la AMIA. —Javier Milei declaró que Irán es un "enemigo" de Argentina. Si bien las vías diplomáticas se mueven por órdenes que exceden a los gobiernos, ¿tienen una respuesta oficial? Nosotros declaramos que Irán no es enemigo de Argentina. Ya hemos manifestado la política iraní a todo el mundo, en 300 años Irán ni una vez ha atacado a otros países sin ser atacados previamente. La frase de que Irán es enemigo de Argentina sinceramente resulta muy, no sé, descuidada, sin fundamentos. No sabemos si esa también es la política de Cancillería, no hemos tenido ningún contacto desde ese momento. De parte de Irán aún no se ha tomado una postura oficial al respecto. Pero el presidente Milei, también en 2024, un día antes de la conmemoración del atentado a la AMIA, acusó a Irán siete veces y dijo que es un "Estado terrorista". Nosotros consideramos que esa manera que tiene el presidente de manifestarse, de expresarse, tal vez aquí sea normal, pero en el mundo político no lo es tanto. Lo que vemos es que, a nivel interno, también utiliza palabras muy fuertes. Pero si eso significa algo o no, dependerá de lo que haga después. —Ese pragmatismo en política exterior recuerda que en su momento Beijing tampoco reaccionó a ciertas declaraciones del presidente argentino. Claro, no se le da tanta importancia. Pero también es un momento donde estamos en una guerra en la que una parte es Israel y otra Estados Unidos, las dos potencias militares más fuertes del mundo, uno que tiene la potencia militar de última generación de misiles, aviones, y otro que se beneficia. No entendemos por qué el Gobierno de Argentina debe involucrarse y defender a Israel, también diciendo que Irán es el enemigo de Argentina. Eso no es entendible para nosotros. El juicio en ausencia por el atentado a la AMIA —Comenzó el juicio en ausencia contra ciudadanos libaneses e iraníes por el atentado a la AMIA ¿Recibieron alguna notificación? No hemos recibido nada, nos enteramos por las noticias. Hemos rechazado siempre esas acusaciones, pero hemos tratado de colaborar para resolver el tema con el gobierno de Cristina Kirchner, de llegar a un acuerdo, un marco de cooperación (NdR: Memorandum de Entendimiento de 2013) sentando las bases a cambio de algún beneficio económico. Ese acuerdo fue un gesto de parte de de ambas partes para avanzar en la resolución y para que la Justicia argentina pueda tener acceso a los acusados. Resulta que después de ese gobierno vino otro que, contrariamente, acusó de querer encubrir. Lo que dicen, digamos, lo que se acusa, eso no es así. Todas estas acusaciones están basadas en unos informes de Mossad y la CIA que no son válidos jurídicamente. Nosotros ya habíamos manifestado nuestro interés y este interés aún existe para que nos sentemos y resolvamos el problema si hay voluntad. Pero vemos que no, no existe esa voluntad, no existe. —Recapitulando, según Teherán no existe evidencia contundente en el juicio contra los exfuncionarios iraníes que avanza en el tribunal local. ¿Reconocen algún tipo de responsabilidad en los atentados? Directamente no tuvimos nada que ver. Desde el momento que explotó la embajada de Israel, Irán negó las implicancias. Al día siguiente, si no me equivoco, el ministro de Salud de Israel acusó a Irán a pesar de que aún no se había investigado el atentado. Siempre acusan, insisten, después piensan, insisten, repiten y hacen una causa a base de lo que consideran "verdadero". El fiscal general de Irán también ha manifestado antes que está dispuesto a colaborar con la fiscalía argentina al respecto. Si ellos tienen evidencia para presentar, la contraparte iraní verá cuáles son sus argumentos. Ese pedido también fue rechazado por Buenos Aires hace muchos años, esto no es nuevo. —Existe una lectura de que "no quieren colaborar" con la Justicia argentina respecto a la extradición de exfuncionarios, entre