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  • El proceso de apreciación del tipo de cambio se detiene y el dólar podría estar más presionado hasta las elecciones

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 29/06/2025 07:08

    El déficit de cuenta corriente del primer trimestre ocupó el centro del debate esta semana. Por primera vez desde que Javier Milei asumió la presidencia, el saldo mostró un rojo superior a los USD 5.100 millones. Dos factores principales explican esta situación: un marcado aumento de las importaciones, que redujo sustancialmente el saldo positivo de la balanza comercial, y un récord en la cantidad de viajes al exterior. Los economistas expresaron su preocupación. Este drenaje de dólares requiere financiamiento y no está claro que se pueda obtener fácilmente. No obstante, el equipo económico se tomó el tiempo para aclarar por qué este panorama no debería ser motivo de alarma. José Luis Daza, secretario de Política Económica, afirmó que el déficit de cuenta corriente podría alcanzar, como máximo, el 2% del PBI en 2025. “Lo estamos monitoreando, pero no es de una magnitud preocupante”, manifestó. Además, subrayó que el principal motivo del aumento de las importaciones es la recuperación económica. “Era algo totalmente esperable”, concluyó. Respecto a la salida de dólares por turismo, fue Pablo Quirno quien tomó la palabra. El secretario de Finanzas señaló en la red social X que “los dólares gastados en el exterior son de argentinos que deciden libremente qué hacer con ellos. No son de Argentina ni mucho menos del Estado”. El déficit en el rubro “Viajes” alcanzó un récord negativo de USD 3.464 millones en el primer trimestre. Hasta mayo, se registró que 9,7 millones de personas salieron del país, mientras que solo ingresaron 3,9 millones. La diferencia negativa del balance turístico es de casi 6 millones de turistas en solo cinco meses, lo que representa un incremento del 61% en comparación con 2018. Esta tendencia parece ser una evidencia difícil de rebatir sobre el proceso de apreciación cambiaria que atraviesa la economía argentina. En otras palabras, el país se ha vuelto costoso en dólares de la noche a la mañana. Javier Milei también criticó a quienes se alarman por el aumento de los viajes al exterior: “Prefieren que se ganen sueldos miserables así no se puede salir a ningún lado”. Piso cambiario Sin embargo, el proceso de apreciación del peso se detuvo en los últimos meses. De hecho, el tipo de cambio real mostró recientemente un leve incremento. La flotación cambiaria implementada desde mediados de abril estableció un piso al tipo de cambio real, con un aumento del dólar oficial de $ 1.070 a los actuales USD 1.190, mientras la inflación se desaceleró hasta 1,5% en mayo. Según datos publicados por el Banco Central, el índice de tipo de cambio real multilateral aumentó un 10% en comparación con los niveles previos al acuerdo con el FMI y a la introducción del esquema de flotación. Es posible que, al menos, el proceso de apreciación cambiaria haya encontrado un piso sólido. En otras palabras, es poco probable que Argentina siga encareciéndose en dólares de manera significativa. Sin embargo, este proceso continúa en evolución. En junio, la mayoría de las consultoras reportaron un repunte de la inflación, que se situaría más cerca del 2% que del 1,5% de mayo. No obstante, no parece ser un cambio de tendencia significativo. Las miradas vuelven a centrarse en el dólar. La incógnita es si el tipo de cambio podría cambiar de dinámica con el inicio de julio. Por un lado, se anticipa una disminución notable de la oferta de divisas, ya que el sector agropecuario liquidará menos por motivos estacionales y porque finalizó la rebaja de retenciones para la soja. ¿Demanda pre-electoral? Al mismo tiempo, también podría haber un aumento en la demanda de divisas por cobertura preelectoral, algo habitual en Argentina. El esquema de flotación cambiaria reflejaría de inmediato cualquier salto en la demanda de divisas en los próximos meses. La estrategia a corto plazo del equipo económico es que los dólares que se pierden por la cuenta corriente sean compensados por un ingreso igual o superior desde la cuenta capital. “Tenemos muchas opciones para acumular reservas”, aseguró el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning. La colocación de bonos en pesos, un repo con bancos internacionales y compras en bloque de dólares por parte del Tesoro son algunas de las alternativas impulsadas en las últimas semanas, que llevaron el stock de reservas a USD 41.400 millones. Un informe de la consultora Invecq advirtió: “si bien al equipo económico parece no preocuparle el nivel de reservas ni el tipo de cambio real, esto no implica que no cambie la estrategia después de octubre, ya sea por decisión propia o como consecuencia de los movimientos del mercado”. “Hoy en día -agregaron- el gobierno prioriza consolidar el proceso de desinflación, y por ello prefiere no comprar divisas dentro de la banda, al mismo tiempo que trata de mantener controlado el tipo de cambio oficial, mediante intervenciones en futuros y desregulaciones para la inversión financiera de no residentes, por ejemplo. Pero la realidad podría ser diferente hacia fines de 2025.” Aunque el Gobierno no parece preocupado por la salida de dólares a través de la cuenta corriente ni por las dificultades para acumular reservas, claramente son temas que generan inquietud en los mercados. Riesgo-país Por el momento, el riesgo país se mantiene alrededor de los 700 puntos básicos, pero se espera que disminuya a niveles de 500 puntos para fin de año. El pago de deuda programado para la próxima semana es sin duda un elemento favorable. Demuestra la voluntad de pago del Gobierno y inyecta más de USD 4.000 millones al mercado. Si una parte se reinvierte, podría repercutir positivamente en las cotizaciones de los bonos. Sin embargo, el acontecimiento más esperado por los inversores son las elecciones de octubre. No solo servirán para evaluar la fortaleza del Gobierno, sino que la nueva conformación legislativa permitiría avanzar con proyectos que aborden problemas históricos que aquejan a la economía argentina, desde una reforma impositiva hasta nuevas regulaciones laborales. Al iniciar el segundo semestre, se espera que los activos financieros en Argentina reanuden una tendencia alcista en 2024. En lo que va del año, el índice Merval, medido en dólares, ha sufrido una pérdida cercana al 25%, mientras que el índice de acciones latinoamericanas ha aumentado un 25%. A la par, también se detuvo la mejora en el precio de los bonos, que crecieron su valor el año pasado, pasando de USD 30 a USD 60. Una salida gradual del cepo, el fortalecimiento de reservas, la reducción de la inflación y, sobre todo, un buen resultado electoral en octubre serán claves para volver a atraer inversores al mercado local.

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