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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/06/2025 04:59
El Observatorio Vera Rubin, ubicado en la cima del Cerro Pachón, en el norte de Chile, comenzó a cambiar desde esta semana y para siempre la forma en que observamos el universo. Desde su construcción, que tomó más de una década, este telescopio ha sido considerado uno de los avances más esperados en la astronomía, comparable en importancia al lanzamiento del Telescopio Espacial James Webb. Con su cámara de 3200 megapíxeles, el Vera Rubin promete ofrecer una visión sin precedentes del cosmos, capturando imágenes del cielo del hemisferio sur cada tres o cuatro noches, con una resolución y profundidad que nunca se habían alcanzado antes. El Observatorio Vera Rubin en Chile capturó imágenes con una cámara de 3.200 megapíxeles, revelando miles de asteroides y galaxias nunca antes vistas. (Foto: Observatorio Vera C Rubin) Este innovador telescopio, que comenzará a operar de manera definitiva a finales de este año, ya dio los primeros frutos de su potencial. Durante el período de pruebas, logró increíbles imágenes del Universo y además una hazaña impresionante: capturar 2.000 asteroides en una sola noche, una cifra que supera el total anual de descubrimientos de los observatorios más avanzados del mundo. “En una sola noche fuimos capaces de ver 2000 asteroides que no habíamos visto hasta ahora”, destacó Alejandra Voigt, vicepresidenta de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía de Estados Unidos (AURA). Este descubrimiento es solo el principio, ya que se espera que el Vera Rubin pueda generar hasta 20 terabytes de datos por noche. El Vera Rubin, un telescopio terrestre sin igual El Observatorio Vera C. Rubin se ubica a más de 2.600 metros sobre el nivel del mar. (Rubin Observatory/NSF/AURA/B. Quint) El nuevo asombro tecnológico no solo se destaca por su poder de observación, sino también por sus características técnicas. Su espejo primario de 8,42 metros, que puede capturar imágenes con un campo de visión equivalente al de 45 lunas llenas, es el corazón de esta maravilla de la ingeniería. Este telescopio cuenta con la cámara más avanzada del mundo, capaz de fotografiar galaxias, estrellas y otros cuerpos celestes con una claridad sin igual. Según los expertos, Vera Rubin no solo permitirá ver el universo en mayor detalle, sino que también ayudará a responder algunas de las preguntas más fundamentales sobre el cosmos. Uno de los mayores logros de este observatorio será la creación de lo que se denomina la “película más completa del cosmos”. Con la capacidad de tomar 1000 imágenes por noche, los investigadores planean realizar un seguimiento exhaustivo de los movimientos y cambios en el universo a lo largo de los próximos diez años. En su fase de pruebas, el Vera Rubin descubrió 2.000 asteroides en una sola noche, superando las cifras de otros observatorios en todo el mundo. (Foto: Observatorio Vera C Rubin) “Cada imagen que tome Rubin la va a comparar con una imagen de referencia de la misma zona del cielo, que va a procesar para detectar cambios”, explicó Francisco Förster, fundador de ALeRCE, la inteligencia artificial que ayudará a procesar los datos. El objetivo es rastrear todos los movimientos de asteroides, cometas y otros cuerpos celestes, y detectar cualquier cambio en su brillo o posición. Una de las principales metas del Vera Rubin es mapear de forma detallada la materia oscura y la energía oscura, dos de los mayores misterios del universo. Con su cámara, el telescopio será capaz de observar hasta 17.000 millones de estrellas y 20.000 millones de galaxias, además de estudiar miles de asteroides que se encuentran en el Sistema Solar. Este análisis detallado abrirá nuevas posibilidades para entender mejor la estructura y evolución del cosmos. El futuro de la astronomía Con su cámara de 3.200 megapíxeles, el Vera Rubin promete observar el cielo del hemisferio sur cada tres noches, registrando más de 20.000 millones de galaxias. (Reuters) Con el Vera Rubin, la astronomía se encuentra al borde de una nueva era. Los avances que promete este telescopio podrían ser tan significativos como los alcanzados por los telescopios espaciales, pero a un costo mucho menor. El costo total del proyecto fue de 810 millones de dólares, una cifra considerablemente más baja