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» El Ciudadano
Fecha: 28/06/2025 18:52
Miguel Passarini Dos deportistas en un vestuario que de allí en más pueden ser un sinfín de cosas y proponer un desmadrado periplo de escenas y situaciones en las que en todo momento el que habla es el cuerpo, el gran paradigma de este milenio que no conoce de fronteras intelectuales ni idiomáticas porque su lenguaje es universal. Un poyo rojo, la proeza escénica delirante que brilló en los escenarios del mundo, regresa a Rosario, ciudad que visitó hace casi una década en la edición del Festival El Cruce de 2016, con una única e imperdible función el martes 8 de julio, en el Centro Cultural Parque de España (CCPE). Con un vasto recorrido por los festivales más importantes de Europa, la creación, con el notable trabajo en escena de Alfonso Barón y Luciano Rosso, bajo la dirección Hermes Gaido, con coreógrafos de Nicolás Poggi, Luciano Rosso y Alfonso Barón y diseño de luces del mismo director, llega a la ciudad a partir de una gestión de la Fundación Faer, que organiza cada año el festival del mismo nombre, y el CCPE. Un poyo rojo es, en ciernes, una obra de teatro físico donde, en paralelo, se ponen en tensión la destreza, que incluso podría estar asociada al territorio de lo deportivo, frente a las condiciones de aquello que, en los vínculos entre dos hombres en un lugar de intimidad y despojo como es un vestuario, pone a funcionar lo regido por lo heteronormado, utilizando como lenguaje basal recursos de la danza, la pantomima y la acrobacia de una forma verdaderamente deslumbrante. De este modo, la propuesta es un viaje escénico donde si bien prevalece un humor único y delirante, que en gran medida surge del diálogo de esos cuerpos con lo que se escucha a través de una vieja radio, también tiene un peso específico la bajada de línea a la hora de pensar qué puede pasar con el deseo, la seducción e incluso con el amor entre dos hombres que, por más que lo intenten, no pueden controlar un instinto irrefrenable respecto de la atracción entre ambos. En este viaje, la producción mezcla acrobacia y una forma de humor propia, una “comicidad física”, que abreva en estéticas que van de lo naif y lo kitsch al “poncif”, que si bien remite a una idea de algo conocido, transitado y hasta de “lugar común”, los recursos de ambos actores-bailarines-performers hacen que eso que se puede volver previsible igualmente se revele en su más contundente genialidad como algo extraordinario. “Es una historia de amor y habla del amor. El amor no pasa de moda, no caduca, es un terreno bastante firme para trabajar porque todos nos sentimos identificados con alguna forma del amor. Nosotros contamos esta historia de una manera bastante particular y muy cómica, con un lenguaje muy físico, muy histriónico, entonces la gente no se vincula tan sólo con el tópico de la obra sino también con el cómo”, dicen los actores sobre la obra. Cabe destacar que a quince años de su estreno y con el lenguaje universal del cuerpo como gran aliado, Un poyo rojo se convirtió en un fenómeno que gira por los festivales dedicados a las escénicas más importantes del mundo y lleva realizadas más de mil funciones en más de treinta países de distintos continentes. En los últimos años, se presentó en Francia (en gran medida ha sido su país de referencia en Europa), Suecia, Noruega, España, Italia, Estados Unidos, Serbia, Alemania, Canadá, Colombia, Bélgica, Portugal, México y Luxemburgo, entre otros. El proyecto nació en 2008 para la creación casual de un número de varieté en un centro cultural porteño y no paró de crecer. Tras un recorrido por el país y el paso por diversos escenarios, en 2015 el equipo se lanzó a su primera gira mundial de seis meses por diversos países. Al año siguiente, en agosto de 2016, viajaron a Europa para realizar una gira de 86 funciones que comprendió la programación en prestigiosos teatros como el Rond Point de París donde hicieron temporada e importantes festivales internacionales de gran renombre en varias ciudades europeas con excelentes críticas de la prensa especializada. En 2017, fueron invitados a presentarse con un mes de funciones en el prestigioso Fringe Festival de Edimburgo, y prosiguieron con su gira internacional por diferentes destinos de Europa y el resto del mundo, hasta el presente, donde emprendieron una importante gira nacional que los trae a Rosario. Para agendar Un poyo rojo se presenta en Rosario con una única función el martes 8 de julio, a partir de las 20, en el Centro Cultural Parque de España (CCPE, Sarmiento y el río). Las anticipadas se encuentran disponibles ACÁ o en la boletería del CCPE en horarios habituales. También hay una preventa con descuento en los primeros cien tickets.
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