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» La Capital
Fecha: 30/06/2025 02:35
Esperaban una asistencia récord de 35 mil personas pero estiman que hubo más de 100 mil manifestantes Una manifestación por los derechos LGBT prohibida inicialmente por las autoridades, y que buscaba visibilizar y defender las libertades de esta comunidad, se convirtió en una masiva protesta antigubernamental. La manifestación reunió a decenas de miles de personas en las calles y se transformó en una de las mayores y más contundentes muestras de oposición pública contra el primer ministro húngaro, Viktor Orban. Decenas de miles de participantes salieron este sábado a las calles de la capital de Hungría para desafiar la prohibición de la Policía húngara de realizar el Desfile del Orgullo, un retroceso sin precedentes para los derechos LGBTIQ+ en la Unión Europea (UE). La coalición gobernante de Orban modificó las leyes y la Constitución a principios de este año para prohibir la celebración anual, justificando su represión de los derechos LGBT durante años con argumentos de "protección infantil". El líder nacionalista evitó imágenes de represión violenta y descartó cualquier intervención de las fuerzas del orden. Sin embargo, amenazó a homosexuales, lesbianas y transexuales con posibles consecuencias legales después de la marcha. A pesar del riesgo de multa, los organizadores buscaban lograr un récord de participación con más de 35 mil personas. Medios de comunicación locales estimaron la multitud en 100 mil personas, mientras que los organizadores creen que hubo más de 180 mil asistentes. "El mensaje es claro: no tienen poder sobre nosotros", declaró el alcalde de Budapest, el opositor Gergely Karacsony, y celebró la asistencia récord. "Gracias, Viktor Orban, por promover una sociedad más tolerante", bromeó desde su cuenta de Facebook. Mientras los organizadores del desfile se arriesgan a hasta un año de prisión, los manifestantes podrían recibir multas de hasta 500 euros. Sin embargo, el alcalde Karacsony insistió en que ningún asistente sufrirá represalias, ya que la marcha esta vez fue coorganizada por el ayuntamiento, por lo que fue un evento municipal que no requirió la autorización de la Policía.
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