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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 27/06/2025 23:24
Lucila recibió un nuevo corazón, y además se ganó un pedacito de cada uno de los gualeguaychuenses, por su resiliencia, humildad y fortaleza para seguir adelante ante los duros golpes de la vida. Pero ahora es el tiempo de volver a sonreír, de regresar a casa. Así lo hizo la joven, que de sorpresa se vino en auto con su pareja ni bien recibió el alta para sorprender a su familia. Aunque varios vecinos se enteraron y la fueron a recibir, lograron el cometido de sorprender a su mamá, que se emocionó mucho al ver a su hija: “Fue una sorpresa, una emoción enorme, no me lo esperaba”, expresó María de los Ángeles, quien se mostró muy conmovida y feliz al verla regresar. Lucila, en sus primeras horas en la ciudad, habló con Ahora ElDía y se mostró muy agradecida por el cariño recibido todo este tiempo. “Muchas gracias por haber contado tantas veces mi historia, haberla compartido, las veces que necesité ayuda siempre la tuve, no deja de sorprenderme la solidaridad de las personas”, fue lo primero que expresó. Acerca de su vuelta a casa, sintió que “fue algo nuevo” y agregó: “Mi casa cambió un mucho desde que me fui: hace prácticamente dos años no venía. Aunque estuve un año y medio internada, tuve que estar un par de meses más y volver después de todo ese tiempo fue sorprendente y conmovedor. Todavía no caigo, lo veía tan lejano cuando estaba internada que todavía no lo puedo creer”. Sin duda, la joven aún continúa impactada por su internación y por todo lo que vivió, pero lo que más la llena de alegría es estar nuevamente en el lugar donde se siente más cómoda: Gualeguaychú. “Estoy en mi ciudad, con mi gente. Rosario es muy grande y no se puede comparar con Gualeguaychú, no vas a ver nadie sentado en la vereda con una reposera o compartiendo el mate con los vecinos. Extrañaba mi lugar, quería volver y ahora estoy muy feliz, muy agradecida con todos. Quería caer de sorpresa, pero se enteraron casi todos”, reveló Lucila, que confió que está viendo cómo comenzar de nuevo su vida: “Es un nuevo renacer”. Ahora, Lucila afrontará su recuperación en su hogar. “El lunes tenemos que ir al hospital para hacer los trámites para ir a Rosario que le van a hacer otra biopsia y después nos venimos”, detalló su mamá acerca de los próximos controles que debe hacerse, pero ya con la tranquilidad de poder transitar su evolución con sus seres queridos. Una historia de vida que conmovió a todos Lucila junto a su esposo estaban esperando con ansias a su bebé, pero un día todo cambió. Fue a la salita cerca de su casa, el CAPS San Francisco, para realizarse los controles de rutina y la mandaron a hacerse una ecografía al Hospital Centenario para ver si todo venía bien, y allí detectaron complicaciones: “al bebé se le llenaba la cabecita con líquido”. En ese momento, decidieron trasladarla al Hospital San Roque de Paraná. El 14 de febrero del 2023 le hicieron una ecografía y el médico se encontró con que el bebé (de 7 meses de gestación) había fallecido. “Mi hija lo quería tener, lo amaba a su hijo, no quería que se lo saquen. Me llamaron a mí y le expliqué que no podía estar con el bebé fallecido en su vientre porque se iba a morir ella, corría riesgo su vida le dije”, recordó su mamá en una entrevista brindada a Ahora ElDía el año pasado acerca del momento más doloroso de toda la familia. Mientras María de los Ángeles viajaba de Gualeguaychú a Paraná, Lucila realizaba el trabajo de parto, y finalmente sacaron de su vientre al bebé cerca de las 8 de la noche. Al otro día, luego del alta, realizaron junto al hospital el trámite para pedir un coche fúnebre para el bebé y los pasajes para Lucila y sus padres hacia nuestra ciudad. “Lo sepultamos, fue muy doloroso para ella y para nosotros como abuelos”, sintió María de los Ángeles. El calvario no terminó allí, sino que mientras todo era dolor por la pérdida del bebé, los médicos también detectaron una anomalía en el corazón de Lucila. “El doctor encontró algo y le dijo a ella que cuando llegara a Gualeguaychú viera a un especialista”, contó su mamá. Una vez en nuestra ciudad, tras idas y vueltas al hospital por sus dolores, una noche le hicieron una resonancia y se encontraron “con el corazón grande y que estaba lleno de líquido”, y quedó internada en la terapia intensiva. “El médico no le daba solución de vida, estaba muy grave, entonces el director del hospital enseguida decidió trasladarla al Hospital San Martín de Paraná. No la podían estabilizar, estaban desesperados los médicos, contactaron a una especialista de Santa Fe, Sol Molina, de una clínica de trasplantes, y le comentaron que tenía cardiopatía dilatada, y ahí les recomendó una medicación y la pudieron estabilizar”, recordó. Lucila estuvo varios meses internada en el San Martín, luego pudo volver a Gualeguaychú con medicación ambulante, y debía viajar cada 15 días a realizarse controles y buscar la medicación. Le colocaron un desfibrilador en el corazón, para detectar y detener las arritmias. Sin embargo, un día le dio una muy fuerte y debió ser hospitalizada y trasladada de urgencia nuevamente a la capital entrerriana. “Sentía que se moría”, reveló su mamá. Desde ese momento, la médica decidió que se traslade a Santa Fe y quede internada allí a la espera del trasplante de corazón, el cual finalmente llegó y permitió darle un cierre a esta dolorosa historia. Y, como dijo la propia Lucila, afrontar ahora un nuevo renacer.
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