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  • El auge de la IA convierte en pura fantasía la descarbonización prometida por los gigantes tecnológicos

    » Diario Cordoba

    Fecha: 29/06/2025 04:51

    Los grandes gigantes tecnológicos del planeta tienen planes en los que anuncian que alcanzarán rápidamente las emisiones cero, pero una investigación ha demostrado que todas esas previsiones son en realidad pura fantasía, teniendo en cuenta la alocada carrera en pos de la Inteligencia Artificial que desarrollan todas ellas y que supondrá un aumento exponencial tanto del consumo de energía como de agua. Apple, Google y Meta han anunciado que dejarán de añadir CO2 a la atmósfera en el año 2030, mientras que Amazon fija ese objetivo para 2040. Microsoft, por su parte, ha prometido incluso ser "neto negativo" (eliminar CO2 del aire) para finales de esta década. Si el consumo de energía continúa aumentando sin control y sin una supervisión adecuada, estos objetivos serán inalcanzables, señala un estudio Pero esas promesas, hechas antes de que el auge de la IA transformara el sector, empiezan a demostrarse totalmente irreales, incluso a pesar de que estas empresas han redoblado sus esfuerzos de descarbonización en los últimos años, según analistas independientes. Los centros de datos de la IA son grandes consumidores de energía y agua / Agencias "Los objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero de las empresas tecnológicas parecen haber perdido su sentido", declaró a la agencia AFP Thomas Hay, autor principal de un informe de los centros de estudios Carbon Market Watch y NewClimate Institute. "Si el consumo de energía continúa aumentando sin control y sin una supervisión adecuada", añadió, "estos objetivos serán inalcanzables". Esta investigación ha demostrado que la integridad general de las estrategias climáticas de Meta, Microsoft y Amazon es "deficiente", mientras que las de Apple y Microsoft se consideran "moderadas". En cuanto a la calidad de los objetivos de reducción de emisiones, los de Meta y Amazon se califican como "muy deficientes", mientras que los de Google y Microsoft obtienen una calificación "deficiente". Solo Apple obtuvo mejores resultados. La creciente huella de carbono de los cinco principales gigantes tecnológicos se debe principalmente a la vertiginosa expansión de la Inteligencia Artificial, cuyo desarrollo y funcionamiento requieren enormes cantidades de energía. El consumo de luz se ha duplicado y triplicado El consumo de electricidad, y las emisiones de carbono que conlleva, se ha duplicado para algunas de estas empresas en los últimos tres o cuatro años, y se ha triplicado para otras, según el informe. Las grandes empresas tecnológicas proclaman objetivos ya irreales / Agencias Lo mismo ocurre en todo el sector: las emisiones operativas de las 200 principales empresas de tecnología de la información del mundo ascendieron a casi 300 millones de toneladas de CO2 en 2023, y casi cinco veces más si se tienen en cuenta los productos y servicios derivados, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU. Si este sector industrial fuera un país, ocuparía el quinto lugar en emisiones de gases de efecto invernadero, por delante de Brasil, añade AFP. El consumo de electricidad que necesitan los centros de datos aumentó un promedio del 12 % anual entre 2017 y 2024, y se prevé que se duplique para 2030, según la AIE. Industria desregulada Si toda esta energía adicional que se necesita para esta nueva tecnología proviniera de la energía solar y eólica, las emisiones de CO2 no estarían ya aumentando. Sin embargo, a pesar de los ambiciosos planes para obtener energía de fuentes renovables, gran parte de ella aún procede de combustibles fósiles. Gran parte de las fuentes de energía empleadas siguen siendo combustibles fósiles / Agencias Los estudios estiman que la mitad de la capacidad de procesamiento de los centros de datos de las empresas tecnológicas proviene de subcontratistas y muchas de ellas no llevan un cómputo de sus emisiones, señala el estudio. Lo mismo ocurre con toda la cadena de suministro de infraestructura y equipos, que representa al menos un tercio de la huella de carbono de las empresas tecnológicas. "Hay mucha inversión en energías renovables, pero en general, no ha compensado la demanda de electricidad del sector", afirmó Day. Además, las perspectivas son poco halagüeñas. Dado el empuje actual de la IA como motor del crecimiento económico, e incluso como vector de la política industrial, es poco probable que los gobiernos limiten la expansión del sector, señala el informe. "De momento, el auge de la IA está bastante desregulado", concluyó Day. "Hay medidas que estas empresas pueden hacer y harán para prepararse para el futuro climático, pero cuando se trata de decisiones que, en esencia, limitarían el crecimiento del negocio, no vemos indicios de que esas medidas vayan a tomarse si no hay medidas regulatorias". Cómo reducir el impacto de la IA El informe identifica diversas maneras en que el sector tecnológico puede reducir su huella de carbono, incluso desarrollando la IA a buen ritmo. Ante todo, garantizar que los centros de datos, tanto los propios como los de terceros, funcionen con electricidad renovable es crucial. Aumentar la vida útil de los dispositivos y ampliar el uso de componentes reciclados para la producción de hardware también podría suponer una gran diferencia. Por último, el informe señala que los métodos utilizados para calcular los objetivos de reducción de emisiones están obsoletos y necesitan una revisión.

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