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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/06/2025 12:39
A ambos lados de la cordillera existen condiciones concretas para iniciar un modelo logístico intermodal. Lo que falta, señalan, es una decisión coordinada entre los distintos niveles del Estado argentino (Foto: Shutterstock) Con una consigna que llama a la acción —“iniciar el transporte sucesivo con lo que tengamos”— finalizó en la ciudad de Neuquén una nueva edición del Comité de Integración de los Lagos, donde referentes públicos y privados de Chile y Argentina debatieron sobre el futuro del Corredor Bioceánico Sur. El encuentro dejó una conclusión clara: para que esta vía estratégica impulse el desarrollo regional, es indispensable avanzar en su integración logística bajo un modelo intermodal. La reunión de la Subcomisión de Transporte —Mesa Corredor Bioceánico— evidenció el desbalance actual entre los dos países. Mientras Chile logró en apenas seis meses adecuar sus sistemas para permitir el trasbordo entre ferrocarril y camión, Argentina aún no ha concretado avances significativos. Esta brecha no solo es técnica, sino también política y económica, considerando el peso de la actividad energética en la región. El potencial que ya existe, pero no se activa A ambos lados de la cordillera existen condiciones concretas para iniciar un modelo logístico intermodal: demanda sostenida de cargadores, operadores dispuestos, marcos legales vigentes, ferrocarriles y puertos funcionales. Según se destacó en la reunión, se cuenta incluso con la infraestructura básica necesaria para comenzar un piloto de integración de transporte sucesivo con contenedores, combinando camión y tren. Lo que falta, señalaron los participantes, es una decisión coordinada entre los distintos niveles del Estado argentino —especialmente en las provincias de Río Negro y Neuquén— y un llamado activo al sector privado para formar parte del proceso. Vaca Muerta y una deuda logística estructural La necesidad de activar este corredor logístico no responde solo a una visión integradora entre naciones, sino a una urgencia interna. El desarrollo de Vaca Muerta, uno de los principales yacimientos de shale oil y gas del mundo, depende de una infraestructura vial y ferroviaria eficiente que hoy está lejos de estar garantizada. El tramo clave entre Bahía Blanca y el paso internacional de Pino Hachado, por ejemplo, requiere mejoras sustanciales en mantenimiento, pavimentación y equipamiento para enfrentar condiciones invernales. Paradójicamente, esta falta de inversión contrasta con el potencial productivo y exportador de la región, y refuerza la necesidad de aplicar una mirada estratégica a la logística como motor del desarrollo nacional y regional. Durante el encuentro se destacó un dato revelador: el paso internacional de Pino Hachado superará este año el millón de toneladas transportadas en 12 meses, desplazando al Paso de Jama en volumen. Este crecimiento, impulsado principalmente por la actividad económica regional, refuerza la urgencia de optimizar la infraestructura y los servicios en este paso clave. El Comité también propuso impulsar mejoras operativas concretas: instalación de cobertizos en pasos fronterizos, digitalización de los procesos aduaneros, mejoras en caminos alternativos y capacitación de personal para reducir las demoras. En el mediano plazo, se prevé desarrollar un piloto ferroviario bimodal que combine transporte carretero y ferroviario, con apoyo técnico de operadores ferroviarios del sur chileno. La necesidad de activar este corredor logístico no responde solo a una visión integradora entre naciones, sino a una urgencia interna relacionada, entre otras, con el desarrollo de Vaca Muerta (Imagen: Shutterstock) Normativas vigentes, decisiones pendientes Desde la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS) recordaron que la legislación argentina ya contempla mecanismos para activar esta integración logística. La Ley 27.132 promueve la intermodalidad y la articulación de redes de transporte; la Ley 24.653 fomenta el desarrollo de centros multimodales; y la Ley 26.352 habilita unidades administrativas interprovinciales que podrían gestionar este tipo de proyectos de forma conjunta. Lo que falta, insisten desde la entidad, es voluntad para aplicarlas de forma efectiva. La propuesta central del Comité es concreta: iniciar cuanto antes un piloto de transporte sucesivo con contenedores, promover la modalidad bimodal, unificar normativas y conformar una mesa de trabajo público-privada para priorizar el desarrollo del paso Pino Hachado. Los antecedentes del Corredor Capricornio —que une Brasil, Paraguay, Argentina y Chile— fueron citados como ejemplo exitoso de cómo los actores subnacionales pueden impulsar decisiones a nivel central. La clave, señalaron los presentes, es sostener una visión común basada en la cooperación y la confianza entre todas las partes involucradas. Casi nueve décadas después del célebre llamado de Ortega y Gasset, la frase “Argentinos, ¡a las cosas!” vuelve a resonar en el sur del país, esta vez con un mensaje claro: sin logística integrada, no hay futuro posible para el desarrollo regional.
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