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» Diario Cordoba
Fecha: 29/06/2025 10:36
Almedinilla podría encontrarse ante el hallazgo de un nuevo vestigio arqueológico de relevancia, posiblemente un santuario ibero. La conclusión ha llegado después de un hecho completamente casual. Karim Bouallal y su hija África Bouallal Pulido, en un paseo rupestre por los tajos de Las Llanás, encontraron en un pequeño abrigo rocoso una cerámica ibérica, que han donado al Museo Histórico Arqueológico de Almedinilla. Hallazgo "casual" Ignacio Muñiz, director del Museo, reconocía a CÓRDOBA que el hallazgo fue “casual” y “una cosa totalmente excepcional”, ya que “unos vecinos paseando por los tajos rocosos de lo que llamamos Las Llanás, es una formación de travertino, igual que la que se asienta en Priego, pues en un sitio prácticamente inaccesible, en un pequeño abrigo, una cornisa que lo protege, encontraron un cacharro ibérico, un cuenco ibérico del siglo II a.C. con creaciones”. Karim Bouallal muestra el cuenco de cerámica, hace unas semanas. / ECOMUSEO RÍO CAICENA Muñiz comentaba que “en principio, a falta de una intervención que tenemos que solicitar, aunque es un sitio muy pequeño donde no cabe más que una persona y muy inaccesible, pero que nos permita documentar un poco mejor el asunto y ver de qué se trata. En principio, por ser un cacharro de cultura ibérica y por estar en un abrigo rocoso, lo hemos identificado como un posible santuario”. Eso sí, el director del Museo advierte de que “normalmente, en arqueología, cuando no sabemos lo que es algo, pues le decimos que es un santuario. Pero bueno, es cierto que en la cultura ibérica sí están documentadas cuevas que sirvieron en su día de santuarios, por la cantidad de cerámica ibérica que se ha encontrado. Eso es muy famoso en la red de Despeñaperros. Y aquí en la comarca, en la Subbética, pues tenemos el caso de la Cueva de los Mármoles y la Cueva de la Murcielaguina, las dos en Priego, que también en algún caso se han interpretado como posibles cuevas santuarios en época ibérica”. Publicación en curso Muñiz amplió que se está preparando “una publicación en el Museo Histórico de Almedinilla, en el Ecomuseo del Río de Caicena, que recogerá todas estos pequeños hallazgos que los encuentras prácticamente por casualidad, una tumba aislada o un resto de una cabaña, en fin, cosas por el estilo, que por la dificultad en que se han conservado y también porque quizás la investigación no va buscando ese tipo de yacimientos más atraídos por los restos mejor conservados o más monumentales, pues pasan desapercibidos, cuando en realidad en todas las épocas históricas sería lo más frecuente”. Paraje de Las Llanás, cercano a Almedinilla, en el que se halló en cuenco. / ECOMUSEO RÍO CAICENA En cualquier caso, desde el blog del Ecomuseo del Río Caicena se concretó que “en Almedinilla tenemos pendiente de documentar un posible pequeño santuario ibero en el entorno de unas peñas rocosas y junto a un camino que pudo conectar el Cerro de la Cruz con la zona de Alcaudete. Mientras tanto debemos ser cautos en la interpretación de este posible yacimiento bautizado con el nombre de ‘El abrigo de África’”. Además, Ignacio Muñiz descarta la posibilidad de el nuevo hallazgo sea la puerta a un nuevo poblado. “No, eso sí que no, porque eso sí que lo tenemos muy bien prospectado todo. Y solamente hay un yacimiento, que es el Cerro de la Cruz, y hay otro, pero que está cerca, en línea recta, pero hay que salvar el desfiladero del río y, por tanto, lleva mucho tiempo para poder conectar uno con otro, que es el de los Castillejos. Y, en principio, nosotros lo asociamos al Poblado Ibérico del Cerro de la Cruz, que en principio tiene visibilidad directa con el cerro y con la necrópolis del cerro, con la necrópolis de los Collados”, informa el director del Museo de Almedinilla. Finalmente, Muñiz amplía que “cuando son cuevas o cuando son abrigos más grandes y se han encontrado restos ibéricos, pues ahí no ha habido mucha duda en intentar asociarlo a lugares donde se producen libaciones, un tipo de culto, asociados a esas cuevas, con todo lo sugerente que, desde siempre, desde la prehistoria, para el ser humano han tenido las cuevas. Esos lugares que te permiten entrar en el interior de la tierra y que se vinculan a cultos de la diosa madre o de la naturaleza y, de alguna manera, esa línea estaría. Lo que pasa es que, en este caso, es un abrigo muy pequeño, o sea, que no tiene profundidad. De ahí lo curioso del asunto. Es un hallazgo que tiene la importancia de lo poco frecuente, de lo singular, pero que tampoco es una cosa que destaque mucho en comparación con otras cuevas, otros abrigos, que sí tienen un montón de material ibérico y que son más significativas. Pero, en este caso, lo es por lo raro. La verdad es que es una cosa bastante rara. Entonces, los vecinos lo encontraron, se pusieron en contacto con el museo, después fuimos allí, nos personamos allí, vimos las características del lugar y le hemos puesto el nombre de la muchacha que lo encontró, que es África, y le hemos puesto ‘El abrigo de África’.
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