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» Diario Cordoba
Fecha: 29/06/2025 07:18
El día 2 de julio de 1995 Diario CÓRDOBA publicaba un reportaje sobre el cierre definitivo (un día antes) de Galerías Preciados, «después de 38 años de permanencia en Córdoba». Este cambio era uno más de los que estaba experimentando una marca que lo había sido todo en el mundo comercial español. Tras diversas vicisitudes empresariales acabó siendo asumida por el Estado, que finalmente, se la adjudicó a su eterno rival, El Corte Inglés. El edificio donde se estaba «Galerías» era todo un emblema en la ciudad de Córdoba, pues, por su estratégica situación, era punto de encuentro habitual, además de ser la referencia de la modernidad comercial de los cordobeses. Treinta años después, estas dos últimas características sigue manteniéndolas, bajo un nombre que lleva tres décadas implantado. De aquellos momentos, sus protagonistas tienen sentimientos encontrados, pues los «galerianos», como algunos de ellos se hacen llamar, no olvidan una época en la que se formaron como profesionales de un altísimo nivel. Fueron aquellos momentos complejos para el personal de Galerías, porque se trataba de pasar a trabajar para el eterno rival o quedarse parado, según cuentan. Cada trabajador escogió lo que consideró más razonable, no sin dudas, noches sin dormir y algún trauma. En aquella época, el director de Galerías era Luis Martín Catalán quien cuenta para este periódico que su experiencia tampoco fue fácil, porque eran 30 años de trayectoria profesional los que dejaba atrás para iniciar una nueva andadura. Inauguración de Galerías Preciados. / Ladis Un momento muy triste Recuerda Martín Catalán que durante los meses que estuvo Galerías cerrado hasta que se abrió El Corte Inglés estuvo «trabajando solo en mi despacho, con dos o tres de seguridad que venían y, de vez en cuando, tenía alguna reunión con toda la plantilla. Aquello se vivió como un momento muy triste, porque Galería Preciados en Córdoba era una institución enorme». Aunque el tránsito a «la competencia» fue difícil de asimilar, Luis Martín acabó jubilándose en El Corte Inglés, del que también guarda un recuerdo bastante agradable, según cuenta. Reconoce el exdirector de Galerías que al principio, cuando se comunicó a los trabajadores el cambio que se iba a producir, «algunos lo vivieron con miedo, con temor», pero poco a poco, señala que los que se quedaron «fuimos encajando», sobre todo, aclara, «porque eran todos grandes profesionales». Galerías Preciados, en Ronda de Tejares. / Córdoba Pero además de los trabajadores, también hubo muchos clientes a los que les costó acostumbrarse, porque en sus más de treinta años de presencia en la ciudad, Galerías se había convertido en todo un emblema. De hecho, tardó un tiempo hasta que los cordobeses dejaran de llamar a este edificio como Galerías. Poco a poco, la nueva realidad se fue imponiendo y hoy en día de aquel nombre solo se acuerdan los mayores de las familias y, como es natural, los que formaron parte de aquella otra gran familia que eran los «galerianos», muchos de los cuales ya son pensionistas. Algunos, incluso, siguen teniendo vínculos con la empresa por medio de hijos o familiares que han heredado aquella impronta profesional que los «galerianos» supieron implantar. Suscríbete para seguir leyendo
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