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» Santafeactual
Fecha: 27/06/2025 16:28
Así lo indica el Informe Mundial sobre Drogas 2025 , publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. En 2023, alrededor de 316 millones de personas consumieron alguna droga, sin tener en cuenta ni el alcohol ni el tabaco. Es decir, un 6% de la población entre 15 y 65 años, frente a un 5,2% de la población en 2013, según informaron medios internacionales. Un aumento a una edad cada vez más temprana El cannabis se mantiene como la droga más consumida, con 244 millones de personas, lo que equivale al 77% del total, señala el Informe Mundial sobre Drogas 2025, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD, o UNODC, por sus siglas en inglés). Le siguen los opioides (61 millones), las anfetaminas (30,7 millones), la cocaína (25 millones) y el éxtasis (21 millones), de acuerdo con los datos que refleja este jueves un informe en el sitio dw. De forma general, los estupefacientes sintéticos experimentaron una gran expansión en la última década. Si bien existen variaciones según las regiones, lo cierto es que la ONU hace foco en una clara tendencia global: las personas recurren a las drogas a edades cada vez más tempranas. Así mismo, los mercados de estos productos ilegales se diversificaron gracias a la digitalización y el acceso a sustancias a través de plataformas de internet. De esta forma, el consumo no es un problema aislado ni menor, sino que afecta a millones de personas en todo el mundo. A nivel salud, esto implica: -Un gran desafío de salud pública: No solo por las muertes asociadas, sino también por las enfermedades, los accidentes y los problemas mentales relacionados con el consumo. -Impacto en salud mental: Muchas drogas pueden causar o agravar trastornos como ansiedad, depresión y psicosis. -Mayor riesgo de enfermedades transmisibles: En algunos casos, especialmente con drogas inyectables, se incrementa el riesgo de VIH, hepatitis C y otras infecciones. -Aumento de adicciones: Cuanto más extendido es el consumo, mayor es la demanda de tratamientos para personas que desarrollan dependencia. -Presión sobre los sistemas de salud: Se necesitan más recursos para prevención, tratamientos y campañas de concientización.
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