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» El Ciudadano
Fecha: 29/06/2025 10:18
Aleksandr Ivanovich Berlizov, más conocido como «el demonio nocturno», fue un asesino serial que violó a por lo menos 42 mujeres y mató a nueve de ellas en la ex Unión Soviética, entre 1969 y 1973. Nacido el 12 de octubre de 1946 en Tijorets -hoy Rusia- este sujeto atacaba en esa ciudad y también en Dnipropetrovsk, lo que actualmente se ubica en Ucrania, ya que de su lugar natal lo transfirieron por un nuevo trabajo. La modalidad era atacar sexualmente a mujeres por la tarde y por la noche, pero primero las estrangulaba hasta que perdían el conocimiento. Posteriormente las violaba y se escapaba, aunque a nueve de ellas las mató porque las víctimas recuperaron la consciencia mientras eran abusadas sexualmente y lo habían reconocido. Tras los ataques y crímenes, en algunos casos, Berlizov huía del lugar sin dejar rastros, lo que complicó la tarea de los mejores investigadores de la ciudad. Ante esa situación convocaron, en una medida sin precedentes, a 3.000 policías para que registren todas la zonas sospechosas donde alguien con esas características pudiera esconderse, incluyendo sótanos, áticos y casas de campo. El criminal intuyó que podían hacerle una emboscada, por lo que dejó de cometer delitos por un tiempo. Sin embargo, cuando vio que poco a poco los efectivos empezaron a abandonar la ciudad, volvió al acecho y violó a una nueva víctima. A partir de entonces, las mujeres empezaron a sentir mucho temor y les daba miedo salir por la noche, por lo que evitaban hacerlo. Berlizov estaba seguro que con su manejo cuidadoso no lo iban a descubrir, pero cometió un error que fue fatal para él. Una víctima recuperó el conocimiento durante el abuso sexual, pero se hizo la desvanecida y el atacante no se dio cuenta, por lo que al irse ella fue a denunciarlo. La mujer recordaba su cara, pero no era capaz de aportar datos para que le hicieran un retrato facial. Sin embargo, dijo que lo reconocería si lo viera, por lo que el subdirector del Departamento de Asuntos Internos de Dnipropetrovsk, Anatoly Tokar, acompañó a la víctima por varios lugares públicos durante un mes para que pudiera reconocerlo entre la multitud. Finalmente, vio a Berlizov en un tranvía, pero el sujeto logró escapar. En esta ocasión, Tokar lo recordó e hizo un retrato de su rostro que permitió capturarlo. Berlizov participó en el destacamento de un comité local y estaba al tanto de todos los planes policiales, lo que conmocionó a muchos. El investigador del caso Berlizov, Ivan Gladush, informó posteriormente que el fiscal se negó categóricamente a emitir la orden de arresto contra el agresor sexual y homicida, porque Yuzhmash es una instalación estrictamente secreta y allí trabajan personas comprobadas. Por lo tanto, entendía que Berlizov no podía ser un delincuente. De esa manera, tuvieron que liberarlo, pero se ordenó que se lo vigilara al sospechoso. Los detectives observaron que Berlizov llevaba calzado importado de baja calidad, cuyos rastros coincidían con los encontrados en el lugar del crimen. De esa manera, se realizó un registro en la casa del sospechoso, donde se encontraron objetos de las víctimas, que había tomado como trofeos. Además, se encontraron más objetos en la casa de sus padres en Stavropol. Con todas estas pruebas, Berlizov finalmente fue detenido en agosto de 1973 y se lo caratuló como alguien que sabía lo que hacía, pero que eras un psicópata sexual. El tribunal lo declaró culpable de nueve asesinatos y 42 violaciones, lo condenó a muerte y lo ejecutó en el centro de detención de Dnipropetrovsk durante julio de 1974.
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