ellos Ahmad Vahidi, que entiendo que además tiene un cargo en el Gobierno actual. No, Ahmad Vahidi no ocupa ningún lugar en el Gobierno, el Gobierno argentino se equivocó. Declaró que él ahora es el comandante de la Guardia Revolucionaria, pero eso es una equivocación. Es un asesor, un miembro de las fuerzas revolucionarias, pero ahora no tiene un cargo importante. En Argentina interpretaron que la designación de Vahidi como ministro de Interior por un período en el gobierno de (Ebrahim) Reisi como una "provocación". Como algo que quería molestar a los argentinos. Pero no fue así, no aceptamos esas acusaciones. Las hemos rechazado. Sin embargo, hemos manifestado nuestra intención e interés para resolver la problemática. Pero del otro lado no hay ninguna intención, siempre hay acusación y quieren seguir de ese modo. Ahmad Vahidi puede ser mañana un comandante, un jubilado, no sé, pero no tiene que ver nada con la AMIA ni con una intención de molestar a los argentinos. Si alguna de estas personas viaja a un país, los medios salen a agrandar un asunto como contra el excomandante Mohsén Rezaí, si viaja a Bolivia o Rusia, mencionan que tiene una orden de captura internacional, engrandeciendo una cosa que es un asunto de Irán y no tiene nada que ver con la AMIA o Argentina. —En caso de que haya condena, ¿Irán apelará ante tribunales internacionales? Si llega ese juicio en ausencia culmina en un fallo contra Irán y luego se eleva a una corte internacional, se caerá por sí mismo porque no hay evidencias. No haremos nada, tampoco han hecho una presentación en tribunales internacionales. Si después del fallo las partes pasan un tribunal internacional, por supuesto que Irán va a defenderse. La única vez que el conflicto quedó en el margen internacional fue con el arresto del último embajador de Irán en Buenos Aires, Hadi Soleimanpour, en Inglaterra (2003), donde se pidió a la Justicia argentina que envíe todas las evidencias existentes. El juez Galeano envió casi 5.000 fojas al juez inglés, quien afirmó que no existía ni una sola hoja que pudiera, digamos, sostener la extradición de ese individuo iraní a Argentina. ¿Qué pasó? El Estado argentino le pagó una indemnización al acusado iraní en Inglaterra. Así fue como se resolvió. La relación Argentina - Irán —¿Cuáles son los obstáculos que afectan a la relación bilateral en perjuicio de los sectores productivos y económicos? Es que casi que no responden. Por ejemplo, si pides una cita con Cámara de Comercio en cualquier nivel, tanto del presidente u otras entidades comerciales, no responden directamente y ponen un email para no atender. Nuestra situación está muy restringida. Tenemos relaciones solo a nivel de la Cancillería, a través de diplomáticos pasamos y recibimos mensajes. Por ejemplo, hubo una reunión para entregar un reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Irán, del señor Grossi a la Junta de Gobernadores. — Recientemente Irán votó en favor de la Argentina en la resolución por la Cuestión Malvinas en el Comité de Descolonización de la ONU. Más allá de la coyuntura, ¿seguirán votando de ese modo? Irán votó a base de algunos preceptos lógicos sobre qué es la colonización y cómo ha sufrido el mundo a partir de lo que hicieron los imperialistas. Eso es indistinto de la relación que tengamos con Argentina, si es normal o crítica, no se vota en base a relaciones. Esa postura ha durado, no sé, más de 30 años, yo creo que la sostendremos, pero no sabemos, la política puede cambiar. No tenemos información de que Irán vaya a cambiar el voto. Hace 30 años que tenemos una relación en crisis y hemos votado a favor. Es un principio que Irán respeta, más allá de la coyuntura. —Eso evidencia que todavía persiste cierta coherencia diplomática entre países emergentes como Argentina e Irán. Sí, claro.
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