que el presupuesto de otros telescopios espaciales como el James Webb. Sin embargo, la capacidad de Vera Rubin para observar grandes porciones del cielo cada noche hará que sus descubrimientos sean más accesibles y frecuentes. Entre los hallazgos ya realizados, se incluyen descubrimientos de asteroides cercanos a la Tierra y cuerpos transneptunianos, lo que sugiere que el telescopio será una herramienta clave para estudiar los objetos cercanos al planeta. El Vera Rubin comenzará a operar a finales de este año y generará 20 terabytes de datos por noche que serán procesados a tiempo real por inteligencia artificial. (Petapixel) Además, las imágenes capturadas hasta el momento fueron espectaculares. Las imágenes, que muestran galaxias en espiral y nebulosas llenas de gas y polvo, dejaron a la comunidad científica impresionada. El telescopio no solo está revelando detalles ocultos de las galaxias, sino también de fenómenos más cercanos, como las estrellas de la Vía Láctea y los asteroides en movimiento. “Este enorme conjunto de datos multipropósito dará vida al cielo nocturno, lo que permitirá a los científicos de todo el mundo comprender mejor la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura”, comentó un representante del Observatorio Vera Rubin. Esta afirmación resalta la importancia de los datos que el telescopio recopilará, los cuales permitirán nuevas investigaciones sobre los componentes fundamentales del universo. Con su capacidad para recopilar datos a un ritmo sin igual y su enfoque en la observación continua del cielo, el Vera Rubin se posiciona como el observatorio más avanzado en el planeta. Pero sus desafíos no son pequeños. A medida que aumentan las megaconstelaciones de satélites, como Starlink, los astrónomos enfrentan el reto de evitar que los satélites interfieran con las observaciones. Este será un obstáculo creciente en los próximos años, pero no impide que el Vera Rubin siga adelante con su misión. La cámara LSSTCam, instalada en el Observatorio Vera C. Rubin, en Chile.Vera Rubin es capaz de capturar imágenes de 1.000 partes del cielo cada noche, una hazaña que generará la película más completa del cosmos. (SLAC) A medida que se acerca el inicio de la operación completa del telescopio, se espera que el Vera Rubin transforme nuestra comprensión del universo. En su misión de explorar las profundidades del cosmos, el observatorio ofrecerá a la comunidad científica una visión más precisa y profunda que nunca antes. “Cada vez que se construye un instrumento que abre una ventana a parámetros que no se conocían, lo más importante es terminar descubriendo cosas que no se habían planificado”, afirmó Förster. Los científicos predicen que será capaz de descubrir millones de asteroides y cometas, supernovas, galaxias y estrellas de la Vía Láctea, además de fenómenos astrofísicos que podrían cambiar la comprensión que tenemos del universo. Durante su misión de diez años, el Vera Rubin analizará la vastedad del cosmos de una forma inédita, entregando datos que permitirán resolver algunos de los misterios más profundos de la ciencia. Y los científicos han descripto cuatro posibles descubrimientos que hará. El telescopio Vera Rubin observará 17.000 millones de estrellas y 20.000 millones de galaxias, un avance en la investigación de materia oscura y energía oscura. (Reuters) El misterio del Planeta Nueve Uno de los principales enigmas que los astrónomos esperan resolver con el Vera Rubin es la existencia del misterioso Planeta Nueve. Este hipotético planeta, que podría tener el tamaño de Neptuno, se cree que se encuentra en los límites del Sistema Solar, más allá de Neptuno. Desde su formulación, la teoría sobre este planeta ha capturado la imaginación de los científicos. Se originó a partir de las extrañas órbitas de los cuerpos helados que habitan el cinturón de Kuiper. Muchos de estos objetos parecen estar influenciados por la gravedad de un objeto aún desconocido, lo que sugiere que podría haber un planeta oculto, ejerciendo su poder gravitacional en la región exterior. Los telescopios actuales no son capaces de detectar la débil luz reflejada de un objeto tan distante. Sin embargo, el Vera Rubin tiene la capacidad de identificarlo gracias a su gran campo de visión y su alta resolución. Si el Planeta Nueve está allí, Rubin lo descubrirá en los primeros años de