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» Elterritorio
Fecha: 28/06/2025 12:51
En algunos lugares se analiza sumar más frutas tropicales y flores, entre otras. También se refuerzan nuevas prácticas sobre yerba mate y la ganadería sábado 28 de junio de 2025 | 6:30hs. La producción de flores es otra actividad en alza. Fotos: gentileza Inta Misiones Desde hace unos años, los bajos precios pagados por el té, las forestaciones y, más recientemente, la yerba mate empezaron a empujar a muchos productores a buscar otras alternativas para equilibrar ingresos en sus chacras. En su momento la salida más rápida fueron las hortalizas, otros apostaron por incorporar cría de peces y otros a reforzar la cantidad y calidad de su ganado vacuno. Hoy las consultas son constantes entre grupos de WhatsApp de agricultores que buscan estar al tanto de alternativas más estables o menos riesgosas al menos. En parte también el interés se traduce a charlas informativas y consultas realizadas a profesionales de organismos como el Inta que viene ofreciendo algunas capacitaciones. Entre las nuevas apuestas se destacan cultivos como la palta, frutas tropicales (desde ananá hasta maracuyá o pitaya), flores y hasta café, un cultivo que ya registró intentos en Misiones y ahora vuelve con fuerza. Alternativas siempre hay “Hay algunas producciones alternativas, las llamamos nosotros, que cuando los precios de los cultivos tradicionales andan bien quedan de lado. Pero en momentos de bajos precio, vuelven a aparecer con posibilidad de expansión. Entre esas posibilidades están todas las frutas tropicales, mamón, pitaya, maracuyá, donde hay gente que logrado comercializarlas muy bien”, comentó Fabio Wyss, director regional del Inta en Misiones. Y apuntó que además de las “alternativas”, hay actividades que en momentos de crisis buscan mejorarse o intensificarse. “La ganadería es una actividad que hoy está teniendo precios buenos. Tal vez no está tan bien como podría, ya que el flujo de comercialización se redujo por el consumo interno, pero tiene una demanda aceptable. Y siempre fue una caja de ahorros para muchos productores”, recordó. Wyss también apuntó a otras actividades que retoman escena: “Nosotros como Inta venimos trabajando en un proyecto de frutas tropicales y con el Ministerio del Agro con un programa de floricultura que tiene posibilidad de expansión. En particular con las flores todavía hay demanda insatisfecha porque se están comprando muchas plantas desde afuera de la provincia”, recordó. El también ingeniero agrónomo recordó que pueden analizarse varias alternativas, pero siempre teniendo en cuenta la necesidad de manejar los datos y la tecnología adecuada para el clima misionero. “Se puede hacer frutas tropicales en cuanto y en tanto se maneje la tecnología adecuada para evitar principalmente el problema de las heladas. Por ejemplo, con mamón puedo preparar un plantín en mayo, luego con un invernadero con calefacción puedo salir en septiembre ya con un plantín con tallo importante y voy a poder cosechar antes de que lleguen los primeros fríos”, ejemplificó. La incorporación de frutas tropicales avanza en zonas donde hay menos probabilidad de heladas en la provincia. En sus consejos para los productores, el profesional también resaltó “la importancia de trabajar con productores que ya hagan el cultivo que se quiere sumar. Ya hay productores que hacen mamón, ananá, que además de saber como cuidar las plantas conocen los vaivenes que puede tener el mercado comercial”. Y resaltó finalmente que también los técnicos pueden ayudar a tener en cuenta el mercado comercial en el país: “Eso también es muy importante. Hay que ver los precios nacionales, la posibilidad de que entre producción de países vecinos, como pasa en este momento por los vaivenes del tipo de cambio. Un técnico tiene que trabajar desde la base de una cadena hasta el final que está en la comercialización”, explicó. Preparar la yerba mecanizada Otra tendencia vista entre las producciones es mejorar las plantaciones históricas con mejores plantas y nuevas técnicas. Así, Dario Bruera, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones, comentó que las plantaciones de yerba mate se están preparando en muchos casos para cosecha mecanizada. “La yerba se está plantando en el sistema tradicional, pero a densidades mucho más altas, arriba de 3.000 plantas por hectáreas. Y con marcos de plantación para cosecha mecanizada que es lo que se viene a futuro”, indicó. Apuntó que “respecto a la yerba orgánica, hay productores que lo están haciendo pero es complejo porque no ingresan los agróquímicos y al no tener los insumos se tiene un porcentaje bastante elevado de costos de mantenimiento. Se debe recurrir a labores manuales y eso encarece bastante la actividad. Hay productores que lo hacen, pero son pocos”, consideró. Recordó que si bien hoy se ven nuevas plantaciones, las tasas de actividad no son las mismas que años atrás. “No se está plantando lo mismo que cuando la yerba se pagaba bien. Es mucho más baja la actividad. Es poca superficie pero se está plantando. Lo que están haciendo varios es reponer plantas que se murieron años atrás o corregir fallas que se dieron por distintos factores. En esta época se puede replantar”, comentó a El Territorio. Fortalecer nuevas prácticas y estar prevenidos del clima El presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Misiones (Ciam), Mario Alsina, comentó que más que nuevas alternativas, están trabajando con nuevos productos en las chacras de la provincia. “Según comentamos con colegas, no hay tantas consultas todavía para desarrollar nuevos cultivos. Sí tenemos trabajos con certificaciones orgánicas, que eso se activó bastante, sobre todo en yerba mate”, consideró. Más allá de las alternativas, resaltó que lo que viene cambiando en la producción es “la tendencia a trabajar en la práctica sustentable del recurso, para que pueda seguir siendo productivo con el tiempo”. El profesional recordó que hay una tendencia mundial en promover bioinsumos para bajar la dependencia a los químicos. “Hace poco pude participar en el Congreso de Bioinsumos que realizó la Cámara Argentina de Fertilizantes y hay desarrollos muy interesantes. Pero así y todo, estos productos nunca van a reemplazar totalmente a los de síntesis química. Hacia el 2047 según se explicó, se podría llegar a un uso del 50 y 50 por ciento, entre biológicos y químicos. Hay grandes laboratorios que están interesados en desarrollar y certificar productos biológicos. Hay trabajos en bioinsecticidas, biofungicidas y hay expectativa por los bioherbicidas que todavía en el mundo existen muy pocos productos”, contó. Más allá de las nuevas prácticas y las alternativas productivas, recordó la importancia de consultar a los ingenieros agrónomos sobre los cambios en el clima que pueden afectar a los cultivos. “ El cambio climático es un desafío muy grande. Puede pasar que en pocos días la temperatura pase de 30º a 5º y eso le provoca un estrés muy grande a la planta. El año pasado tuvimos una tremenda sequía y este año estamos con lluvias frecuentes. Tenemos que estar preparados como ingenieros para darle a los productores alguna solución ante los cambios imprevistos”, comentó.
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