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» Corrienteshoy
Fecha: 30/06/2025 01:21
¿El futuro de la guerra naval ya está aquí? Buques autónomos y sin tripulación La evolución del conflicto moderno demanda enfoques más innovadores. Una de las respuestas más prometedoras es el uso de buques de guerra autónomos para la entrega de suministros sin necesidad de tripulación humana. Esta solución combina eficiencia operativa con una reducción significativa de costes. No en vano, Michael P. Donnelly, director de la División de Guerra Aérea de la Armada de Estados Unidos, ya adelantó en la conferencia Sea-Air-Space de la Liga Naval que «el próximo caza de sexta generación de la Armada podría ser el último avión tripulado que operemos».Este cambio de paradigma también alcanza al transporte marítimo militar. En este contexto, como señala Fernando del Pozo García en un análisis para la Academia de las Ciencias y las Artes Militares, «se puede entrever un futuro en el que las guerras navales se libren entre buques sin dotación y aeronaves sin piloto, atacando o defendiendo mercantes igualmente no tripulados».Un enjambre en el marEl prestigioso think tank estadounidense RAND advierte, en uno de sus informes, que en cualquier conflicto militar prolongado, Estados Unidos deberá sostener a sus fuerzas terrestres mediante el suministro constante de alimentos, combustible, municiones y armamento. En un hipotético enfrentamiento con China por Taiwán, esos recursos provendrían de bases lejanas como Filipinas o Japón.Noticias relacionadas La defensa de EE.UU se renueva: «El próximo caza de sexta generación de la Armada podría ser la última aeronave con piloto que operemos» Alexia Columba Jerez Las armas de largo alcance que podría empezar a usar Ucrania, un movimiento que Rusia advierte de que puede ser causa de una guerra contra la OTAN Alexia Columba Jerez«Esto implicaría una fuerte dependencia de grandes buques logísticos, la mayoría desarmados y tripulados por civiles , como los operados por el Comando de Transporte Marítimo Militar», afirman. Estos navíos son altamente visibles y vulnerables ante ataques. Además, podrían ser superados en número por la flota pesquera china, que ha sido crecientemente militarizada. En este contexto, RAND sugiere un enfoque distinto : el uso de buques de superficie autónomos.Estas embarcaciones no tripuladas permitirían reducir el riesgo de bajas humanas y paliar la escasez de personal civil cualificado. Al estar controladas por software, podrían recibir actualizaciones en tiempo real para adaptarse a condiciones cambiantes, evadir amenazas o navegar en condiciones meteorológicas adversas. «Además, no necesitan atracar en puertos y pueden acceder a zonas remotas, entregando suministros directamente en el frente o sirviendo como almacenes flotantes cerca de áreas de combate», señala el informe.Otra ventaja para RAND es que cada buque podría transportar uno o dos contenedores estándar y operar en enjambres de decenas o cientos, lo que dispersa la carga y dificulta significativamente su neutralización por parte del enemigo. Incluso si algunos resultan dañados o hundidos, es improbable que el adversario lograse destruir toda la cadena logística.Este modelo supone una ruptura radical con el sistema convencional, basado en grandes buques de carga tripulados. La distribución de suministros entre múltiples plataformas más pequeñas reduce dramáticamente el riesgo de una pérdida total. Además, su baja silueta en el agua los hace menos detectables. Asimismo, las técnicas de fabricación adaptativa, como la impresión 3D, podrían aumentar la producción en caso de conflicto. Los principales retos radican en garantizar la operación independiente de estos buques en alta mar, incluso ante posibles bloqueos de comunicaciones o ciberataques. Asimismo, la regulación internacional actual , supervisada por la Organización Marítima Internacional (OMI), no contempla aún la operación masiva de embarcaciones autónomas en aguas internacionales. Será necesario actualizar estas normas para permitir su despliegue legal a gran escala. Y el desafío clave «exige una reflexión clara sobre nuevos métodos de suministro que sean robustos, escalables y resilientes », apunta RAND.Un nuevo capítulo: el caso del BengalUn ejemplo presentado recientemente es el AIRCAT Bengal MC , un buque de guerra de nueva generación que sus desarrolladores describen como « el más avanzado jamás diseñado en el mundo ». Este navío puede operar de forma autónoma o con tripulación y está preparado para lanzar misiles de crucero Tomahawk y misiles antibuque. Su desarrollo marca un punto de inflexión: ya no hablamos únicamente de pequeñas embarcaciones logísticas, sino de grandes plataformas de combate.«El mercado naval de esta categoría necesita un cambio. Muchos buques están obsoletos, son lentos y demasiado costosos. El AIRCAT Bengal MC representa la alternativa…», afirma Bo Jardine, director general de Eureka, la empresa desarrolladora. Así como los drones han transformado la guerra aérea, las embarcaciones autónomas están destinadas a reescribir las reglas del combate naval , un terreno en el que potencias como China y Estados Unidos ya están avanzando con soluciones concretas. Fuente: https://www.abc.es/internacional/futuro-guerra-naval-buques-autonomos-tripulacion-20250629033840-nt.html
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