operación. A través de sus observaciones, los científicos esperan identificar hasta 37.000 objetos transneptunianos en la vasta oscuridad más allá de Neptuno, lo que podría confirmar o refutar la existencia de este misterioso planeta. Incluso si no se encuentra, el telescopio podría ofrecer nuevas perspectivas sobre las condiciones en el borde del Sistema Solar. El clúster Globular NGC 6544es visto por el Vera C. Rubin en una de sus primeras observaciones (Reuters) Objetos interestelares: los visitantes cósmicos El Vera Rubin también se enfrentará al desafío de estudiar los objetos interestelares, aquellos que provienen de otros sistemas estelares y atraviesan el nuestro sin ser capturados por el Sol. En 2017, el objeto conocido como Oumuamua sorprendió a los astrónomos cuando pasó por el sistema solar sin seguir la trayectoria que se esperaría de un cometa o asteroide común. Luego, en 2019, apareció otro visitante, Borisov, confirmando que los objetos interestelares son más comunes de lo que se pensaba. A lo largo de los próximos diez años, el Vera Rubin podría detectar entre cinco y cincuenta objetos interestelares, con un optimismo que sugiere que el número podría ser aún mayor. Estos objetos viajan por la galaxia durante millones de años antes de ser capturados por la gravedad de una estrella. El Vera Rubin los rastreará con un detalle sin igual, proporcionando nuevas claves para entender la formación de los planetas en sistemas estelares lejanos. Estos descubrimientos también pueden arrojar luz sobre las características de los planetas alrededor de otras estrellas y ayudarnos a entender si planetas gigantes como Júpiter y Saturno son comunes en la galaxia. Cada noche, el Vera Rubin puede generar hasta 1.000 imágenes y procesar más de 10.000 cambios en la posición o brillo de cuerpos celestes como asteroides. (Reuters) Explorando la Vía Láctea y más allá La Vía Láctea, nuestra galaxia, es un lugar dinámico, lleno de estrellas, gas y polvo, que se forman, mueren y se fusionan a lo largo de escalas de tiempo que son difíciles de percibir desde nuestra perspectiva. Rubin también desempeñará un papel crucial al revelar más sobre estos procesos. A través de su observación, se espera que el telescopio capture los movimientos de estrellas individuales durante periodos largos, lo que permitirá a los astrónomos comprender mejor la historia de nuestra galaxia. El telescopio también buscará galaxias pequeñas que orbitan la Vía Láctea, algunas de las cuales han sido despojadas de sus estrellas debido a las interacciones gravitacionales. Estos hallazgos ofrecerán nuevas perspectivas sobre la evolución de nuestra galaxia y su interacción con otras. De esta manera, el Vera Rubin podría ayudar a responder una de las preguntas más profundas en astronomía: ¿es la Vía Láctea única o funciona de la misma manera que todas las galaxias en el universo? Este es uno de los grandes desafíos de la astronomía moderna, y Rubin está listo para ofrecer respuestas. El Observatorio Vera Rubin será clave para estudiar asteroides destructores de planetas, utilizando su potente cámara para buscar objetos escondidos cerca del sol. . (Foto: Observatorio Vera C Rubin) Materia oscura y energía oscura: los misterios del cosmos Uno de los mayores misterios que los astrónomos esperan desvelar con el Vera Rubin es la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura, dos componentes invisibles que constituyen aproximadamente el 95% del universo, pero cuya existencia solo se infiere a través de su influencia gravitacional en los objetos visibles. El Vera Rubin proporcionará una cantidad de datos sin precedentes que podrán ayudar a los científicos a estudiar estas fuerzas. La materia oscura es responsable de mantener unidas a las galaxias, mientras que la energía oscura es la fuerza que impulsa la expansión acelerada del universo. Utilizando los datos obtenidos de las supernovas y las imágenes distorsionadas de las galaxias causadas por la materia oscura, los astrónomos podrán avanzar en el estudio de estos fenómenos. El Vera Rubin se convertirá en una herramienta clave para mapear la distribución de la materia oscura y para comprender la naturaleza de la energía oscura. Estos descubrimientos podrían transformar nuestra comprensión del universo y de las leyes que lo rigen.
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